Cómo lo ve

Jesús Cintora: "Pablo Iglesias se ha convertido para una serie de sectores en El Malo"

El periodista soriano Jesús Cintora nos cuenta que, aunque su principal preocupación sea que su Numancia baje a Segunda B, también tiene otras. Acaba de publicar el libro La Conjura, que relata, con estilo casi cinematográfico, todo lo que no se vio de los procesos de negociación para alcanzar el Gobierno de coalición. Durante la charla se mostró relajado, bienhumorado y optimista, pero también crítico con determinadas cuestiones. Su única petición fue que le concediéramos la oportunidad de exponer sus impresiones sobre la situación actual del periodismo en España.

Cómo se fraguó el Gobierno de coalición

Para algunos el cambio es que nada cambie. Hay una serie de resistencias, tapones, para que haya una serie de transformaciones en España que yo creo que siguen pendientes. Y yo pienso que incluso generacionalmente los electores han ido dando mandato de que eso se haga. Hay un cambio de Gobierno porque los actores principales se vieron abocados a él. Tras una serie de repeticiones electorales los números indicaban que lo más lógico era ese acuerdo encabezado por el PSOE y Unidas Podemos, pero también apoyado por una serie de partidos que dan un concepto plural de la gobernabilidad. Es decir, una serie de partidos nacionalistas, autonomistas, regionalistas, independentistas, etc. Esto fue un mandato de un concepto de España plural y de cambio.

La conjura, su último libroLa conjura, su último libro

El libro de La Conjura cuenta la intrahistoria, aquello que no nos contaron, las tripas, lo que ocurrió. Es una reconstrucción de cómo Pedro Sánchez lidera la formación de un Gobierno apoyado en Pablo Iglesias y también en una serie de partidos y acaba siendo una especie de thriller político. Hay un programa progresista, pero también es cierto que sería miope no ver que la realidad ahora mismo, con una crisis como la del coronavirus, cambia y también influye. Al mismo tiempo que estamos esperando la vacuna de los laboratorios, yo creo que también hay una vacuna que se debiera imponer a los políticos: la de "tratar de estar a la altura" de la situación que tenemos. Hay una coordinación que creo que es necesaria para afrontar la situación económica y política que se nos ha venido encima. Y al Gobierno también, y a la oposición también, y a los trabajadores y a la patronal. Yo creo que esto es urgente.

La estrategia de oposición del PP

Para la gestión de Pablo Casado el auge de Vox es decisivo. Al final está mirando con un ojo a un partido que dentro de la derecha está de moda, le ha comido parte de la tostada. Lo que pasa es que yo creo que, al mismo tiempo que Casado está mirando con un ojo a Vox, con quien parece que a veces ha competido con un discurso duro frente al Gobierno, no debería olvidar que el PP es un partido de ejecutivos, es un partido de gestión. Es un partido que ha gobernado y del que yo pienso que muchos electores valoran la capacidad de plantear alternativas al Gobierno, la capacidad de decir "nosotros lo haríamos de esta forma en lo económico, en lo social, en lo político". Porque es un partido de Gobierno y porque hay una serie de gente moderada que plantea políticas de centroderecha y que también está en el PP, no es solo la derecha más dura.

La evolución de Podemos

Podemos es cierto que, en lo que son las diferencias respecto a lo que fue inicialmente, creo que su principal activo son las bases. Es cierto que las disputas internas dentro del partido o el no haber construido una estructura sólida en los territorios ha lastrado a Podemos. Incluso a veces han actuado en contra de lo que las bases quisieran o hubieran deseado. Esas guerrillas sin duda le pasan factura a Podemos. Por otra parte, también es cierto que han sufrido una serie de campañas que les han lastrado. En este país sí que es cierto, supongo que ocurre en otros, que tendemos mucho a personificar el mal en alguien, a reducirlo a: "¿Quién es el malo de la película?", y Pablo Iglesias se ha convertido, para una serie de sectores de este país, en El MaloEl Malo. Él incluso a veces ha favorecido eso, a él le ha gustado ir a veces con ese papel de malote.

La extensión de los escraches

Yo defiendo el derecho de manifestación, el derecho de la gente de mostrar que está en contra de un dirigente político, si bien creo que en esto hay límites. Yo entiendo que pueda haber una protesta contra un líder político, pero creo que debe haber un límite para que su familia no se vea afectada por esto. Estamos hablando de niños que están en mitad de estas disputas. Sin duda, yo creo que se debería establecer un límite. Hay un montón de ámbitos para manifestar la inconformidad, sin duda, y yo creo que se debería intentar evitar que haya menores que se vean involucrados o incluso familiares como padres, que no tienen que verse afectados por un malestar que se quiera expresar contra un dirigente político, así lo veo yo. Defiendo el derecho de manifestación, pero creo que el sentido común, la lógica e incluso la ley deberían poner determinados límites.

El PSOE de Pedro Sánchez

Por lo que respecta al PSOE, hubo un momento, no hace tanto tiempo, no olvidemos que incluso había quien preguntaba y planteaba que el PSOE podía desaparecer. A mí esto siempre me pareció ridículo. Es no conocer lo que es el Partido Socialista. Es no tener ni idea de lo que supone el PSOE en sus agrupaciones, en sus casas del pueblo, el anclaje que tiene histórico, de muchísimos años. Uno de sus principales activos de los últimos tiempos es el relato construido en torno a la figura de Pedro Sánchez. Es alguien a quien tumbaron, pero ha tenido la capacidad de levantarse. No solo se levantó, sino que es que además volvió a ganar dentro del partido y ha ganado varias elecciones. Ese relato en torno a la figura de Pedro Sánchez le ha hecho que sea el presidente del Gobierno. Lo cual no quita que una cosa es ganar y otra cosa es gestionar, y ahora mismo tiene por delante la crisis del coronavirus, que le ha complicado muchísimo las cosas.

El auge de Vox

En cuanto al auge de Vox hay claves internacionales que se pueden explicar y están en el uso de un determinado discurso al respecto de la inmigración, las desigualdades económicas, aprovechar las crisis, la precariedad e incluso relacionado con sectores como las mujeres, los homosexuales, etc. Pero también hay una clave política que yo creo que se explica en la crisis del PP. El PP se ve involucrado en varios casos serios de corrupción, y eso es un lastre para ellos. ¡Ojo! Buena parte no son culpa de Pablo Casado, porque él no está imputado en ninguna causa de corrupción. También influye el hecho de que al final el PP tuvo que gestionar en una situación económica en la que tomó medidas que había prometido que no llevaría a cabo y que son duras. Al final, recortar la sanidad, la educación, subir los impuestos, hacer una amnistía fiscal, implantar copagos… pasa factura.

El futuro inmediato de Ciudadanos

Es curioso porque desde aquellos tiempos en los que dijeron, desde una entidad bancaria, que se necesitaba un Podemos de derechas… Era el momento en el que Podemos, el partido de Pablo Iglesias vivía un momento de auge, y es cierto que se buscaba algún tipo de apoyo en el espectro del centroderecha para poder pactar incluso no solo con el PP, sino con el PSOE. Después todo cambió. Albert Rivera lo tuvo casi a placer para haber formado parte de un Gobierno, pero él vio lo débil que estaba el PP y pensó que podía superar al PP y le salió la jugada mal. Ahora mismo Arrimadas yo creo que ha visto la jugada de lo que hoy en día puede ser lo mejor para ellos. Ha visto que no tiene mucho que rascar en un espectro en el cual están Voz y el PP e intenta girar y ser bisagra: pactar con el PP e incluso en gobiernos que son posibles por Vox, pero al mismo tiempo llegar a algún tipo de acuerdo con el PSOE. Se ha visto por ejemplo en la prórroga del estado de alarma.

La lección política del coronavirus

El coronavirus ha cambiado la planificación política que había y que se muestra en La Conjura. Reafirma la alianza entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sus partidos e incluso su militancia. Al mismo tiempo se han conjurado aquellos que, desde el minuto uno, se han dedicado a decir que este Gobierno no era legítimo. Es verdad que el coronavirus es una ocasión histórica que al mismo tiempo debe facilitar acuerdos a todos los niveles: políticos, también económicos. No sabemos ahora mismo dónde termina esta incertidumbre, pero es un desafío histórico. Ojalá salgamos reforzados porque hay una serie de aspectos trascendentales en nuestra transformación digital, en la economía verde, incluso en la capacidad de investigar y de ser más fuertes y coordinarnos en el sistema político del Gobierno central y de las autonomías. Incluso en la Unión Europea es todo un reto para intentar aprovechar la ocasión.

El aumento de la polarización

Yo de entrada en lo que es la polarización diría algo que afecta al periodismo: a mí el periodismo, la política de trincheras, no me interesa. Es reafirmarse en lo que diga un partido determinado porque es el tuyo, es la futbolización de la política. Yo voy con el PP porque es el mío y diga lo que diga le voy a apoyar y si es penalti en el último minuto e incluso se ha visto en el VAR, yo voy a estar con el mío. Yo creo que eso es un error porque ahí quien pierde es el sentido común, la lógica y la sensatez. Sacrificar la verdad o el bien común por el simple interés de defender a los que consideras que son los tuyos a mí me parece que es ir hacia atrás. Yo creo que es un error que nos puede llevar a perder el tiempo en un momento tan dramático e importante como este de la crisis del coronavirus, incluso para que cualquier sociedad avance.

Cataluña

Cataluña es clave para entender la política del Estado e incluso es una parte de nosotros, y lo digo yo, que desde muy pequeño he ido con mi padre en el camión a Cataluña, que tengo tíos y primas en Cataluña, y que sin Cataluña no concibo, incluso, mi forma de ser. Yo sí creo que los catalanes, igual que los que somos nacidos en Soria como yo, tenemos una serie de inquietudes compartidas que están por resolver. Ahí debe estar la prioridad. Sin duda hay una sensibilidad en mucha gente en Cataluña que es el asunto identitario al que hay que prestar atención. No hay que darle la espalda o pensar que esto se va a solucionar únicamente en los tribunales o policialmente, pero eso hay que bridarlo y hay que tratarlo con la política, con el acuerdo, con la negociación y con el sentido común. Siguen estando presentes las elecciones catalanas que están pendientes. Sin duda, marcan esto. La diferencia es la que hay, ya no solo entre los partidos nacionales y los partidos catalanes, en el propio independentismo catalán.

La polémica sobre el emérito

Me parece tremendo que en la jefatura del Estado tengamos un problema de la magnitud que refleja el tema de Juan Carlos I. Si realmente todo se ha hecho bien, el primer interesado en aclararlo y explicarlo debiera ser Juan Carlos I y debiera ser la monarquía. Hay un error en todo esto, que es decir: "No toquemos el asunto de la monarquía porque si no a ver qué va a pasar con la gente en el momento que vivimos, que ya bastantes problemas tenemos". No, la gente está a lo que está. La gente cada día se levanta con la preocupación de trabajar o de buscar trabajo, de resolver sus asuntos familiares. La justicia y la política deben estar a lo suyo también, a aplicar el sistema judicial y a resolver problemas políticos, y ahora mismo en la Jefatura del Estado y en la justicia tenemos un problema de primera magnitud y es que afecta al emérito, y hay que aclarar qué es lo que ocurrió con esos movimientos de dinero.

El periodismo en España

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Como periodista digo que a mí el periodismo de trincheras no me gusta, que pierde la verdad, porque hay quien está obcecado en defender lo que diga un determinado sector social o un determinado partido, aunque la verdad se vea sacrificada. En el panorama mediático español, por lo que respecta a medios como los digitales, vivimos un tiempo en el que están haciendo una labor de primer nivel. Habría que reflexionar: ¿por qué esto se está contando en los periódicos digitales y no tanto en los grandes medios de comunicación de masas? Si hablamos de las televisiones, ha habido un proceso de concentración en los últimos años. Ojalá hubiera más actores que fueran viables económicamente, que hubiera más líneas editoriales. No podemos olvidar la precarización del sector. Hay periodistas en el paro o cobrando unos salarios de miseria y eso, sin duda, también afecta a la libertad de expresión.

Las redes sociales como fuente informativa

Las redes sociales son una realidad y a mí me parece muy positivo que la gente pueda opinar e intercambiar información a través de las redes sociales. Yo defenderé siempre el oficio del profesional de la información. La labor de respetar a las personas, hacer las preguntas que hay que hacer, transmitirle a la sociedad aquello que necesita saber o aquello que quiere saber. Pero al mismo tiempo, el periodista ha de tener el oficio de saber cuáles son las fuentes adecuadas, de contrastar la información, de trabajarse la veracidad, de tener esa experiencia para discernir el chisme, la ofensa o el insulto de lo verdaderamente valioso, que es la noticia. Y luego hay una especie de cochambre, un ambiente irrespirable entre los que se sitúan inexorablemente en un bando y los que están en otro. Sería bueno terminar con esto y hacer de las redes una vía de expresión y de avanzar como sociedad.

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