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La derecha se une en la irracionalidad y la insensatez

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Ximo Estal Lizondo

A muchos de nuestros dirigentes políticos, sobre todo a los de la derecha, cuando llegan periodos electorales, la boca se les inunda de irracionales e insensatas argumentaciones para explicar sus egocentrismos y esconder la inmadurez política que les embarga. Son capaces de mezclar términos contrarios para justificar su irracionalidad, con el único fin de generar odios y conseguir votos para su propósito, que es el de perpetuar su poder.

Es escandaloso y fuera de sí apoyarse en un eslogan de “comunismo y libertad”, cuando de todos es sabido que el comunismo como tal en España, como ellos lo plantean, no existe. Pero lo peor es enfrentar estos dos términos como si se volviese a los argumentos que la ultraderecha y la derecha pusieron en marcha para su golpe de estado del 36. Vuelven a aparecer los términos de “rojo”, los términos de meter en las cunetas a "26 millones de rojos de mierda”. Y lo peor es, para esta derecha retrograda, que en estas elecciones hay que elegir entre comunismo y libertad.

¿Qué libertad, la que prevarica, compra votos, es corrupta, compra la Justicia, no respeta el derecho a la educación pública, desprecia la sanidad pública, echa a la gente de sus viviendas, favorece los paraísos fiscales, beneficia a los que más tienen frente a los que mas necesitan? ¿La que crea odios? ¿Esa es la libertad que hay que enfrentar ante un comunismo inexistente, aunque lo adornen con falaces argumentaciones que se va expropiar y ocupar si gana “ la izquierda socialcomunista"?

La verdad esa insensatez e irracionalidad no se puede creer. Piensan que la ciudadanía es tonta. Y si a eso le añadimos frases franquistas como “globalismo o patria” o “cuando me llaman fascista es que estoy haciendo las cosas bien”. Es decir, cuando se emplean argumentaciones “fascistas” que defienden el genocidio, el sectarismo, es que desconocen la historia y lo que el fascismo hizo. ¿No recuerdan los millones de muertos en los campos de concentración y los miles de españoles que todavía están en las cunetas? Pero lo más triste es observar que la insensatez e irracionalidad puede triunfar y que determinados medios mediáticos y tertulianos interesados, apoyan y defienden con absurdas argumentaciones kafkianas y berlanguianas. ¿Es esto lo que queremos para nuestra democracia?

Todos contra uno

Estos días, con tristeza hemos observado, como los políticos de esta derecha, que se sienten superiores, únicos, defienden la constitución, la libertad y su honestidad, cuando la realidad es que son anticonstitucionales pues no la respetan en muchos de sus artículos, que se ríen de la libertad si no es la que ellos predican y que su honestidad es muy vulnerable. Nos han vuelto a demostrar que sus egoísmos, egocentrismos y egolatrismos están por encima de la ciudadanía a la que ellos dicen representar. Mientras la ciudadanía se debate entre la incertidumbre social, económica, sanitaria, los representantes políticos, de esta derecha conservadora, ultracatólica actuan con una actitud hipócrita, falaz y lo peor de manera ruin y canallesca con acciones que rallan una mafiosidad y corruptela que humilla y desprestigia los valores democráticos que se suponen deben defender y poner en alza.

Esto lo hemos podido comprobar con las mociones de censura que se han presentado en Murcia y Castilla y León y la convocatoria de elecciones para el 4 de mayo de la comunidad de Madrid. Hemos observado, como ante un derecho, legal, admitido en las propias leyes autonómicas de Murcia, Castilla y León y Madrid, como es la moción de censura y convocatoria de adelanto de elecciones. Unos políticos inmaduros con unas posiciones grotescas, mafiosas e incluso cargados de aspectos corruptos, engañan, compran voluntades, con el fin de conservar sus egoismos y posiciones sociales, aunque con ello pierdan su dignidad y ataquen los valores democráticos que les pusieron en el poder político. Hemos observado, como ante una posible moción, la respuesta es, un adelanto electoral, mediante una acción absolutista dictatorial y refuerzo de un egocentrismo endiosado que se aleja de lo que en verdad necesita la ciudadanía.

Ximo Estal Lizondo es socio de infoLibre

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