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¿Es bueno para los ciudadanos un Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos?

Manuel Cuadrado Vergara

Este artículo es largo y exhaustivo, pues está en juego el futuro inmediato de este país y, por tanto, el bienestar de todos los ciudadanos.

Se va a plantear 6 bloques argumentativos:

  1. Primero, si es bueno para la ciudadanía un gobierno de izquierda.
  2. Segundo: ¿El PSOE es verdaderamente un partido de izquierda? La historia está escrita y nos revelará la verdad.
  3. Tercero, cuáles son los objetivos de un partido político de izquierdas que defienda los derechos humanos, los de los animales y la sostenibilidad del planeta.
  4. Cuarto, qué puede aportar Unidas Podemos a un Gobierno de coalición con el PSOE, con presencia en el consejo de ministros.
  5. Quinto, el procedimiento a seguir en las negociaciones por Unidas Podemos ha de ser plenamente democrático.
  6. Sexto, la estrategia postelectoral y los pactos de investidura.

1. Primero

Desde la Revolución Francesa se les denomina “derecha” a los que defienden a los terratenientes, al clero, a las empresas y a los privilegiados, e “izquierda” a los que defienden al pueblo, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de todos los ciudadanos.

Los intereses de la CEOE entran en conflicto con la gran mayoría de los ciudadanos, los trabajadores. Los objetivos de las empresas es obtener cada año mayores beneficios y eso significa que cuanto menos paguen y más recorten sus derechos, mayores serán. Estos últimos no piden la luna, piden un salario digno para no sufrir calamidades.

La pregunta podría plantearse de otra forma: ¿Es bueno ese gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos para la CEOE, la gran banca, las grandes empresas del Ibex-35 y las viejas glorias del PSOE instaladas en la derecha? Evidentemente no, y eso es una señal inequívoca de que ese gobierno con presencia de ministros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros sería bueno para la gran mayoría de los ciudadanos.

2. Segundo

¿El PSOE es verdaderamente un partido de izquierdas? Afortunadamente, la historia está escrita y sólo hay que recordarla con los hechos acontecidos.

En 1982, Felipe González había prometido la creación de 800.000 puestos de trabajo y mantener el poder adquisitivo de los salarios, jubilación a los 64 años, etc. Sus promesas electorales en el terreno social y laboral fueron abandonadas bajo la excusa de la “herencia recibida” de UCD y en los dos primeros años aumentó en 500.000 parados.

El PSOE con Felipe Gónzalez de presidente del Gobierno, por sus políticas de derechas, sufrió cuatro huelgas generales como consecuencia de cuatro reformas laborales, de pensiones, reconversión industrial... Todas ellas supusieron unas pérdidas de derechos diametralmente opuestos a los programas electorales del PSOE, constituyendo cada una de ellas una vuelta de tuerca de la anterior.  

La primera huelga general se celebró el 20 de junio de 1985 y fueconvocada por CCOO y CNT. La segunda, el 14 de diciembre de 1988, a la que ya se unió UGT. La tercera, el 28 de mayo de 1992, convocada por UGT, CC.OO y CGT. La cuarta fue convocada por UGT, CC.OO y CGT el 27 de enero de 1994. Según un informe del Ministerio de Trabajo, en el periodo 1986-1990 España fue el segundo país de la CE con mayor índice de huelgas.

Montesquieu ha muerto”, dijo en 1985 Alfonso Guerra. La Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial, de 10 de enero de 1980, establecía que ocho miembros del CGPJ eran elegidos por las Cortes Generales y doce por los componentes del Poder Judicial. Pero en 1985, gobernando Felipe González con mayoría absoluta, se encontró con que los jueces elegidos por este sistema no se plegaban al poder Ejecutivo. Utilizó la Ley Orgánica del Poder Judicial para modificar la forma de elección de los doce vocales de procedencia judicial. Entonces, los veinte vocales pasaron a ser elegidos por las Cortes Generales, donde tenía mayoría absoluta.  

Solchaga, con despidos y cierres de empresas, consiguió que la reconversión industrial, se convirtiera en un desmantelamiento de la industria española para entrar en la Unión Europea, no como un país de primera categoría, sino de segunda reduciendo su potencial al sector servicio.

