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Real Madrid-Barça: 'el clásico'

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Jesús Moncho

¡Llega el clásico! O sea, ¡rivalidad, emoción, tensión, pasión desatada! Esto es y será siempre el Real Madrid-Barça. Así lo dictamina la afición. Aunque el diccionario va por otro camino, indicándonos que por clásico debemos entender "lo que se amolda a los patrones ya establecidos, lo tradicional, lo opuesto a moderno". Parece que los académicos son antiadrenalina, son antiestrés. La ciudadanía es más atrevida. Juega con las palabras, hasta darles la vuelta, como un calcetín.

Hoy, Real Madrid-Barça, el clásico, significa y es todo un ciclón que se presenta en la vida. Valga que no se da muy a menudo. Sólo dos veces al año, tal vez tres o cuatro. Suficiente para remover los humores y los fluidos corporales de arriba a abajo. La afición se inflama. Y los canales mediáticos. Y los políticos y empresarios, que van corriendo hasta el palco del Bernabeu como los frailes del convento a la hora de su plato caliente. Bueno, ahora, en pandemia, todos en casa; y, además, juegan en un miniestadio de entrenamientos, no en el Bernabeu, que está en obras.

Barça-Madrid, dos escuadrones bien alineados, en campo de confrontación, en justa liza, para dilucidar la primacía, para aclarar malentendidos de si están en horas bajas o confirman recuperación y relanzamiento. "Es una batalla, no es un partido más", diría Iniesta, dando a entender la singularidad del evento. Unos de blanco, los otros de azulgrana. Blanco es la vida, grana o rojo la pasión. Al final del embate, polvorientos, desteñidos de sudor, todos del mismo color.

Garabatos

Garabatos

Para los aficionados (no podemos decirles "fans", ellos aún no han aceptado la expresión "fan", la Academia sí) el Barça-Madrid se convierte en un espectáculo soberbio, pero, sobre todo, se convierte en un estallido de infinito sentimiento. El más importante, el principal. Y, mira por donde, eso es lo que significaba en la antigua Roma la palabra "clásico": principal, el más importante.

Resulta que los ciudadanos, después de jugar con la palabra y darle la vuelta como un calcetín, llegan a la perfección expresiva: es el más importante de todos los partidos, el principal, el Clásico, el Barça-Madrid. Ya no se le dice "derby", un encuentro entre dos equipos del mismo pueblo o ciudad. Ahora es el Clásico. El más importante, el principal. Es decir, un enfrentamiento con clase: solo Barça-Real Madrid.

Jesús Moncho es socio de infoLibre

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