La primera ola migratoria del año evidencia la ineficacia de los CIE

El primer pico de llegada de inmigrantes a las costas de Andalucía, con cerca de 300 personas desde el 1 de enero, está poniendo de relieve las deficiencias y carencias del modelo CIE en la gestión del fenómeno migratorio. El Gobierno, incapaz de afrontar por sus medios la llegada de inmigrantes, ha delegado la atención a más de 100 personas a las ONG, afirmando que éstas constituyen una parte más del sistema oficial de "acogida". Antonio Sanz, delegado del Gobierno en Andalucía (PP), admitió que hay falta de plazas suficientes en los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y señaló que por ello los inmigrantes estaban siendo atendidos por ONG. Pero, para justificarlo, aseguró que en la práctica que un inmigrante sea internado en un centro de función penitenciaria o atendido por una organización defensora con los derechos humanos es similar.

"No están siendo puestos en libertad" al ser atendidos por las ONG, enfatizó Sanz, que consideró que éste sería un mensaje equivocado a la sociedad. Según el delegado del Gobierno, al haber un "incremento importante de llegada de inmigrantes a nuestras cosas" se ha tenido que dividir la "acogida" entre los CIE y las ONG. "Parece extraño que los que critican que existan CIE son los mismos que critican que vayan a ONG", afirmó Sanz. "Lo que se hace es tramitar o bien su puesta a disposición de las ONG o bien de los CIE. Considerar la acogida en los CIE como poner en libertad es un poco extraño", reiteró el delegado del Gobierno.

"¿Cómo que no están en libertad? El delegado del Gobierno debería saber algo de derecho. Nos parece fenomenal que estén con las ONG, pero intolerable que las equipare con los CIE. De las ONG todos se pueden ir en cuanto quieran. De los CIE, no. Quiero insistir en esto: para entrar en un CIE se dicta un auto de privación de libertad, para ir con Cruz Roja, no", enfatiza José Luis Rodríguez, coordinador del equipo jurídico de Andalucía Acoge, para quien esta primera oleada migratoria de enero –favorecida por el buen tiempo y el mar tranquilo– "ha vuelto a demostrar que el sistema de gestión de flujos migratorios es completamente ineficaz".

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"El problema no es que no haya plazas en los CIE. No queremos ni una plaza más. El problema es que se le quieren poner puertas al campo y fronteras al mar y todo se invierte en vigilancia, policía, centros de internamiento. Y eso no sirve para nada. Si seguimos tomando aspirinas para el cáncer, 2017 va a ser peor y 2018 aún peor", añade. La solución, dice Rodríguez, pasa por la "cooperación". Y lo demuestra, según esta interpretación, que a la hora de la verdad, cuando llegan unos centenares de personas en cuatro días, el Gobierno tiene que apoyarse en las ONG para afrontar el problema.

Desde el 1 de enero han llegado en distintas embarcaciones a las costas andaluzas de Málaga, Almería y Granada, interceptados y ayudados a alcanzar la costa por Salvamento Marítimo, al menos 290 inmigrantes de origen subsahariano. De ellos, más de 100 llegados a Málaga y al menos 32 desembarcados en Motril han quedado a cargo de organizaciones no gubernamentales como Cruz Roja y Movimiento por la Paz, según distintas ONG. La Delegación del Gobierno en Andalucía no aclaró a qué CIE han sido trasladados los restantes. En Andalucía hay un CIE, en Algeciras, con dependencias anexas en Tarifa.

Las cifras de llegada de inmigrantes del arranque de 2017 son comparativamente elevadas. En 2016 fueron 161 las personas llegadas a las costas andaluzas en los primeros 19 días del mes a bordo de seis pateras, mientras que en 2015 los interceptados fueron 157 en los primeros ocho días del año, lo que supuso más del doble de las 61 que lo hicieron en el mismo periodo del año anterior a bordo de dos pateras. Por su parte, durante todo enero de 2013 tan sólo llegaron a Andalucía 16 personas en dos embarcaciones.