Jose María Cuevas, presidente de la CEOE, “llego a referirse a Felipe González en 1984 como un gran converso”. Rodolfo Martin Villa, exministro de UCD y político del régimen durante de la dictadura de Franco, dijo en el periódico Cinco Días: “Suscribo la política económica del Gobierno porque no me parece, ni mucho menos, de izquierdas”.

Caso Juan Guerra. A finales de 1989 fue acusado y juzgado por los delitos de cohecho, fraude fiscal, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones. El escándalo fue mayúsculo, hasta el extremo que Alfonso Guerra se vio forzado a dimitir como vicepresidente del Gobierno en enero de 1991.

Felipe González prometió salir de la OTAN e impulsó un referéndum el 12 de marzo de 1986 para blindar su permanencia, para ello tuvo que convencer a su propio partido en el XXX Congreso celebrado en diciembre de 1985, y provocó la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán, en desacuerdo con él.

Después de que todos estos despropósitos lo llevara a cabo un socialista, Pedro Sánchez alabó a Felipe González el 30 de mayo de 2016. Fue él quien proclamó: "Consolidó la  democracia", "trajo las libertades", "trabajó por que España formara parte de la UE".

En la fatídica segunda legislatura de Zapatero se batieron todos los récords: dos huelgas generales en dos años. La primera, celebrada el 29 de septiembre de 2010, contra la reforma laboral, la reducción salarial en el sector público y la congelación de las pensiones; y la segunda convocada el 27 de enero de 2011 contra la reforma de las pensiones.

Si Felipe González engañó a todos los Españoles con la OTAN, la reconversión industrial, las cuatro reformas laborales que provocaron cuatro huelgas generales, la creación del Gal (“terrorismo de Estado”) y una corrupción a unos niveles que avergonzaba a todos los españoles, Zapatero nos traicionó vilmente modificando la Constitución Española con premeditación, alevosía y nocturnidad. Concretamente, modificando el artículo 135, que establece que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado. Zapatero ha demostrado su incompetencia y nos avergüenza tener políticos que en vez de velar por los derechos de los españoles reflejados en la Constitución Española, los anularan a favor del “gran capital” y  blindaran esta medida infame en la Constitución Española cuando no era necesario.

¿Qué podemos esperar de Pedro Sánchez? Para comenzar, usurpa la voluntad de 5 millones de electores de Unidas Podemos, frente a los sólo 5,4 millones que tenía el PSOE, en un exceso de prepotencia y arrogancia más propia de épocas totalitarias y de actores fascistas.

A continuación, Sánchez sigue escribiendo el guión que le conviene, tiene que hacer méritos ante la clase trabajadora para conseguir su voto y así se materializa la subida del SMI a 900 euros, (en Francia está establecido en 1.521,20 euros en 12 pagas).

En la entrevista con Jordi Évole (Salvados), expresó sus ansias de regenerar la justicia española. No había pasado todavía un año y puso la Justicia Española “patas arriba” en su pasteleo con el PP nombrando a Manuel Marchena presidente del Consejo General del Poder Judicial  y del Tribunal Supremo sin haber sido elegidos sus vocales, que son los competentes para elegirlo. En las encuestas, un 70% de los españoles asegura que no existe independencia judicial en este país.

En mayo de 2018 asegura que los actores del procés cometieron un delito de rebelión y cuando se convierte en presidente del Gobierno asegura que no existe tal delito y la vicepresidenta matiza que antes era secretario general del PSOE y ahora se ha convertido en presidente del Gobierno. Es decir que el presidente tiene el privilegio de poder cambiar sus convicciones. ¡Qué peligro!

Llega a ser demencial el asunto del “relator” cuando medio país discutía por él. Estamos en el siglo XXI y existen grabadoras de alta fidelidad y notarios de prestigio en quien confiar.

El viernes 8 de febrero el PSOE rompe las negociaciones con los independentistas aún a costa de tirar por tierra sus propios PGE. Y lo ratifica con sus afirmaciones: “Nunca habrá referéndum en Cataluña”, “mientras yo sea presidente del Gobierno no conseguirán la independencia”. Y llega a amenazar con la aplicación del artículo 155.

