Hazte Oír consiguió este miércoles llevar a Sevilla su
palabra de intolerancia. Por medios distintos, refinando y maquillando su campaña y haciéndola menos obvia en su expresiones de fobia, la asociación ultraderechista logró difundir su mensaje de rechazo a la diversidad sexual, especialmente a la transexualidad infantil. En vez de su mensaje original –"Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo–, Hazte Oír llevó su autobús a Sevilla con el lema "Respeto para todos. No al
bullying", aunque el vehículo remitía al enlace en Internet de una
publicación que califica la transexualidad como "anomalía".
Con su estratagema,
la organización presidida por Ignacio Arsuaga logró evitar lo ocurrido en Madrid –donde
intervino la Policía Local y
la Fiscalía abrió una investigación– y se puso a salvo de la acción de las autoridades. El autobús de Hazte Oír fue
escoltado por hasta siete furgones de la Policía Nacional y decenas de agentes a pie y a caballo, que acabaron dispersando a los aproximadamente 200 manifestantes que bloquearon el paso al vehículo durante más de media hora. Algunos lanzaron objetos contra el autobús. Alguien hizo una
pintada sobre las figuras infantiles que adornan el autobús, colocándoles órganos genitales femeninos al niño y masculinos a la niña. Nadie resultó herido.
Hazte Oír, que cuenta con el
apoyo de la Conferencia Episcopal, había anunciado el día anterior su visita a Sevilla con su nuevo lema, pese a que el pleno del Ayuntamiento había aprobado por unanimidad que consideraba
"non grato" este autobús. Opositores a la campaña de esta asociación, considerada
de utilidad pública por el Ministerio del Interior gracias a
Jorge Fernández Díaz (PP), se manifestaron por la mañana en la céntrica Plaza Nueva. Jugando al despiste,
Hazte Oír convocó a los medios fuera de Sevilla, en una gasolinera con una amplia explanada de aparcamiento en San Juan de Aznalfarache, un pueblo a las afueras. Siete policías y algo más de una decena de informadores se plantaron allí. El alcalde de San Juan, Fernando Zamora (PSOE), se pasó a mirar el dispositivo con aire de preocupación. Lo tranquilizó ver el clima tranquilo de la convocatoria. "A ver si se van cuanto antes", dijo el regidor, y se marchó discretamente.
Arsuaga y su equipo –guardaespaldas, responsable de prensa...– llegaron pasadas las 11.30 a la gasolinera, sin el autobús. Ante los medios, Arsuaga presentó a su asociación como
mártir de la libertad de expresión, que difunde un mensaje de respeto y tolerancia para todos. "El
establishment trata de coartar nuestra libertad de expresión", dijo, en un mensaje que recuerda al de Donald Trump. También comparó su iniciativa con la del autoproclamado
"Free Speech Bus" de Estados Unidos. Dos activistas,
trabajadores de Podemos, desplegaron banderas a favor de la libertad sexual mientras Arsuaga hacía el canutazo ante los medios. El presidente de Hazte Oír, muy serio y metido en su papel, con un guardaespaldas detrás, hablaba de los riesgos que acechan a la libertad en occidente con
una bandera arco iris y otra azul y rosa prácticamente en su campo visual. Dentro de la gravedad del asunto, el momento tenía un punto cómico.
Cuando uno de los activistas alzó la voz, ambos fueron identificados por la Policía Nacional. Les indicaron que podían poner las banderas detrás de Arsuaga, pero no interrumpirlo. El secretario general de Podemos en San Juan, Raúl Sánchez, también presente, gritó
"fascista" a Arsuaga. Igualmente fue identificado por la Policía Nacional.
Bandera 'trans' en el Ayuntamiento
El presidente de Hazte Oír contó que la Policía Nacional le había aconsejado no llevar el autobús a San Juan e ir directamente a Sevilla, para evitar más problemas. No revelaba el lugar donde se dirigiría para evitar que le diera tiempo a llegar a los manifestantes de Plaza Nueva. En esta céntrica plaza se concentraron cientos de personas contra la campaña de Hazte Oír. En el Ayuntamiento –que se encuentra en dicha plaza– ondeó la
bandera azul y rosa que simboliza la defensa de los derechos de los transexuales.
Finalmente el lugar al que se dirigió el autobús de Hazte Oír fue a una calle junto al
Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz (PSOE), también en el centro, donde Arsuaga pretendía entregar un escrito en defensa de sus
tesis ideológicas, según las cuales los genitales con con los que se nace determinan la identidad de género, una idea refutada científicamente que –a su juicio– sufre persecución en el ámbito político e ideológico.
Arsuaga no logró entregar su escrito. Andalucía es una de las comunidades que está impulsando
legislación contra la discriminación a los transexuales.
Sin margen de actuación
Responsables del Gobierno local (PSOE) y de la Subdelegación del Gobierno (PP) habían hablado por la mañana, pero su conclusión fue que con los enunciados que mostraba era imposible intervenir contra el autobús, explicaron fuentes oficiales del Ayuntamiento. Su intención era
prestarle al vehículo la menor atención posible, quitarle protagonismo, no anunciar ningún dispositivo de seguridad especial y ahogar así su repercusión. En este sentido, Espadas llamó a "no caer en la provocación".
Unas 200 personas acudieron al Palacio de San Telmo a manifestarse contra el
famoso autobús. Hubo supuestamente lanzamiento de huevos y piedras, que causaron la
rotura de la luna delantera. Alguien realizó una pintada en un lateral del vehículo, colocando genitales masculinos a la figura de una niña y viceversa. Entre los asistentes se comentaba que una piedra que había impactado en la luna fue lanzada por "un espontáneo que había salido corriendo". No hubo detenidos.
Manifestantes de PSOE, Podemos e IU
Dentro del autobús estaba el equipo de Hazte Oír. Frente al vehículo, los manifestantes, lanzando cánticos contra ellos –y su financiación pública– y a favor de la libertad sexual. La situación se prolongó durante más de media hora. Entre los manifestantes estaban Fran López, coordinador del grupo LGTB del PSOE de Andalucía; Nacho Molina, secretario de Organización de Podemos Andalucía; el concejal de IU Daniel González Rojas y el coordinador local de esta coalición, Ismael Sánchez.
Al final la Policía Nacional, tras un intento frustrado de abrir paso por la fuerza al autobús, logró que los manifestantes despejasen la vía sin mayores incidentes. El vehículo pasó entre
insultos y algún huevazo. Decenas de agentes a pie y a caballo, además de siete furgones policiales, escoltaron al vehículo de Hazte Oír a su salida, lo que provocó la indignación de algunos presentes. Agentes policiales esgrimieron sus porras contra algunos manifestantes, sin llegar a golpear. Los hechos dejaron entre los manifestantes un sabor agridulce: por un lado –se felicitaban– habían logrado que el autobús se fuera; por el otro, sabían que Hazte Oír había logrado la repercusión buscada. Los agentes de Policía se felicitaban entre sí por considerar que habían resuelto bien la situación. La gira del autobús naranja continúa. Arsuaga anunció que el viernes estarán en "otra ciudad". Le encanta ir generando expectativas. Busca titulares.
En los ayuntamientos donde los alcaldes son diferentes al PP PSOE, aunque apoyados por el PSOE, la respuesta ha sido muy diferente a la de Sevilla, por parte del consistorio y la policía.
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