Librepensadores

Sobre pactos de gobierno (y consulta a las bases de UP)

Manuel Cuadrado

Nueva actitud de prepotencia e irresponsabilidad manifestada en los últimos días por Pedro Sánchez, que sí o sí tiene que ser investido, sin acuerdos consensuados, siguiendo la misma táctica que en la  moción de censura a Rajoy para intimidar a todos los partidos políticos sin dar tiempo a una negociación serena.

En junio 2018 sí había un objetivo común en la oposición, erradicar la corrupción; ahora cada cual tiene su objetivo, lo que dificulta las negociaciones.

La pura realidad es que Pedro Sánchez sólo cuenta con sus 123 diputados y el de PRC, pues en casi dos meses y medio no ha tenido voluntad política de buscar acuerdos y ahora pretende resolver la investidura en menos de dos semanas.

Tanto Ábalos como Camen Calvo son unos expertos en demagogia y cinismo cuando repiten que el pueblo español ha dejado claro que quiere un gobierno socialista en solitario. ¿Acaso tienen mayoría absoluta? Esta afirmación es una auténtica falacia. Felipe González sí podía presumir con sus tres mayorías absolutas de no tener que buscar apoyos. En la cuarta en la que tenía 159 escaños, (36 más que los 123 de Sánchez), como cualquier político inteligente fue con sus acuerdos firmados con la derecha nacionalista CiU y PNV. Sin embargo en esa legislatura, González le ofreció el Ministerio de Asuntos Exteriores a Duran i Lleida, que no cristalizó pues Jordi Pujol se opuso.                                                                               

En la primera legislatura de Zapatero (164) ERC (8)  IU (5), eran pocos escaños para un gobierno de coalición (13) y, en la segunda, fue investido sin apoyos con sus 168 diputados, en segunda votación Según la encuesta publicada por el CIS el miércoles 10 de julio los españoles prefieren un gobierno de coalición PSOE-UP 26,4 % antes que un gobierno en solitario del PSOE 20,2 %.

Sánchez partiendo de los 123 escaños necesita además 53 escaños para ser investido y tendrá que ofrecer no lo que él decida, sino lo que le exija aquel que le va a dar su voto en la investidura.

El argumento principal de Sánchez para rechazar un gobierno de coalición es el asunto de Cataluñaasunto que quedaría zanjado en primer lugar con un documento firmado por ambas formaciones políticas incluyendo el nombrando un fiscal general del Estado democrático, que rechace el delito de rebelión y sedición, como ha sucedido en los países Alemania, Bélgica, Escocia y Suiza. En segundo término en el propio consejo de ministros, si hay 12 ministros socialistas y 6 de UP, cualquier votación la ganaría siempre Sánchez            (Iglesias a lo sumo podría sugerir, nunca imponer)  y así queda desmontada esa excusa.                 

La vicepresidencia que le ofreció Sánchez a Rivera en 2016 tira por tierra todos sus argumentos de no querer un gobierno de coalición PSOE-UP. Sánchez ya convocó la comisión permanente de la ejecutiva socialista con el objetivo de quedar blindado en el “gobierno monocolor” (y tener su coartada) ante las peticiones de Iglesias.

Los argumentos de UP son plenamente democráticos, los resultados electorales se reflejan automáticamente en los escaños del Congreso y Senado. Hasta el 2015 con el bipartidismo el partido que ganaba tenía diputados suficientes para sumar mayoría absoluta con los apoyos de los partidos nacionalistas o IU, que eran cifras reducidas.    

UP no pide la luna, exige lo que le pertenece, es justo y equitativo que con 7,4 millones de electores el PSOE tenga la presidencia y 12 ministerios y que UP con (3,7 millones) le corresponda la vicepresidencia y 6 ministerios.

La portavoz del Gobierno tiene el cinismo de culpar a UP de querer los ministerios que le pertenecen, por los electores que le han dado su confianza. Trata de justificar la apropiación indebida de todos los ministerios que le corresponden a UP, esto es un golpe gravísimo a la propia democracia por vulnerar sus reglas.  Cuando existía en España un partido único sistemáticamente se usurpaba el poder de los ciudadanos y aquello se denominaba fascismo, ahora con la existencia de partidos políticos Pedro Sánchez está abusando del poder y quiere hurtarle a UP sus ministerios, para quedarse con todos, esto es gravísimo pues está incumpliendo sistemáticamente las reglas democráticas, esto es absolutismo y más aún una interpretación fascista de la política, con lo que la democracia queda rota.

Esto se demuestra con hechos reales dentro del entorno democrático de la UE.