Esto demuestra que sus negociaciones con los independentistas catalanes fueron siempre una “pantomima”, pues  los necesitó en su investidura. El desplante a los independentistas fue una estrategia para conseguir muchos centenares de miles de votos y ganar las elecciones (como se ha demostrado el 28A) y atraerse a Cs para poder pactar con ellos. Por todo ello, es peligrosísimo apoyarle para que forme un “gobierno monocolor”

3. Tercero 

El objetivo final de una formación política de izquierdas, además de conseguir un gran apoyo de los movimientos sociales, es conseguir una importante representación parlamentaria y entrar en el gobierno de la nación, que es donde se toman las decisiones más importantes para defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

Alguien ha dicho “no es hora de hablar de sillones, es hora de hablar de políticas sociales”. ¡Qué ingenuo! ¿De qué sirve hablar de políticas sociales si al día siguiente de la investidura cualquier programa pactado se convierte en papel mojado? ¿Cuándo han cumplido González y Zapatero con su programa electoral? A la vista está que Sánchez está desesperado por pactar con Cs aun incluso después del mensaje de sus bases: ¡Con Rivera no! ¡Con Rivera no!

El sillón que despectivamente se menciona es propiedad de los electores de Unidas Podemos y el representante que lo ocupe responde a la reclamación de esos electores, que para ello lo han votado y desde ese cargo defenderá a sus representados hasta sus últimas consecuencias. Si no existiera gobierno de coalición, nadie podría controlar lo que dictamine el Gobierno en el Consejo de Ministros, el documento programático se podría tirar a la basura con la consiguiente pataleta de Unidas Podemos desde fuera, pero a los ministros de ese partido no se les puede hacer desaparecer como a Jashogi.

La diferencia entre los ministros socialistas y los de Unidas Podemos es que los primeros tienen que opinar como el presidente, si no serían cesados. En cambio, los ministros de Unidas Podemos son los únicos notarios que van a dar fe de los documentos programáticos a cumplir, que en caso de rechazarse tienen todo el derecho a oponerse y si hay discrepancias insalvables se produciría una crisis de gobierno y Unidas Podemos se iría a la oposición con la consiguiente explicación a la ciudadanía.

De la misma forma que es posible representar a los electores en el Congreso, hay que representarlos en el Consejo de Ministros, donde realmente se puede contribuir a dirigir los destinos de este país a favor de la ciudadanía. No es una falta de respeto tomar asiento en un consejo de ministros, lo que supondría una falta de respeto es ningunear a los propios electores y negarles el derecho a ser representados en el mismo.

Si se quieren anteponer los derechos y libertades de todos los ciudadanos a los de la CEOE y las grandes empresas (como indica la Constitución Española en el artículo 128.1.: "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general), la única alternativa es exigir un gobierno de coalición con presencia en el Consejo de Ministros donde Unidas Podemos tenga un número de ministerios proporcional al número de electores.

Unidas Podemos podría exigir aquellos ministerios más próximos a la ciudadanía: Justicia, Trabajo, Sanidad, Industria, Agricultura, para la Transición Ecológica... y desde ellos servir y defender a los propios electores y a todos los ciudadanos.

4. Cuarto

¿Qué puede aportar UP a la sociedad desde un Gobierno de coalición con el PSOE a través de sus propios ministerios?

Ministerio de Justicia: Establecer la independencia judicial con la elección de los vocales del CGPJ: 12 elegidos por los jueces, magistrados y fiscales y los otros 8 por las Cortes: 4 por el Congreso y 4 por el Senado. Volver a implantar en este país la Justicia Universal. Modernizar la Justicia tanto en la mentalidad como en la operatividad de la misma. Es necesario convocar una gran oferta de empleo para cubrir las plazas vacantes y las de nueva creación. Hay que prohibir los desahucios a personas en riesgo de pobreza. El último informe del World Economic Forum —WEF— adjudica al Estado español un 4,2 en su índice de independencia judicial, y lo sitúa en un preocupante puesto 58, por detrás de Arabia Saudí, Azerbaiyán, Kenia, Lituania o Botswana. Otras importantes deficiencias del sistema judicial español son la falta de medios.

Trabajo, Migraciones y Seguridad Social: Es necesario ir aumentando el SMI todos los años para recuperar el desfase con la Unión Europea. Blindar las pensiones a un incremento del IPC. Eliminar el perverso coeficiente de sostenibilidad. Establecer una renta básica para personas sin ingresos (incluidas amas de casa) de 600 euros. Que las embarcaciones Open Arms y Aita Mari prosigan su misión salvando vidas. Adecentar los centros de acogidas para inmigrantes.

Sanidad: Es necesario reducir drásticamente las listas de espera, pues muchos pacientes mueren antes de su intervención por falta de medios. Es necesaria una gran oferta de empleo para médicos, ATS y auxiliares, con lo que se reduciría notablemente esta anomalía. Hay que adecuar los servicios de urgencia para que presten un servicio digno. Eliminar el copago farmacéutico a los pensionistas, en especial a los que están en riesgo de pobreza.

Industria: Las empresas de energía que antes eran públicas y se privatizaron vuelvan a sus orígenes y la energía deje de ser un beneficio para unos pocos y beneficien a todos los ciudadanos, en la reducción de la factura de la luz. Que paguen más los que tengan mayores ingresos y así poder subvencionar a los más desfavorecidos que están en riesgo de pobreza.

Agricultura: Es necesario revertir el flujo de población de la ciudad a zonas rurales, pues entre otros motivos es una forma de avanzar en la sostenibilidad del planeta. Habría que realizar un concierto entre el Ministerio de Agricultura y la Seguridad Social para dar opciones a parados de larga duración que quieran cultivar el campo de zonas despobladas, donde tendrían su casa, una parcela de terreno, animales domésticos y todo lo necesario para subsistir. Habría dos modelos: o bien individual o bien en forma de cooperativas al estilo de Marinaleda.

Ministerio para la Transición EcológicaMinisterio para la Transición Ecológica: Especial interés en impulsar las energías renovables. Impulsar la fabricación del automóvil eléctrico e híbrido que funcionan con energías limpias con incentivos fiscales, compensándolos gravando a los coches de diésel, gasolina y gas. Sustitución de los combustibles fósiles de las calefacciones por placas solares subvencionadas. El sistema electoral mayoritario del Senado requiere una reforma urgente, pues un senador por Madrid necesita más de 2 millones de votos y en Soria solo 22.000 votos. Esto es un verdadero disparate y habría que adoptar un sistema proporcional la ley D´Hont como en el Congreso, estableciendo una proporcionalidad entre el número de habitantes y el de senadores.

Fiscalía General del Estado: Para dar un paso de gigante en la resolución del problema de convivencia en Cataluña de la que tanto ha hablado Pedro Sánchez últimamente, habría que consensuar y elegir un fiscal general del Estado” de talante democrático que rechace la acusación del delito de rebelión y sedición atribuidos a los “presos políticos”, como ha sucedido en los juzgados de Alemania, Bélgica, Escocia y Suiza.

5. Quinto

El procedimiento a seguir en las negociaciones por Unidas Podemos ha de ser plenamente democrático. Antes de argumentarlo, hay que decir que la dirección de Podemos, para salvaguardar el interés general de los ciudadanos (artículo 128.1 de la C.E.), actuó de forma correcta con su negativa a la investidura de Sánchez el 4 de marzo de 2016, pues no era de recibo apoyar a un gobierno de derechas entre PSOE y Cs.

Después de los dos descalabros electorales del 28A y el 26M, Pablo Iglesias ha quedado muy debilitado. Por otra parte, aunque hay una mayoría en el electorado que se decanta por un gobierno de coalición con presencia de ministros de Unidos Podemos, esta opinión no es unánime. Ante estas dos premisas es necesario que el proceso sea plenamente democrático. El único camino es realizar una consulta vinculante a las bases para ver si apoyan un gobierno de coalición con el PSOE con presencia en el Consejo de Ministros, con un vicepresidente y un número de ministros proporcional al número de electores de cada partido. En caso de que el PSOE accediera a esa exigencia el voto de investidura sería positivo; en caso contrario el voto sería negativo.

