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Bases militares

Las bases de Rota y Morón pierden empleo civil mientras crece el despliegue militar

Las bases de Rota y Morón pierden empleo civil mientras crece el despliegue militar

Las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) sufren una constante pérdida de puestos de trabajo, que se produce a pesar del aumento del despliegue militar en las mismas, ligado a su creciente importancia geoestratégica para Estados Unidos y la OTAN. En 2010, el número de trabajadores civiles –la inmensa mayoría españoles– en la base naval de Rota era 1.031. Actualmente son 898. En la base aérea de Morón, en el mismo periodo han pasado de 650 a 360. En conjunto se ha pasado de 1.681 empleos a 1.248, lo que supone una pérdida del 25%, según datos facilitados a infoLibre por la representación de los trabajadores en ambas bases. Tanto UGT como CCOO pretenden que la posible visita a las bases del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que está prevista para julio, permita dar la alerta sobre la continua sangría laboral y presionar al Gobierno español.

Esta pérdida de puestos de trabajo se produce a pesar de los anuncios en sentido contrario de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y Mariano Rajoy (PP). Zapatero anunció en octubre de 2011 la incorporación de España al escudo antimisiles de la OTAN a través de la base de Rota. El anuncio, que entraba en colisión con la política exterior de Alizanza de Civilizaciones que había marcado la primera parte de su mandato, fue presentado como una oportunidad de creación de empleo para Rota, una zona –al igual que toda la provincia de Cádiz– fuertemente castigada por el paro. Zapatero le puso una cifra: un millar de empleos.

Los navíos destructores estadounidenses para el escudo antimisiles empezaron a llegar a principios de 2014. El cuarto y último llegó en septiembre de 2015. Desde 2010, no obstante, el empleo civil en la base ha caído en 133 efectivos fijos de plantilla. El acuerdo bilateral establece que la proporción entre militares españoles y estadounidenses debe ser de 70%-30%. Ello supone que en la base no debería haber más de 385 militares estadounidenses. Consultado por este periódico, el Ministerio de Defensa no informa sobre el número de militares o trabajadores en ninguna de las dos bases. "Cuando nosotros preguntamos, el Ministerio nos dice que el convenio se cumple, y ya está", expone Manuel Urbina, presidente del comité laboral de la base de Rota (CCOO), que cree en cambio que no se cumple.

Urbina, de 50 años, trabaja en el departamento de Informática. Recuerda que a principios de los ochenta –lleva toda una vida profesional en la base– había más de 2.000 trabajadores. Desde entonces la rebaja de empleados ha sido "un goteo", explica. No ha habido expedientes de regulación de empleo (ERE), porque los trabajadores dependen del Ministerio de Defensa. Pero ha ido consolidándose la política de no sustituir a los jubilados, y de incentivar el retiro anticipado. El grueso de los trabajadores se emplea en lo que en la base se conoce como obras públicas –carpintería metálica, sobre todo–, transporte, mantenimiento de vehículos, administración, finanzas, contabilidad, recursos humanos e informática.

Pérdida de permisos informáticos

"Cada vez más tiran de contratas. Y trabajos como el informático se pueden extinguir porque de hecho hemos perdido el permiso de administración en la red por cuestiones de seguridad. A raíz de las Torres Gemelas han ido poco a poco cambiando mucho las cosas", explica Urbina. La llegada de los buques del escudo antimisiles, aunque no ha generado empleo en la base sino todo lo contrario, sí genera actividad en el sector servicios, ha alimentado el mercado del alquiler de viviendas y da trabajo a Navantia, que tiene un contrato para el mantenimiento de los destructores. No obstante, el clima de preocupación por la mengua del trabajo en la base ha provocado incluso pronunciamientos oficiales del Ayuntamiento. "No podemos seguir permitiendo que se destruyan puestos de trabajo directos", señaló el alcalde, Javier Ruiz (PSOE), en un reciente acto institucional.

Hasta 3.000 militares en Morón

Los trabajadores de Morón envidian a los de Rota. Su reivindicación fundamental es la equiparación. Mientras en la base gaditana los empleados dependen directamente de Defensa, en la gaditana trabajan para una contrata, Vectrus. La plantilla ha sufrido tres ERE, según los sindicatos. El número de trabajadores ha caído en 300 desde 2010, según datos de la sección sindical de CCOO. Esto ocurre a pesar del creciente peso estratégico de la base de Morón.

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El pasado año Estados Unidos y España modificaron el convenio de cooperación para convertir la base en sede de de un destacamento de marines para intervenciones en África. En virtud del acuerdo, el contingente de Estados Unidos en Morón pasaba de 850 infantes de marina y 17 aeronaves acogidas mediante prórrogas anuales, a un despliegue permanente de 2.200 militares, 500 civiles y 21 aeronaves. La enmienda al convenio aumentaba además hasta los 800 efectivos y 14 aeronaves el límite adicional para despliegues temporales, de modo que la base sevillana puede acoger hasta 3.000 militares estadounidenses en momentos puntuales. Un año antes, el Consejo de Ministros ya había permitido incrementar el número de marines de 500 a 850.

Este incremento se producía en paralelo a los despidos de personal civil, acometidos fundamentalmente por la anterior concesionaria del contrato de mantenimiento de la base, Vinnell-Brown & Root Spain (VBR). El clima laboral en Morón es más tenso que en Rota. José Armando Rodríguez, presidente del comité de empresa (UGT), ha advertido ya de que una visita de Obama sería "una oportunidad" para "visibilizar" el conflicto. "Los representantes españoles son los que tienen la llave para solucionar el conflicto", afirma Rodríguez, que alerta además de que la empresa prevé el despido de 30 trabajadores más. Cuando en 2014 comenzaron las autorizaciones para incrementar la presencia militar en Morón, Pedro Morenés, ministro de Defensa, dijo que confiaba en que ello tuviera un "reflejo" en la contratación de personal civil.

Rubén Ballesteros, de 55 años, y con 31 de experiencia en el taller mecánico de vehículos de Morón, afirma que "cada vez hay menos trabajo civil y más presencia militar". Y además llama la atención sobre las actividades que desde 2014 han quedado vetadas a los trabajadores civiles: carga y descarga de combustible, carga y descarga de los aviones, transporte en el interior de la base... A juicio de Ballesteros, miembro de la sección sindical de CCOO, se trata de actividades críticas para que una huelga tuviera capacidad de paralizar la base.

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