Librepensadores

Vampiros y sanguijuelas

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Thierry Balenciaga Ortiz de Pinedo

Hasta hace nada he sido uno de esos ilusos que pensaban que con la llegada de Podemos, hace unos años, iba a haber un cambio a mejor en la política española. Que mirarían por el bien de las personas que les votaron y por las que no lo hicieron.

En los últimos tiempos, se iban apeando de aquello que habían predicado y en cuanto han llegado al poder se han pasado también a la casta, sí, esa que ellos tanto señalaban como el gran problema del país. Tengo una gran decepción con toda esta gente que pelea por hacerse con las riendas del país. Que buscan llegar a lo más alto para mirarnos desde arriba y hacernos sus esclavos, su fuente de ingresos para sus cuentas bancarias, que irán llenando con sus elevados sueldos, sueldos que no se merecen porque no solo no arreglan nada sino que además lo empeoran. Cuentas bancarias que irán enriqueciendo con sus trampas y su tejamanejes, puertas giratorias y privatización de empresas para luego vivir de ellas sin dar un palo al agua. Gente que llega a dirigir puestos muy importantes para presente y futuro del país sin ningún tipo de preparación y lo que es peor, sin ninguna voluntad por hacerlo bien. Y cuando digo bien lo que quiero decir es por el bien de la sociedad.

Tengo un vacío de fe tan grande en los políticos y en sus intenciones que ya no sé ni quién es el menos malo. Para ser político solo se necesita la voluntad de serlo y luego ir subiendo peldaños como un trepa a base de hacerle la rosca a los superiores y un poco de labia o verborrea, aunque todo sean mentiras. Necesitamos buenos gestores, no políticos que llegan para vivir de ello como si fuera una profesión. ¿Qué clase de estudios y preparación tiene la mayoría de ellos para dirigir un pueblo, una provincia, una comunidad o un país? Poca o ninguna. Buenos gestores, por favor, no vampiros y sanguijuelas.

Thierry Balenciaga Ortiz de Pinedo es socio de infoLibre

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