Librepensadores

La terraza del Perdidos

Pako Martí

A la extrema derecha de este país, España, y a la del globo terráqueo en general, junto a la gente que les vota, les deberían hacer un reseteado cerebral. O, mejor, un borrado total.

La rocambolesca, surrealista y absurda imagen de un hombre ataviado de bisonte presidiendo el Senado de Estados Unidos ha dado la vuelta al mundo. Su protagonista Jake Angeli da un claro ejemplo de lo mal que tiene la cabeza este personal. Y como él, 70 millones de la América profunda que votaron a Trump.

En nuestro país, España, afortunadamente la extrema derecha aún no ha llegado a este estado de alienación mental, pero todo se andara, ténganlo por seguro. En su día un señor con un tricornio en la cabeza, se liaba a tiros en el Congreso de los Diputados…

Desde la terraza del Perdidos, al amparo de un café y desde esa falsa inmunidad que nos dan las terrazas, uno observa el devenir, las paradojas, las estupideces sociales y, en resumen, todo aquello que hace que el ser humano alcance día a día las cotas mas elevadas de necedad, insensatez, estulticia, imbecilidad, idiotez y necedad. Y así nos va. De culo.

Este país, España, y por ser un tanto puntual en la actualidad que nos ocupa y preocupa, siempre se llega tarde.

La Agencia Estatal de Meteorología ya venía apuntado en torno a finales de diciembre de la que se nos venía encima. Y se nos vino, en toda la cara y con la mano abierta.

Mientras escribo estas líneas, el señor Almeida termina de hacer una declaración en Al rojo vivo, programa que dirige Ferreras en La Sexta. Intentaré citar lo mejor que pueda al alcalde de Madrid: “La Comunidad de Madrid ha desplegado un operativo sin precedentes para afrontar un situación sin precedentes”, con la recomendación de que la gente salga bien equipada a la calle. Lo que viene a decir; que saquemos nuestra equipación de esquí o de alta montaña que todos tenemos en nuestro fondo de armario y que empecemos let's go to start a darle utilidad. Ya te vale Almeida. Otro sujeto que no merece predicado. Y así hasta cansarme.

En la terraza del Perdidos, no sé quién fue, no recuerdo su nombre, pero dijo: “Dense todas las ínfulas que quieran, vanaglóriense de sus victorias políticas… pero déjennos tranquilos”.

De Purísima y oro.

Pako Martí es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats