Cómo lo ve

Maruja Torres: "Tenemos una derecha que, a ratos, 'pinochetea' mucho"

Antonio Contreras

Para cualquier periodista, tener la posibilidad de encontrarse con Maruja Torres (Barcelona, 78 años) es todo un lujo. En los últimos tiempos no se prodiga mucho porque confiesa estar "muy vaga". Sin embargo, en cuanto entra en la conversación, su cara se ilumina y reaparece una mujer comprometida, sin cortapisas y siempre abierta y espontánea. Esta semana ha venido a visitarnos a nuestro estudio del Taller de Ideas y hemos podido repasar con ella el momento que vivimos. Sobre Internet, al que considera "absolutamente maravilloso", agradece que satisfaga su curiosidad: "Me estoy desarrollando por completo en mi vejez".

El coronavirus 

"En primer lugar, me ha hecho recordar lo frágiles que somos en esto que llamamos pomposamente ‘el primer mundo’ y cómo podemos retroceder sencillamente porque no controlamos todo. Y en segundo lugar, me he reafirmado en mi idea de que los malos salen más malos y los buenos salen, a lo mejor, más buenos. Por lo demás, afortunadamente, no he tenido ningún problema personal en la salud ni en mis allegados".

Pelea política y pandemia 

"Me parece inevitable, tal como están las cosas, que todo el mundo usa todo, unos más que otros, para su propio, no sé si beneficio o para su propia subsistencia. Patalean, patalean, patalean, pillan cualquier cosa, como puede ser algo tan serio como la pandemia, y empiezan a batir como la clara del huevo hasta que no sabes dónde está la yema, pero no te importa porque lo único es inflar e inflar. Yo estoy muy cabreada sobre todo con la oposición y con las formas en que cada Comunidad, unas más que otras y algunas no, han ido yendo a la suya. Unas mucho más que otras y otras mucho menos, por cierto".

Polarización 

"Diría que la polarización es como el Guadiana. Como algo que está bajo la superficie y que si llega alguien que la rasca, se excita y entonces sale el eccema, la llaga, la sangre y el pus, sobre todo se infecta. Por eso es tan buena la educación, la democracia, el respeto al otro, los debates serenos, etc. Por eso estoy muy poco al corriente de las comunicaciones, por así decirlo, y procuro informarme bien para no sufrir ataques de polarización, que deben ser gravísimos".

Divergencias en el Gobierno 

"Ese es un tema que ya están hablando demasiado los que se creen super ultra sensibles a estas cosas. Creo que este gobierno lo tiene difícil, lo va a tener difícil siempre, lo seguirá teniendo difícil. Es un experimento realmente nuevo y lo están haciendo lo mejor que pueden. Tienen mi apoyo. Me gustaría que hicieran más cosas, pero yo también entiendo que estamos ahí para compartir. Por consiguiente, como no inventé la democracia, ni inventé los acuerdos, ni inventé los pactos… no opino con esa contundencia con la que lo hacen algunos que parece que hayan venido directamente desde una película franquista de la conquista de América hasta aquí, con todas las libertades puestas y exigiéndoles. Y si no, pidiendo un taxi o lo que sea. Yo veo un gobierno sólido dentro de la tempestad. Quiero decir que creo que el barco navega bien, considerando cómo está la mar de picada. ¿Qué vamos a hacer?"

Las tres derechas

"Me parecen los tres lo mismo. Cs, PP, Vox, con diferentes grados de educación, diferentes procedencias… Algunos que pasan por los tres sitios el mismo día sin moverse de la silla. Me parece que no es una buena oposición, aunque creo que todo el mundo está así, polarizado. Pienso que nosotros tenemos, por llamarlo con todas sus letras, una derecha muy, muy setentera. No me atrevo a decir la palabras, pero diré que a ratos pinochetea mucho".

Los grupos de identidad

"Cuando oigo la palabra 'identidad' se me ponen los pelos de punta. Entonces, solamente quiero decir que cualquier cosa, sea la democracia, sea el feminismo, con apellido, como que no lo necesita. Yo, si me preguntaras cuál es mi identidad, te diría: mamífero, bípedo, de sexo femenino, con corta esperanza de vida. Punto. No es mi frase, se la leí a alguien".

Feminismo

"Yo, con toda esta cosa última de los géneros, la percepción… ¿Qué quieres que te diga? Yo estoy muy mayor. Para mi chochito, esto es mucho. Cada cual es muy libre de hacer lo que quiere y de tener los derechos que quiera y que nadie le quite nada a nadie y ya está. Me parece una discusión estúpida. En el feminismo de los 70, cuando empezó la cosa a funcionar, se empezaron a dividir, a picarse… Paso de eso porque lo importante es no retroceder. Eso es lo que quiero decir. Y a mí me gusta mucho que haya tantas mujeres en el Gobierno porque eso normaliza nuestra presencia y ya está. Unas lo harán peor y otras mejor, como los hombres, exactamente igual, y ese es el derecho que tenemos, a la igualdad".

Permisividad social

"Creo que la sociedad española es permisiva. Lo que pasa es que con la ayuda de estos trumpistas que han intrumpido convirtiendo nuestra derecha en una cosa como fardona, como Aznar dijo, ‘sin complejos’, y como mundialmente han surgido otros líderes, ahora se excitan mucho y gritan mucho. Pero la sociedad en general ha aceptado avances sociales desde siempre, quiero decir, desde que murió Franco. La sociedad era más avanzada que los que estaban gobernando, por eso hicieron lo que hicieron y tuvieron que cambiar. Yo creo que la sociedad española es tolerante, mucho más que esas sociedades protestantes anglosajonas que se fijan tanto en el sexo y todas esas cosas. Si te vas a la Conferencia Episcopal es otra cosa, pero no entremos".

La cultura

"Nunca he visto que tuviera gran peso la cultura en España. No creo que la cultura sea un bien mamado mayoritariamente. Nuestra educación desde primaria es muy deficitaria, desde ese punto de vista. Creo que soy una persona bastante culta porque no pude ir al colegio. No estoy diciendo que no haya que ir al colegio. Sino que en mi época, casi era mucho mejor no ir al colegio y aprender en casa que estar cantando el Cara al sol. Pero no hay un interés oficial por la cultura. Tenemos un déficit de humanismo en las escuelas. No se trata de aprender los títulos, ni de leer las portadas ni de saber quién recibió el Oscar, porque eso te lo da Google. Se trata de interiorizar que sin cultura eres mucho menos. Eres mucho menos como persona y como miembro de la sociedad".

Tuitera

"Dejé Facebook después de haber estado mucho, a raíz de los escándalos sobre cómo influye en las elecciones y todo esto. Y no me atrevía a meterme en Twitter. He conseguido mantener conversaciones con gente que me interesa, enterarme de cosas e intercambiar. Soy muy de dar titulares, muy de frase corta, por lo tanto es un género, el tuitero, que se me da bien. Y cuando empiezan a insultarse, y se montan chochos entre ellos y todo eso, dejo de leer esas cosas. Entonces, no hago mala sangre. Solamente voy a la bueno. Yo es que soy muy curiosa y tengo la suerte de tener una vejez con wifi, con internet y con de todo, entonces el mundo se ha convertido en una enciclopedia fabulosa. Te lees un libro, te nombra un sitio y yo cojo mi iPad, busco la plaza, busco el lugar, busco el edificio, busco la historia… Me estoy desarrollando por completo en mi vejez. Creo que Internet es absolutamente maravilloso".

Periodismo libre e independiente

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"Claro que existe el periodismo libre e independiente. Lo que ocurre es que estamos en un cambio de paradigma absoluto. Yo creo que los medios nativos digitales son el futuro. También creo que sin dinero no se puede hacer un periodismo muy completo, que abarque todo. Los periodistas que mejor lo hacen son los que más difícil lo tienen. Porque es muy difícil no tener dinero. Tener que irte a un sitio a contar una historia y tener que volver antes de la noche porque no puedes pagar el hotel. Esa precariedad hace mucho daño al periodismo. Pero así todo, se va tirando. Posiblemente por el camino habrán quedado cosas como el reportaje trabajado lentamente, que eso se irá a los mensuales o se irá al mundo de la imagen. Y los libros. Hay muchos libros de periodismo, más ahora que antes. Pero la crónica, que es una cosa que a mí me gusta mucho, se está perdiendo. Porque la gente se está desacostumbrando a leer".

Ocupaciones

"Esta pregunta de "¿qué haces ahora?" me la hizo Perales. Que es muy bonito, porque es de la canción ¿Y a qué dedica el tiempo libre? Me dijo: "¿Y a qué te dedicas, Maruja, ahora?", porque me lo encontré en el plató de LateMotiv. Y yo me dedico a vivir. Tengo una pensión. De vez en cuando colaboro con algo. Últimamente estoy muy vaga, pero estoy en permanente estado de lectura, de interés, y también de rascarme la pomme de terre, por así decirlo".

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