La consulta hay que realizarla a priori, son las bases las que tienen que decidir, y su respuesta la trasladaría Pablo Iglesias a Pedro Sánchez. Lo contrario sería manipular a las bases.

Eso sí, de conseguirse el amparo de las bases, todas las corrientes ideológicas dentro de Unidas Podemos apoyarían esta decisión y debería formarse una comisión integrada por las distintas corrientes de la coalición: Anticapitalistas (José María González Kichi), IU (Alberto Garzón), Equo (López de Uralde) o personas en los que ellos deleguen. De esta forma, las negociaciones serían transparentes y las reivindicaciones que se presenten, tanto en la configuración del Gobierno de coalición como en los puntos programáticos más importantes, serían consensuadas.

La proporcionalidad de los Ministerios con el número de electores no es caprichosa, es de justicia, y la cuota de poder en el Consejo de Ministro dependerá del número de electores. Se ha tomado como ejemplo el último Gobierno de Ángela Merkel, (el Gobierno de un Estado, no una comunidad autónoma) que fue una negociación muy difícil y tardó en conseguirse más de 5 meses y medio. Los Ministerios se calcularon proporcionalmente al número de electores.

 

Votos CDU /CSU (coalición Merkel) 15.317.344 votos
Votos de SPD (Partido Socialdemócrata) 9.539.381 votos
Total 24.856.725 votos

 

  • Ministerios  CDU/CSU (coalición de Merkel): 10
  • Ministerios de SPD (Partido Socialdemócrata): 6
  • Total Ministerios: 16

Unidas Podemos tiene 3,7 millones de electores y el PSOE 7,4. Al tener la mitad de los electores, a Unidas Podemos le corresponde la mitad de ministerios. De 18 ministerios: 12 le corresponderían al PSOE y 6 a Unidas Podemos.

Con este procedimiento plenamente democrático se consiguen varios objetivos:

 

  1. Toda la responsabilidad recae en las propias bases, que es soberana. Esta consulta es de obligado cumplimiento como está reflejado en los propios estatutos.
  2. Se despejan todos los nubarrones de incertidumbre. Si hubiera apoyo de las bases, Pedro Sánchez ya sabría a qué atenerse y el Gobierno de coalición con ministerios sería innegociable. ¡Ni un paso atrás! El Gobierno de cooperación sería descartado como una humillación.

6. Sexto  

La estrategia poselectoral y los pactos de investidura.

No es normal que la izquierda pacte con la derecha habiendo otro partido de izquierdas. Ni que Unidas Podemos apoye un Gobierno monocolor para que pacte con la derecha. Pero lo que es patético es que el Pedro Sánchez del “no es no” le pida su voto al PP o a Cs. ¡Qué falta de coherencia y dignidad! Pedro Sánchez le debe a sus bases la Secretaría General y a Unidas Podemos haberse consolidado como presidente del Gobierno, gracias al cheque en blanco que le regaló Unidas Podemos con las graves consecuencias en las citas electorales del 28A y del 26M. Es difícil encontrar en el régimen del 78 mayor ingratitud y despotismo de un candidato hacia sus bases y hacia el partido que le ha sostenido en el Gobierno con sólo 84 escaños, frente a los 169 de PP y Cs.

Ahora Sánchez quiere repetir la jugada y pretende volver a humillar a Unidas Podemos con premeditación y alevosía. El 28A poco faltó para hundir a Unidas Podemos y ahora trata de darle la puntilla.

Últimas propuestas de los socialistas. Las últimas propuestas de Pedro Sánchez son las mismas de siempre. Finalmente, el PSOE precisa que no es una cuestión de nombres ni de vetos personal que, según aseguran, no existen, sino de una concepción de su planteamiento político de fondo. Sánchez ve razonable que Podemos sólo coopere en el segundo nivel del gobierno y espera una respuesta de Iglesias tras ofrecerle "varios puestos de responsabilidad" fuera del Consejo de Ministros

Ante estos planteamientos hay que hacer una reflexión profunda.

