Andalucía

Susana Díaz intenta cortar las alas a Unidos Podemos

Susana Díaz recibe a la candidata de Podemos, Teresa Rodríguez, en San Telmo, en el inicio de la ronda de contactos con los partidos, este 26 de marzo de 2015.

El PSOE de Susana Díaz intenta cortar las alas a su rival en la izquierda, que pretende dar un salto en Andalucía imprescindible para el ansiado sorpasso. La relación entre el partido que siempre ha gobernado la Junta y Podemos es agria en Andalucía desde el nacimiento de la formación morada, se torció aún más a raíz de su negativa a apoyar la investidura de Díaz y terminó de estropearse con los continuos choques entre la presidenta y Teresa Rodríguez, líder regional de Podemos, que han protagonizado agudas broncas parlamentarias. En la últimas semanas, al hilo del acercamiento finalmente consumado en alianza entre Podemos e IU –la principal novedad en el escenario político de cara a la repetición electoral del 26 de junio–, el PSOE ha acentuado sus mensajes para intentar debilitar y arrinconar en la izquierda radical al recién creado actor político, presentándolo como una versión "recauchutada" del Partido Comunista.

Unidos Podemos acaricia la idea de un sorpasso en el 26-J que deje al PSOE en tercera posición. Este propósito exige unos buenos resultados en Andalucía, donde la posibilidades de superar al PSOE son remotas. El PSOE obtuvo en las últimas elecciones generales en Andalucía un 31,53% de los votos y 22 diputados, frente a un 16,86% y 10 diputados de Podemos y un 5,77% de IU, que no logró ningún escaño. Incluso sumando a Podemos e IU (22,63%), la confluencia se hubiera quedado a casi 9 puntos de los socialistas. Las cuentas manejadas por los integrantes de Podemos e IU durante la negociación, en una previsión optimista, proyectan una subida de hasta 2 puntos que podría llegar a dar a la suma de ambas formaciones 16 diputados, acortando la distancia con el PSOE pero quedándose todavía a una distancia considerable.

No obstante, la introducción de un factor nuevo en el tablero político genera un panorama lo suficientemente incierto como para que los líderes de Unidos Podemos en Andalucía hayan abrazado sin complejos el discurso de que van a por la victoria, también allí donde los socialistas son históricamente más fuertes. Nada que ver con el ambiente en comicios anteriores, caso de las autonómicas de 2015, cuando incluso desde la dirección de Podemos en Madrid se deslizaban en plena campaña mensajes de escepticismo sobre las posibilidades de "ganar" –la palabra sagrada en toda campaña electoral– a los socialistas en Andalucía.

Apertura de precampaña

Los dirigentes de Podemos e IU en Andalucía tratan de subirse a la ola de optimismo y empezar cuanto antes a remar juntos. Desde la semana pasada Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU), que nunca han presumido de tener una especial sintonía, han empezado a sumar fuerzas. Primero comparecieron juntos en el Parlamento para dar visibilidad a la confluencia. Este jueves protagonizarán juntos en Sevilla el primer acto de la precampaña en Andalucía. Los líderes de Podemos e IU han encontrado un espacio de expresión común en torno a las ideas de "cambio" y de "esperanza" y van a intentar recorrerlo, centrándose en los elementos en común y pasando por encima de los roces provocados por la unión –el más sonado, la elección de un militar como cabeza de lista por Almería–.

La pretensión del PSOE es neutralizar el efecto novedad de Unidos Podemos desde ya. Uno de los mensajes centrales es que esta confluencia no supone en realidad ninguna novedad, sino todo lo contrario. La presidenta describe a Unidos Podemos como "el reencuentro de las Juventudes Comunistas". Detrás de Díaz, los principales dirigentes del PSOE andaluz lanzan ideas similares. Este martes Mario Jiménez, portavoz parlamentario de los socialistas, afirmó que Unidos Podemos es "el Partido Comunista recauchutado, el de la pinza, el del partido ya no de (Iñigo) Errejón, sino de (Luis Carlos) Rejón". "Pitufo Gruñón, Izquierda Unida, como lo calificaba el señor Iglesias, se ha comido a Gargamel. Y ahora Podemos ya no es Podemos. Es el Partido Comunista de Julio Anguita, al que vemos resucitado de entre los muertos de plató en plató", añadió.

