Librepensadores

Mus (o no mus) parlamentario

Ángel Lozano Heras

Como en ese juego de naipes, el mus, en el que está permitido –y obligado– ir de farol, ahora mismo no sabemos si para los presupuestos generales hay o no hay juego. O sea, que ni el PDeCAT ni ERC, y quizás tampoco el PNV, tienen asegurado su apoyo al jueguecito de Pésanchez para los PGE. Solo Unidos Podemos (con sus mareas y Compromís), a regañadientes, ha pactado ese preacuerdo presupuestario. Y eso sí, según dicen algunos analistas, es la gran oportunidad que tiene la izquierda de gobernar ahora y luego ganar las elecciones del 2020.

Para Unidos Podemos este debate de si hay mus o no con Pésanchez es parecido al de febrero de 2016. Pero en esa ocasión el secretario general socialista miró más –y prioritariamente– hacia el centro derecha (Cs) que hacia Podemos e IU, y eso a pesar de los errores tácticos y verbales de P. Iglesias. Y así nos fue: dos años más con los recortes y la austeridad, con Rajoy y la corrupción pepera. Ahora parece que los socialistas siguen con la misma cantinela: “meterla con calzador a los podemitas” para que les apoyen en esta legislatura a cambio de casi nada. Y eso hace sangre en la militancia de Podemos y de IU,  aumentando la nómina de españoles temerosos y cabreados de que la crisis económica siga golpeando a los mismos de siempre. Les piden más medidas sociales en los presupuestos, sobre empleo y salarios, sobre Educación, Sanidad, Dependencia, y garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas.

Nosotros creemos que estas decisiones van más allá del marco presupuestario y sientan las bases de una alianza electoral para 2019 y 2010.

El PSOE y Unidos Podemos defienden que estos presupuestos ayudan a revertir los recortes del Estado de bienestar que realizó el Gobierno del PP durante seis años. Y afirman rotundamente que este es un acuerdo histórico que mejorará las condiciones de vida de la gente. Reconocen que es solo un primer paso –por supuesto que hay que dar más aún, dicen– para acabar con el sufrimiento de millones de españoles.

Pero sobre la medida estrella, la subida del mínimo salarial a 900 euros, la CEOE (con su presidente Juan Rosell a la cabeza) está en contra. El FMI (con su directora Christine Lagarde, condenada por desvío de fondos públicos), y los jefazos del austericidio (UE), advierten severamente a Pésanchez de tal medida. La grandes poderes financieros amenazan, además, con no acatar las nuevas disposiciones fiscales y laborales pactadas entre PSOE y Unidos Podemos. Y Cs y PP bufan envenenados contra este acuerdo de radicales de Izquierda, de extrema Izquierda (¿?). Y lo deslegitiman, afirmando que implica un aumento de la presión fiscal a la clase media trabajadora y "dispara" el gasto de las familias.

¿Pero cómo puede manifestar Albert Rivera que el acuerdo PSOE-Podemos sube los impuestos a la clase trabajadora? ¡A los que cobran más de 130.000 euros al año! Las subidas tributarias de Sánchez, calificadas como "hachazo fiscal" por algunos sectores liberales y conservadores, se han quedado en un “pequeño rasguño para el 0,5% de los contribuyentes más acaudalados y el 1% de las empresas”.

Los populares y Ciudadanos hablan de zapaterización o podemización de la economía. “Van a volver a llevar al desempleo, pues los presupuestos progresistas a lo único a lo que llevan es a más pobreza, menos oportunidades y más desempleo”, ha afirmado la portavoz del PP, Dolors Montserrat (esa, la de la performance zafia y ridícula). Rivera tacha la subida del salario mínimo de "muy populista, trasnochada y papel mojado”.

Pero el caso es que España se encamina hacia una más justa recaudación fiscal y la mayor de su historia. Por fin pagarán más las clases poderosas y las que más ganan y que menos porcentaje cotizaban. Ahora veremos si cumplen o se escaquean y huyen con sus ganancias y patrimonio, eso sí adornados de enseñas rojigualdas y “vivas a España”, a la hora de pasar por la caja solidaria de Hacienda somos todos.

La actual oposición (Cs y PP) está volcándose ahora en una estrategia de la crispación, como en los últimos años de F. González y en la última legislatura de Zapatero. Estos patrioteros de hojalata (Casado y Rivera) son los que están mintiendo a los españoles con soflamas y burdas deslegitimaciones, sobre este boceto presupuestario. No ponen por delante más que calumnias, mentiras, banderitas, pulseritas, pintaditas, “vivas” y poco más, por el bien de España.

Los dos compis nacionalconservadores, Rivera y Casado, juegan al mus parlamentario, pisando terrenos extremos, escabrosos lodazales políticos, con numerosos flirteos y guiños xenófobos y fascistas.

Es más, Pablo Casado se monta un viajecito a Bruselas, siendo desleal a España, para torpedear los PGE.

 

Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre

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