A la todopoderosa Ángela Merkel le hubiese encantado que el partido socialdemócrata alemán se hubiese conformado con entrar en un gobierno de “cooperación”, pero ni siquiera se lo propuso. El último Gobierno de coalición de Ángela Merkel tiene 6 ministros socialdemócratas, frente a 10 de su propia formación política, en la misma proporción que el número de sus electores, ocupando los socialdemócratas los Ministerios de Asuntos Exteriores, Finanzas y Justicia entre otros y además el presidente de la República Federal alemana es del SPD.

La escenificación del comportamiento de los socialistas encaja en el esperpento de Valle-Inclán, Pedro Sánchez hurtándole los ministerios a UP y culpándole por no dejárselos robar, los diputados cual rebaño siguiendo las instrucciones del pastor, le dirigen una carta al PP pidiéndole la abstención, para aquel que dijo el “no es no” (incoherencia a la enésima potencia), al mismo tiempo que Sánchez negocia con UP, envía sus embajadores para volver a suplicar el voto al PP y C´s, un poco de dignidad ante tanto bochorno, que en la UE después del tropiezo del Procés (exiliados), le van bajar la calificación democrática a España.

Ante una actitud tan grave, sólo cabe una respuesta: no a volver ser humillado.

Pedro Sánchez si no es investido el 23 de julio es el que más pierde, pues el presidente de gobierno es el que tiene todas las prerrogativas y llevaría siempre la iniciativa del gobierno. ¿Qué mensaje podría transmitir a sus electores y a sus bases, si comete la irresponsabilidad de repetir elecciones generales?, pues él es el único responsable. Que su ego no le permite incorporar como socio de gobierno a Pablo Iglesias.

Todos los castillitos que ha montado Tezanos en el aire, pueden caer cuando Sánchez no tenga argumentos sólidos que justifiquen una repetición electoral y todo por el egoísmo de querer ejercer un poder hegemónico en la “izquierda”. ¿Merece la pena correr el riesgo de darle otra oportunidad al tripartito de derecha para reagruparse y poder alcanzar la Moncloa? 

La obsesión y animadversión de Rivera por Sánchez es tan grande (que superaría cualquier consejo de Macron) y el objetivo y placer de desalojarlo de la Moncloa, podría ser justificación suficiente para pactar con VOX y luego lo trataría de justificar “por el bien del país”, “por responsabilidad política”, “por desbloquear una situación política que Sánchez fue incapaz de resolver”.

Una coalición preelectoral PP+C´s+Vox, tendría todas las papeletas para ganar unas nuevas  elecciones, incluso podrían llegar a la mayoría absoluta en el congreso y en el senado. Habría todavía una segunda oportunidad para que la izquierda pudiera sobrevivir a unas elecciones, que Sánchez bajara del olimpo como el resto de los mortales y le pidiera a UP ir en coalición preelectoral y de ganar la izquierda se formaría inexorablemente un gobierno de coalición PSOE-UP y se marcaría un nuevo rumbo para retornar un bipartidismo al menos temporalmente.

Alguien dirá que es ¡ciencia ficción! No hay que ir muy lejos para encontrar una alianza de la extrema derecha, La Liga, con los antisistema movimiento 5 estrellas en Italia.

Pablo Iglesias

En la toma de decisiones importantes no ha sido un lince. Se equivocó al rechazar a Unidad Popular (IU+Equo) en las elecciones generales 20-D, que es cuando se produjo el verdadero  sorpaso de Podemos+IU+Equo en votos en relación al PSOE.  Podemos 5.189.333  + (IU+Equo) 923.105  votos, que totalizaron 6.112.438  frente a los 5.530.693 del PSOE.

Se equivocó en su propia moción de censura contra Rajoy el 14 de junio de 2017, pues estas se plantean para ganarlas y no para perderlas. En la moción de censura de Sánchez contra Rajoy el 1 de junio de 2018 Iglesias erró nuevamente al regalar su voto sin condiciones, con un patrimonio de más de 5 millones de electores frente a sólo a 5,4 del PSOE. Fue sorprendente que un partido pudiera gobernar en solitario con 84, frente a 169 de la derecha y con UP como “convidado de piedra”. Este papel secundario le ha hecho mucho daño siendo una de las razones principales por la que se produjo el fracaso electoral del 28-A, al consolidarse como único protagonista Pedro Sánchez en la última legislatura.

Pablo Iglesias no ha podido aguantar la gran presión a que ha estado sometido, por el bombardeo mediático desde el gobierno y del señor Tezanos con sus encuestas que le otorgaban un 39,5% al PSOE, hasta el extremo de dudar de sus propias convicciones y responsabilidad.

Por ello sería muy recomendable que dedicara un día para viajar a Alemania a entrevistarse con Olaf Scholz para saber cómo consiguió los 6 ministerios para el Partido Socialdemócrata alemán, en la misma proporción de sus votos.

La última propuesta de Iglesias recogida de su artículo “queremos que sea en julio” el pasado miércoles 3 de julio en La Vanguardia: “Si se verifica la hipótesis del PSOE la investidura no sale adelante tras presentar un acuerdo integral de gobierno de coalición, nosotros nos comprometemos a revisar nuestra posición”.  Es de una ingenuidad manifiesta  hacer esta propuesta, basta con que el PSOE haga el “paripé” de negociar con ERC  (sin querer llegar a un acuerdo) para que estos voten en contra, como sucedió el viernes 8 de febrero de 2019, cuando el gobierno de Sánchez rompe las negociaciones con los independentistas,  a costa de tirar por tierra sus propios PGE.

Es una falta de imaginación política y de responsabilidad, dejar en manos del PSOE la decisión sobre el gobierno de coalición cuando esta decisión corresponde a las bases de UP, por ello es necesario rectificar de inmediato. Existe una única salida, plenamente democrática contenida en los estatutos realizad (¡¡ya!!) una consulta vinculante a las bases si quieren un gobierno de coalición PSOE-UP con un número de ministerios proporcionalmente al número de electores.

El artículo 14 de los estatutos de Podemos estipula que los acuerdos de investidura o de pactos electorales se consulta a las bases. Este artículo lo está incumpliendo Pablo Iglesias durante todas estas negociaciones, esta consulta hay que realizarla a priori y no a posteriori, son los inscritos los que tienen que decidir y no el secretario general y una vez que las bases hayan decidido, Iglesias deberá transmitir el resultado a Sánchez. Por ningún concepto puede tomar él la decisión y luego plantear un plebiscito de aceptación para que asuman lo que Iglesias haya decidido, que supondría una manipulación de las bases y por tanto una maniobra antidemocrática gravísima.

Una maniobra en falso u otro fracaso más pondría en peligro la carrera política de Pablo Iglesias.

Ya en 2016 se hizo una consulta a los inscritos “antes” de votar en la investidura de Pedro Sánchez y el 88 % de los inscritos votaron “no” a apoyar un pacto de gobierno PSOE-Ciudadanos.

Eso sí, de conseguirse el amparo de las bases todas las corrientes ideológicas dentro de UP, apoyarían esta decisión y se formaría una comisión integrada por las distintas corrientes de la coalición, anticapitalistas (José María González, Kichi), IU (Alberto Garzón), Equo (López de Uralde) o personas en los que ellos deleguen.

Esta es la única forma democrática de ir todos unidos en las reivindicaciones que se presenten, tanto en la configuración del gobierno de coalición, cómo en los puntos programáticos más importantes.

Con este procedimiento plenamente democrático se consiguen varios objetivos: 

1) Toda la responsabilidad recae en las propias bases.

2) Se despejan todos nubarrones de incertidumbre, la parte más complicada del pacto quedaría resuelto y quedaría rechazado automáticamente el “gobierno de cooperación”, si la respuesta fuera de apoyo al gobierno de coalición PSOE-UP.

3) Si Pedro Sánchez cometiera la irresponsabilidad de repetir elecciones el mensaje al electorado de izquierda sería muy clara, toda esta escenificación esperpéntica que ha movilizado Sánchez no se olvida en dos o tres meses, quedando claro que el PSOE prefiere pactar con la derecha y si ha elegido a UP como socio preferente es porque no le ha quedado más remedio. Convirtiéndose el voto a UP como voto útil de la izquierda.

4) La verdadera izquierda, la que defiende los derechos humanos, la de los animales, la ecología y sostenibilidad del planeta, la que se identifica con los valores libertad, igualdad, fraternidad y justicia, la que quiere instaurar un verdadero Estado de derecho y democrático sin “totalitarismo” ni “exclusividad”, la que cree en la igualdad de los derechos de todos los ciudadanos para poder entrar en un gobierno, sin discriminaciones, no se arrodilla ni ante el PSOE ni ante la CEOE, las grandes empresas, los poderes fácticos… y cuando alcanza una cuota de poder en el gobierno que le corresponde por los millones de electores que le han dado su confianza, utilizan esos ministerios, esos asientos, en beneficio, de los propios electores y los que allí se sientan son sus representantes. Que velarán en todo momento por su bienestar sus derechos  y el de todos los ciudadanos. __________________

Manuel Cuadrado es socio de infoLibre

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