Un viaje a hace 20 años

El PSOE intenta situar a Unidos Podemos donde estaba IU hace 20 años. No fueron electoralmente sus peores años, con Luis Carlos Rejón en el liderazgo andaluz (1988-1997) y Anguita en el federal (1989-2000). En las generales de 1996, IU obtuvo el 13,48% en Andalucía –menos de tres puntos y medio por debajo de lo conseguido por Podemos el 20-D–, llevando seis diputados andaluces a Madrid. Un año antes, en las municipales, había logrado casi el 19%. Pese a estos buenos resultados, no dejaba de ser un partido que no partía con opciones de victoria. Y ahí es donde el PSOE quiere arrinconar a Unidos Podemos.

Los socialistas creen que "Pablo Iglesias se ha quitado la máscara y se ha puesto la cara de Anguita", lo que provocará que "miles de votos de la izquierda sensata vuelvan al PSOE", en palabras de Mario Jiménez. En esa línea se insertan también las alusiones a la "radicalidad" del nuevo actor político, con referencias a Andrés Bódalo, encarcelado por una agresión durante una protesta de jornaleros. En Podemos e IU, por su parte, subrayan que se trata de un discurso calcado de Esperanza Aguirre. Ni Teresa Rodríguez ni Antonio Maíllo están dedicando excesivo esfuerzo en rebatir a los socialistas en este punto.

El discurso contra Podemos del PSOE andaluz es más duro que el del federal, donde Pedro Sánchez –también crítico con la formación morada– no deja de "tender la mano a izquierda y a derecha" de cara al día después de las elecciones. Díaz ofrece un perfil propio: ataca a Podemos con mayor dureza y se erige en tutora de la actuación de Sánchez poniéndole como listón la victoria. Los resultados del 26-J, en Andalucía y en España, serán decisivos para definir los futuros acontecimientos en el PSOE, que se expone no sólo a su tercera derrota electoral consecutiva en las generales sino, por primera vez, a la posibilidad de perder la segunda posición y el liderazgo de la izquierda. En Andalucía, en cambio, incluso desde el PP se admite de la dificultad de apear a los socialistas del primer puesto.

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Acusaciones en Cádiz

En Podemos existe el convencimiento de que la estrategia de dureza del PSOE en Andalucía está detrás de la posición del grupo socialista en Cádiz, donde Gobierna una de sus marcas locales, Por Cádiz sí se puede, junto con Ganar Cádiz, una plataforma vertebrada en torno a IU. El equipo de gobierno realizó este martes la aprobación inicial de los presupuestos en la junta de gobierno local, tras fracasar el viernes en su intento de sacarlos adelante en el pleno por la falta de apoyo de PP, C's –que se daba por descontada– y el PSOE. El alcalde, José María González Kichi, atribuyó el rechazo del PSOE a pautas que van más allá de lo local. "En Andalucía tenemos el PSOE más a la derecha de todo el Estado español", señaló. El grupo socialista justifica su rechazo en que se trata de unas cuentas "irreales" que "no han incluido" sus propuestas.

La soledad del Gobierno local de Cádiz contrasta con la incorporación del PSOE al Ejecutivo de Ada Colau en Barcelona y con la intención declarada del PSOE de Madrid de debatir una decisión similar. Cádiz es el único de los ayuntamientos gobernados por fuerzas políticas integradas por Podemos, IU y otros partidos que continúa con los presupuestos de 2015 prorrogados. El alcalde de Cádiz afirmó este jueves que cree que ha existido un riesgo de una moción de censura contra él impulsada por PP, C's y PSOE, pero que la aprobación inicial de los presupuestos en junta de gobierno ha disipado esta posibilidad.

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