Librepensadores

¿Qué he hecho mal para salir a correr y que me maten?

Beatriz Agudo Freije

Repaso mi vida, las lecciones que me intentaron enseñar, las aprendidas, las aprehendidas, las olvidadas, las rechazadas, todas y cada una de ellas.

Si eres mujer seguro que te suenan algunas de estas cosas: hazte querer; no provoques; no vuelvas tarde; no vengas sola de noche; pasa desapercibida; haz deporte; adelgaza; péinate; no comas eso que engorda; eres una mujer, así que compórtate como tal; resérvate y no te entregues al primero que aparezca; no juegues al monopatín, que eso es de chicos; estudia y consigue un buen trabajo; cásate con un buen hombre y no con un canalla; responde a todas las preguntas de una entrevista, aunque alguna de ellas invada tu intimidad; aprende a cocinar, a limpiar; depílate, ¿y si tienes un accidente y te tienen que quitar la ropa en el hospital?, qué vergüenza que te vean con esos pelos.

Repaso, repaso, repaso todas y cada una de esas lecciones. De verdad que no encuentro el fallo. Pero hoy me han matado, así que sigo repasando, alguna mala decisión debo haber tomado. Me cuido; como sano; estoy delgada; he estudiado una carrera; soy independiente; tengo un buen trabajo; tengo un buen novio; vivo sola, así que sé cocinar y limpiar; me depilo a diario (no sea que tenga un accidente); cada día salgo a correr; nunca jugué con coches, siempre con muñecas; no hice el amor hasta encontrar un hombre al que de verdad quería; trabajo con niños en un instituto y, cada día, elijo el mejor vestuario para esa labor; me esfuerzo mucho por enseñarles algo; llamo a mi familia cada día para ver cómo están; llamo a mi novio cada día para decirle que le quiero. Y sin embargo hoy me han matado. No encuentro el fallo, de verdad, no lo encuentro. Me rindo. No sigo buscando.

Yo ya he muerto, así que esta petición no es egoísta, no está pensada para mí, ni para evitar lo que a mí ya me ha ocurrido, y para lo que lamentablemente ya no hay solución. Esta petición es para que esto no vuelva a ocurrir.  No quiero que ningún político le dé el pésame a mi familia (aunque cuando este texto os llegue seguro que alguno ya ha dicho algo como: 'que esto no vuelva a ocurrir, lamentamos la dramática pérdida de…'). Lo que quiero es una educación en la que tengan más valor las personas que el dinero, en la que se promocione el talento al servicio de una sociedad igualitaria, de la convivencia, no de la competitividad entre personas, entre sexos; quiero una familia en la que se juegue de verdad, en la que se potencie la creatividad, y no fábricas de “hombrecitos” y “mujercitas”; quiero ver niñas feas, gordas y felices; quiero mujeres que digan en una entrevista de trabajo, sin miedo, que sí tienen novio y que sí es importante para ellas su familia; quiero que estéis orgullosas de ser buenas madres sin sentiros culpables por pensar que vuestros hijos os han robado un pedazo inmenso de vuestra libertad; quiero que estéis orgullosas si habéis elegido no ser madres; quiero que tener pareja sea algo que sume a vuestras vidas, y no un objetivo vital; quiero que desaparezca la heteronormatividad y que el concepto de familia esté ligado a las personas, y no a su sexo; quiero que las mujeres puedan vivir donde quieran, y no solo donde se sientan seguras; quiero que el mundo deje de ser ese lugar en el que los cojones, ya sean de hombre o de mujer, sean los que marquen el ritmo; quiero leyes adaptadas a la realidad de todos, no solo a la de los hombres (nadie, salvo algún texto jurídico, entiende la diferencia entre abuso sexual y agresión sexual). Quiero que salgáis a la calle y gritéis: se acabó. Hacedlo por mí. _____________

Beatriz Agudo Freije es socia de infoLibre

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