Librepensadores

Vivir en una burbuja

Francisco Goya

Desde hace ya algún tiempo, posiblemente demasiado, siento que la vida pasa como en una burbuja, no una burbuja protegida en la que nada puede pasar, sino todo lo contrario; pasan cosas a mi alrededor, algunas que sospecho trascendentes, y sin embargo, no soy capaz de asirlas, de seguir un camino más o menos trazado.

Ian Kershaw, en el último párrafo de su libro Ascenso y Crisis (Crítica, 2019), que cuenta la historia de Europa desde 1945 a 2017, explica que la sensación de incertidumbre es quizá la sensación más definitoria de Europa (y de la UE) en estos momentos. Este libro está escrito antes de la pandemia y se refiere a hechos anteriores; ahora, con la pandemia, la sensación de incertidumbre es todavía mayor. Todo parece indicar un nuevo rumbo, "un nuevo paradigma", un "nuevo orden" y una "nueva normalidad" a la que debemos acostumbrarnos sin saber bien cómo es.

A pesar de todo, hay cosas que persisten, quienes emigran siguen siendo quienes pagan los platos rotos de vivir en unas condiciones inhumanas, hacinados sin luz y apenas agua; las mujeres siguen sufriendo la amenaza machista y siguen muriendo a manos de hombres que creen que son su posesión; Turquía se islamiza cada vez más y patrimonializa símbolos que deberían ser universales y reflejar la integración de todas las culturas; África y sus gentes siguen siendo un continente olvidado y si es posible saqueado; en India la pandemia se extiende y pese a los grandes avances tecnológicos globalizados y cohetes al espacio los pobres son cada vez más pobres y el virus es solo un problema más que se une a los que ya tienen. Las guerras son comerciales, tecnológicas y por satélite. Todo aséptico, pero no menos destructivo.

Se trata de que sigamos en la burbuja, que no nos afecte demasiado lo que pasa en el mundo, incluso la pandemia la vemos de lejos si no nos afecta directamente y vivimos como si nada pasase. Se recuerda a las víctimas y familiares en un sentido y merecido homenaje y seguimos con nuestras vidas. Nos importa más que nuestro equipo de fútbol gane La Liga, ascienda o no descienda. Seguramente es un consuelo necesario y una forma de evasión, de proteger nuestra burbuja.

La mejor manera de saber qué está pasando y por qué es la información libre e independiente, que cada quién acuda a las fuentes que considere más adecuadas y fiables, pero evitemos la crítica infundada con tintes ideológicos solo porque alguien se marcha de vacaciones o presionando para que se tomen medidas que un mes antes criticaban.

Los ciudadanos en algunos casos quizá vivamos desconectados, pero no nos suele gustar que insulten nuestra inteligencia, posiblemente las incoherencias tengan un precio y el estar permanentemente buscando la confrontación y el desgaste como estrategia haga que la ciudadanía reaccione en el sentido contrario al que algunos pretenden.

Ya lo cantaba Supertramp: Something never changes; quizá lo que los poderosos y quienes se creen por encima de la ley quieren es que todo cambie para seguir igual.

Lo que algunos desde nuestra burbuja transparente deseamos es que las cosas cambien y recuperemos el sentido de solidaridad, de empatía y que cada persona pueda tener una vida digna más igualitaria que la actual. Seguiré viviendo en mi burbuja utópica.

Francisco Goya es socio de infoLibre

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