Librepensadores

Carta abierta a los independentistas catalanes

Ángel Díez de Miguel

Coincidiendo con el aniversario del 1 de octubre, veo que muchos de ustedes basan su derecho a la independencia de la República Catalana en los resultados de lo acontecido hace un año, lo veo y lo oigo en la voz del presidente de la Generalitat y en general en las manifestaciones de todos los independentistas.

Pues bien, para mí y creo que para cualquier demócrata, el referéndum en el que se basan para ese derecho tiene enormes carencias democráticas por las razones que expongo:

1º.- El referéndum fue ilegal de acuerdo a la legislación vigente en el territorio y si en democracia la garantía de los ciudadanos está en las leyes, lo que no está en ellas carece de validez jurídica. Puede ser muy épico, pero no es legal.

2º La participación no llegó ni al 50% del censo, lo que al menos le resta legitimidad, ya que significa que el otro 50% o no consideraba legal la consulta, o no se sentía interpelado por la misma, en cualquier caso hay que pensar que para los ciudadanos de Cataluña aquello fue una cuestión de parte y no del todo.

3º Los votos afirmativos fueron claramente mayoritarios, lo que vuelve a demostrar el gran interés parcial en la consulta y por ende la falta de interés general, ese resultado nos debe obligar a reflexionar pero no le da ni legalidad ni legitimidad.

4º Ni el referéndum ni los resultados fueron avalados por ninguna institución internacional. Creo que este hecho es muy relevante y no puede obviarse.

5º Los observadores pagados por la Generalitat declinaron dar validez de ningún tipo al hecho. unan este punto con el anterior.

6º El gobierno de España actuó con evidente incompetencia para impedir su celebración, pero los errores de una parte no legitima lo que es ilegal.

7º El gobierno de España actuó con evidente desproporción en la represión de las convocatorias ciudadanas, que independientemente de que apoyen opciones constitucionales o no, tienen todo el derecho a manifestar su opinión política, pero eso a lo único que nos lleva en democracia es a exigir responsabilidades políticas y penales a quienes se sobrepasaron en el ejercicio de sus funciones, es decir, a los responsables del ministerio del Interior del gobierno de España, pero también a los responsables del gobierno de la Generalitat que promovieron el referéndum ilegal intuyendo, o debiendo intuir, lo que podría pasar. Lamentable e injustamente solo están siendo procesados los de una parte.

8º El Parlamento español, sede de la soberanía nacional, ha cambiado el gobierno del Estado mediante un procedimiento democrático, como es la moción de censura, por tanto estamos ante una situación radicalmente distinta a la que existía con el gobierno del PP y muchos ciudadanos españoles esperamos y deseamos que se actúe con cordura en un asunto plagado de irracionalidad, ilegalidad, faltas de respeto mutuo y con visceralidad excesiva.

9º Las últimas elecciones legales en Cataluña sigue mostrando una exigua mayoría parlamentaria a favor de la independencia, al mismo tiempo que una exigua mayoría popular en contra, lo que nos debe hacer pensar en la necesidad de diálogo entre las instituciones y las organizaciones sociales de una y otra parte para buscar soluciones consensuadas, la primera obligación de los dirigentes políticos es evitar y resolver los conflictos, no generarlos.

10º Como español no renuncio al derecho a decidir el modelo de Estado en el que me gustaría vivir y dejar a mis hijos y nietos, en mi caso mi sueño sería una República Federal Ibérica, incluida en la Federación de Estados de la Unión Europea, pero soy consciente de que esa idea solo puede ser posible si coincide con la mayoría de los ciudadanos afectados, entre tanto, como demócrata no puedo ni debo hacer otra cosa que aceptar los resultados y trabajar para convencer a esos ciudadanos para cambiar la opinión y hacer que la mía sea mayoritaria.

Dicho todo eso no entiendo porque razón los sueños de los independentistas son más importantes o han de prevalecer sobre los míos.

Soy de izquierdas y, por tanto, creo firmemente en la igualdad entre los ciudadanos y los pueblos, no entiendo que nadie enarbole el derecho particular a la diferencia basada en el lugar de nacimiento o residencia y creyendo en esa idea firme y honestamente me niego a aceptar que 2 millones de españoles catalanes decidan sobre lo que es nuestra patria común ignorando la opinión de más de 40 millones de españoles de distintas y muy variadas sensibilidades.

Como demócrata, estoy dispuesto a asumir el error en mis argumentos, pero eso sí, solo si se me dan mejores argumentos en contra.

Estoy convencido de que la situación de la economía mundial de nuestros días está generando enorme sufrimiento en miles de millones de seres humanos, todos sabemos que las decisiones de un ínfimo porcentaje de individuos incide sobre la calidad de vida de miles de millones y en esas circunstancias, me parece obsceno que para 2 millones de ciudadanos de cualquier lugar su principal problema sea la separación de sus hermanos más cercanos, deberían saber que aquellos de quienes aspiran a separarse en ningún caso son los responsables de sus carencias de ningún tipo.

Tengo todo el respeto por todas las gentes de Cataluña, pero no más que por las de cualquier otro lugar de España o del resto de Europa o del mundo.

Ángel Díez de Miguel es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats