Descomposición

Cataratas de detritus que emponzoñan la confianza y enturbian la confianza debida a nuestros líderes, algunos tomados como pícaros tontos, a otros como corruptos contumaces.

Mi padre admiraba a “su capitán Churiaque” que jamás abandonó a sus hombres en la batalla, en el avance junto a ellos, siempre el primero, y que en el rancho, al contrario, era el último tras sus soldados.

Me contaba mi padre que, tras la guerra, acudió a la Comandancia de Burgos y preguntó por el capitán Churiaque. Pronto apareció el citado oficial que se acordaba perfectamente de “uno de sus hombres”, con el que departió, sin prisas, un buen rato, con afecto y respeto.

No sé si mi padre solo era un ingenuo o sí el capitán Churiaque se merecía el aprecio rendido de uno de “sus hombres”.

Últimamente las noticias son desalentadoras y socavan la confianza  y el respeto perdido de tanto responsable ante “su ciudadanía”, que ni es suya ni, a menudo, es tan ingenua.

Es muy curiosa la reacción de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, tan “neoliberales” ambos, tan despegados de “papá Estado” cuando todo “chufla viento en popa”, tan partidarios de las “bajadas masivas de impuestos”, cómo han acudido con premura a “la declaración de zona catastrófica” en cuanto han comprobado que nevaba más de lo acostumbrado, y no han tenido reparo en pedir, exigir, 1.400 millones de euros para “su zona cubierta de abundante nieve”, de abandono, bajo la nieve, el hielo y la basura, es decir que han acudido corriendo a “papá y mamá Estado”, al mismo que no dudan en dejar “en cueros” en cuanto pintan “cañas” en lugar de “lanzas”.

Qué desfachatez y sentido de la rapiña, caigamos quienes caigamos ante su codicia insolidaria, prestos a rapiñar en cuanto ven que pueden rascar del esfuerzo solidario de los demás.

Por cierto, pocas fechas antes, en Asturias había caído más nieve que en Madrid y no se sabe que corriesen los asturianos a pedir “ayuda” estatal. Lo mismo que ha sucedido en otras latitudes patrias también castigadas por el temporal.

Es curiosa y descarnada la estrategia de tales “neoliberales” despotricando de la solidaridad ciudadana, de los impuestos que quieren hacer desaparecer, corriendo a plañir en cuanto la cosa se pone fea.

Es lamentable asimismo que, en plena nevada, Madrid dejara de utilizar nueve quitanieves “externalizadas”, es decir privatizadas,  mientras se acudía a la UME que sí tuvo que traer material y “quitanieves” procedentes de otras regiones, con generosidad y solidaridad.

De igual manera que los servicios de limpieza de la capital tampoco han estado a la altura, fruto de una “privatización” a la baja, del tiempo del mandato municipal de Ana Botella.

En otro orden, tiempo atrás se conocía que “un anciano de 81 años”, en Barcelona, había sido víctima de una inmobiliaria, dueña del edificio donde vivía. Resulta que el hombre al acudir a tramitar algo con Endesa  se había quedado “sin su piso”, durante ese breve periodo de tiempo, destrozada su vivienda adrede  por la inmobiliaria israelí VPC-Graciá para hacerla inhabitable. El hombre recurrió y recibió la notificación del juzgado de que el tal desahucio de hecho era improcedente, pero el daño estaba hecho y el hombre ha tenido que acudir, sin sus pertenencias fruto de una vida, junto a su hermano en Madrid. Neoliberalismo en Estado puro, y capador el primero que se dé prisa en atropellar al vecino.

Por otra parte, el Jemad, es decir la cúpula del Estado mayor de la defensa, tres generales y un alto mando de la guardia Civil, han dimitido por haberse “vacunado” con el desahogo de haberse puesto “los primeros”, en un ejercicio de escasa ejemplaridad. Pura picaresca de bajísimo estilo y tristísimo mal ejemplo de quienes deberían haberlo dado en sentido contrario.

Por último y para enfangar un poco más el panorama desolador, esta última semana se ha conocido que algunos de los más famosos “youtubers o influencers” de cierta importancia y de suculentos ingresos pecuniarios han decidido empadronarse en Andorra, precisamente para pagar menos impuestos. Y uno se pregunta: ¿qué demonios pintan tales paraísos fiscales en nuestra Europa que envejece más rápido de lo deseable, en una decadencia imparable y qué atractivo tienen tales tipejos tan escasamente solidarios?

Y seguirán haciendo caja y su compromiso cívico será un ocurrencia de otro tiempo, de otra utopía, abocados a un espectáculo tan vacuo como amoral.

Más allá de la nada…

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Mientras los líderes del neoliberalismo, “sepulcros blanqueados” en pro de “su libertad tan cacareada” irán socavando lo poco que quede de una sociedad digna, decente y humana. Restos de un pasado que nunca llegó a ser. Prestos a mostrar su rechazo con caceroladas de privilegiados… sin alma.

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

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