Librepensadores

49 asesinadas

Antonio García Gómez

“Ni amo, ni dios, ni marido, ni partido, ni de fútbol”. Cristina Morales Premio Nacional de Narrativa 2019.

Y 37 huérfanos provocados por esa violencia de género a lo largo de 2019.

En estos últimos diez meses han sido asesinadas al menos 49 mujeres, tantas como en todo 2018, por ser mujeres, por haber sufrido la agresión brutal y odiosa que provocó sus muertes violentas.

La última víctima de género, en el momento de escribir estas líneas, murió el lunes 21 en Denia, degollada por su expareja, maltratador condenado y obligado a permanecer alejado de su expareja, quien disponía de un programa de protección y seguridad que, por descontado, ha fallado.

De modo y manera que el asesino confeso cumplió su obsesión, la de acabar con la mujer degollada, en presencia de su hija.

Y con todo solo supone la punta del iceberg de los crímenes de violencia de género, el rosario de miles de mujeres que padecen, tal vez en silencio, horror, pavor cotidiano, maltrato, desprecio y asesinato, sin que, ni siquiera en esta realidad haya una unanimidad plena. Todo ello, mientras un grupo político actual, machista, junto a sus seguidores, machistas en consecuencia, se empeña en negar esa violencia específica, y la necesidad de un tratamiento específico, en evidencia de mala saña y peor razonamiento cerril y cruel contra esa lacra que maltrata y asesina a las mujeres por ser mujeres, por ser mal amadas, por ser amenazadas, por ser asesinadas; negando esa macabra y reprobable realidad.

Todas las recomendaciones repetidas, todas las alarmas, todos los programas que son necesarios, imprescindibles no son todavía suficientes.

Y probablemente se ha avanzado, para entender y reaccionar, para evitar y luchar contra la violencia de género, pero los datos son tomados, cuando el miedo sigue atenazando a miles de mujeres, cuando salen a la calle, acuden al trabajo, regresan a sus casas. Y lo repetimos y se repite sin que tengamos derecho a agotarnos, a no dejar de volverlo a decir una y mil veces, porque es insoportable que tantas y tantas mujeres padezcan miedo por el hecho de ser mujeres, sospechosas de… ser mujeres.

Porque nos compete a todos y todas, porque nos jugamos nuestra integridad moral, psíquica y física. Y están a la vanguardia de ese peligro las mujeres.

Frente a la maldad de quienes niegan la realidad, de quienes supeditan y confunden el amor, el deseo sexual como patente propia de su infame virilidad, sucia, insoportable y culpable.

Pendientes, por otra parte y a causa de la parálisis política, de poner en activo la gran mayoría de las medidas acordadas casi por unanimidad en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género aprobado en 2017. A día de hoy mismo aún no están en marcha el 75% de esas medidas.

Y como estrambote: el 22 de octubre se coronó al nuevo emperador de Japón, un tal Naruhito. A la ceremonia de su entronización asistió en lugar privilegiado su mujer, educada en Harvard, una tal Masako, apesadumbrada de hace tiempo, afectada en su estabilidad emocional, porque no pudo “haber dado un hijo varón” a su augusto esposo. _____________________

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats