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Librepensadores

Criticando a los votantes

Trabajadores de la Sanidad Pública Madrileña en una concentración contra el "éxodo médico" de la Comunidad.

José Ramón Berné Marín

Se ha criticado mucho, en la última semana, ciertos reproches que algunos periodistas y políticos han dedicado a votantes de barrios obreros de Madrid que han depositado en la urna el sobre con la papeleta del PP o incluso de Vox. Evidente es que eso es democracia, poder votar a quien quieras y no diré yo lo contrario; pero, sin llegar al insulto, quizás la postura de esos votantes tal vez sí merezca algún reproche.

Veo, como ejemplo, que algunos partidos políticos defienden la escuela concertada y reniegan de la escuela pública, totalmente gratuita. No hace falta ser un talento, en lo que a la inteligencia se refiere, para adivinar la razón de tal defensa. Solo hay que fijarse en un par de datos, quién regenta la mayoría de los colegios concertados y dónde se ubican. Demos visibilidad a esos dos datos:

1. En el curso 2018/2019, según informaba La Sexta, teniendo como fuente la Red de Escuelas Católicas, el 73,8% de los centros concertados eran católicos.

2. Mientras que en los barrios más pobres, el 93% de los colegios son públicos, el 6% son concertados y solamente el 1% son privados; en los barrios más ricos, el 46% son públicos, el 24% son concertados y el 29% son privados (El País – 4/10/2019). Como he dicho antes, este solo es un ejemplo, no es un ejemplo tonto, se trata nada menos que de la enseñanza, competencia que está transferida a las Comunidades Autónomas, por tanto también a Madrid.

La enseñanza es el futuro de nuestros hijos, de los hijos de los barrios ricos, que poco problema van a tener en recibirla, y de los hijos de los barrios más humildes que, seguramente, verán cómo un porcentaje grande de esos hijos se incorporarán a las listas del fracaso escolar, por una inversión insuficiente en la enseñanza pública, y que nunca podrán alcanzar la privada.

Madrid ha sido la comunidad autónoma que menos invirtió en 2020 en enseñanza, con una cifra de 729 euros/per cápita; le sigue Canarias con 816 euros, casi un 12 % más, y encabeza la inversión el País Vasco con 1.349 euros, un 85 % más, según datos del periódico Expansión. Podríamos relacionar estos datos con los relativos a la Sanidad, veríamos que en la Comunidad de Madrid el resultado sería muy similar, otra vez se queda a la cola –en sanidad privada está en cabeza– con 1.210 euros de inversión per cápita en 2020, en este caso le sigue Cataluña, que tampoco puede tirar cohetes, con 1.272 euros, y vuelve a encabezar el ranking el País Vasco con 1.817 euros, un 50 % más.

Y con todo esto, y algunas cositas más, el PP sale ganador en todos los distritos madrileños. ¡Hombre! Es evidente que algo mal habrá hecho la oposición para no saber sacar rédito electoral de estos datos; eso es incuestionable, pero permítanme decir que, si con estos datos el partido gobernante ha ganado en los distritos obreros, poco derecho tendrán en estos distritos a reclamar una mejor enseñanza o una mejor sanidad. ¿O es que se apuntan a lo dicho por Bea Fanjul?, la líder de las Nuevas Generaciones del PP, cuando dijo aquello de: “Más vale malo conocido que bueno por conocer…pues eso, eso es Ayuso”.

Circulan estos días por las redes sociales dos frases de George Orwell: “Cuando el fascismo llegue finalmente a Occidente, lo hará en nombre de la Libertad”. “Una sociedad que elige a políticos corruptos, impostores, ladrones y traidores no es una sociedad víctima: es una sociedad cómplice”. Creo que los partidos de izquierdas tienen mucho sobre lo que reflexionar, pero mucho me temo que los votantes de los barrios obreros, también.

Dice la Biblia que Esaú vendió a Jacob su primogenitura por un plato de lentejas, no vendamos nuestra libertad por unas cuantas cervezas.

José Ramón Berné Marín es socio de infoLibre

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