En primer término, el PSOE no se ha movido ni un ápice, sólo ha enmascarado su Gobierno monocolor llamándolo de “cooperación”, a ver si así engaña al contrario.

En segundo lugar, los 123 escaños que tiene el PSOE son la mayoría más pírrica del régimen del 78, muy por debajo de los 147 que tienen PP+Cs+Vox. No le dan autoridad para seguir imponiendo el cordón sanitario a Unidas Podemos. Si al menos tuviera 148 podría planteárselo.

En tercer lugar, el Gobierno de la nación no es de su propiedad. En el siglo XXI en una sociedad supuestamente democrática no caben las clasificaciones de ciudadanos de primera categoría (del PSOE) y segunda (de Unidas Podemos). Unos tienen derechos a ser ministros otros no. Sánchez quiere seguir los pasos de González con su prepotencia, pero es que a su lado políticamente es un enano, ya que este consiguió tres mayorías absolutas consecutivas y pudo gobernar con el totalitarismo y despotismo que ahora Sánchez trata de imitar. Dicen que no existen vetos, cuando es un clamor a voces tan fuerte que atraviesa el océano hasta Canarias.

Amenaza con el chantaje de repetir elecciones anticipadas de la que puede salir muy mal parado. ¿Por qué? Porque Vox procede del PP y ambos quieren desplazar a Sánchez de la Moncloa y aprovecharían unas nuevas elecciones para ir en coalición para conseguir más escaños (ya lo intentaron el 28-A).

Resultados del 28-A:

 

PSOE 28,68% 123
PP 16,7% 66
Cs 15,86% 57
UP 14,31% 42
Vox 10,26% 24

Teniendo en cuenta los resultados del 28A, de haber ido en coalición, PP+Vox hubieran sumado el 26,96% y el PSOE el 28,68%. El resultado hubiese sido aproximadamente 113 escaños PSOE y 100 la coalición PP+Vox por el efecto potenciador de las coaliciones. Suponiendo que Cs se mantuviera, la suma de PP+Cs+Vox  aumentaría en 10 escaños, pasando de 147 a 157. Si la derecha sube 10 escaños, la izquierda bajaría 10 diputados, ya que el resto de los grupos (independentistas+nacionalistas+otros) podría variar 1 escaño arriba o 1 abajo.

El efecto multiplicador de los siete puntos que le dan las encuestas al PSOE desaparecerían tan pronto como Sánchez convocara las elecciones en forma de voto de castigo, pues sus propios electores que decían el 28A “con Rivera no”, “con Rivera no”, “si se puede”, le retirarían su confianza y castigarían su prepotencia. Muchos votos del PSOE volverían a Unidas Podemos ante la falta de voluntad política de Sánchez de querer formar un gobierno de coalición de izquierdas.

Es decir, la correlación de fuerzas beneficiaría a la derecha principalmente por la coalición PP+Vox,  quedando PSOE+Unidas Podemos en 155 y PP+Cs+Vox en 157. Entonces, en la sesión de investidura el PSOE necesitaría 10 escaños de los independentistas más que ahora. En el Senado, el PSOE perdería la mayoría absoluta.

Hay otro escenario todavía mucho más desfavorable para el PSOE: que PP, Cs y Vox se unieran en una coalición preelectoral con la idea de defenestrar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Si se unieron en Colón, ¿por qué iba a ser imposible que lo hagan en las elecciones con un objetivo común muy rentable para ellos?No es probable, pero tampoco es ciencia ficción. En Italia gobierna una coalición de la extrema derecha con los antisistema.

PP+Cs+Vox=16,70+15,86+10,26=42,82%    

PSOE: 28,68%

UP: 14,31%

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Entonces la coalición de derechas, sin lugar a dudas, ganaría las elecciones y no sería Pedro Sánchez el director de orquesta. La única alternativa que tendría el PSOE es pedirle a Unidas Podemos una coalición preelectoral “con las orejas gachas” y tendría que aceptar sus condiciones y poder recuperar sus 71 escaños.

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Manuel Cuadrado Vergara es socio de infoLibre, miembro de la Plataforma por la Dignidad de Tenerife y de la Junta Republicana de Canarias que, en conjunto, aprobaron este texto.

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