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La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Librepensadores

¡Españoles!

Jose Antonio Villar

Periodistas, políticos y demás españoles de buena voluntad, intelectualmente libres e independientes:

Aunque indudablemente sois muchos, como son también muchos en otros países, y os veo y leo, como a ellos, involucrados y liderando posiciones políticas y sociales éticamente irreprochables, os veo y leo también todavía sujetos a manipulaciones continuadas percibidas, tal vez por vosotros, como naturales y justas sobre la expresión de algunos conceptos sin el análisis pertinente de su definición y su valoración. Me refiero a los conceptos sobre las unidades identitarias derechohabientes de decisión propia.

Quiero proponeros una reflexión conjunta y sincera revestida de actualidad sobre lo expresado mediante estas sencillas preguntas:

¿En qué, cómo y cuánto os beneficia individual y colectivamente el hecho de que catalanes, vascos y demás nacionalistas de nuestras naciones no podamos ser, porque no se nos consiente, política y culturalmente independientes? (no podemos serlo económica ni territorialmente porque nadie lo es ni puede serlo, aunque algunos se empeñen). ¿Y en qué, cómo y cuánto os perjudicaría lo contrario?

¿Os habéis dado cuenta de que esa situación nos convierte a los “dependientes” en subordinados obligados, no iguales en dignidad ni derechos, ante una posible negociación con los “superiores”?

¿Os consideráis derechohabientes de imponer la exclusividad de vuestra lengua (que ya es también nuestra y no renunciamos a ella ni a ninguna otra) en nuestras naciones que tienen una anterior que quieren mantener en buena salud para el futuro?

Si estoy planteando esas preguntas es, evidentemente, porque yo creo tener algunas respuestas que me gustaría compartir en debates amigables en los que intentaría persuadir, aceptando ser persuadido con argumentos que considerara razonables.

Para aportar en principio mi opinión, puedo manifestar a quiénes creo que beneficia esa situación impuesta de dependencia a los Estados varios de las múltiples naciones dominadas por ellos.

En cuanto a los Estados europeos se refiere, cito las palabras del presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker en reacción a las primeras informaciones sobre el procés de Cataluña, para que se vea que no se trata de una invención mía.

Sus palabras: “Europa no puede consentir la independencia de Cataluña porque, acto seguido, la reclamarían el resto de las naciones. Una Europa de 98 socios (los debe tener contabilizados) no sería viable”.

Está claro, por lo tanto, que la represión sobre Cataluña no es porque carezca de legitimidad para ser independiente sino porque beneficia a los Estados europeos que tienen y tendrían el mismo o mayor “problema” que el español.

También beneficia a algunos españoles que “anulando” de la manera que sea a los políticos “autóctonos” de las naciones ven opciones de lograr jefaturas parciales con pretensión de totales en espacios territoriales y sociales donde por sus propios conocimientos o méritos no lograrían ni un ápice de poder.

Beneficia también a quienes evitan o evitarían inversiones inherentes a la multiculturalidad para sus publicidades y sus ventas y a otros dominadores con intereses varios, ¿pero a vosotros?

¿Tenéis todos claro, porque hayáis reflexionado sobre ello, en qué consistiría el resultado real de la independencia política, cultural, lingüística de las naciones a que me he referido?

¿Tendría algo que ver con los calificativos ignominiosos que algunos políticos y periodistas aplican gratuitamente al posible hecho?

¿Somos de verdad tan malos como para justificar la reprobación y anatema de quienes hayan hablado o hablen con nosotros? ¿Es de recibo preferir la guerra que la paz, porque esa paz sea deseada por nosotros?

He dado unas respuestas a las primeras preguntas, pero me gustaría tener las vuestras a estas últimas.

Yo siempre he sido y soy partidario desde mi disciplina de “comunicación humanística” de no aceptar, con la excusa “todo el mundo sabe lo que es eso”, conceptualizaciones apriorísticas valoradas sobre algo no definido.

Amigablemente,

Jose Antonio Villar es socio de infoLibre

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