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María Dueñas, autora de la novela 'La templanza': “Tenía incertidumbre con la serie, pero es excelente”

Esta sección televisiva celebra el Día del Libro con María Dueñas. La filóloga y profesora debutó como escritora en 2009 encabezando directamente las listas de autores más vendidos y no se ha apeado de esa posición con sus obras posteriores. Tras el éxito de la versión televisiva de esa primera obra, El tiempo entre costuras, ahora está presentando su secuela, la novela Sira, que retoma a su protagonista. Mientras, puede verse en Prime Video una miniserie de diez episodios que adapta otro de sus títulos, La templanza. En esta ocasión, la autora manchega lleva la acción a la segunda mitad del siglo XIX. Con el alma en Jerez, donde ubica la bodega que da nombre a la historia, sus personajes se mueven también en México, Cuba o Londres. Leonor Walting y Rafael Novoa encarnan a los protagonistas, que pasan por sus propias vicisitudes en paralelo antes de encontrarse.

Entre la adaptación y el libro hay una diferencia en este sentido —aclara la autora—, porque yo lo tenía planteado de manera distinta. Mi novela arrancaba con Mario Larrea, el protagonista, llevando solo la antorcha durante casi un tercio y después entraba Soledad Montalvo con una fuerza increíble, de forma que ya desde el centro hasta el final los tenía juntos y ella iba ganando cada vez más protagonismo, casi se nos olvidaba que él estuvo solo en algún momento”.

“Hay cosas que los libros admiten y es complicado traducir a lo audiovisual”

Prosigue Dueñas: “Esto, a la hora de adaptarlo se les hacía un poco insostenible, que ella, la chica, no apareciese hasta casi la mitad de la serie, con lo cual hicieron una adaptación. Como cuando ella aparece sí que tenemos la memoria y las evocaciones de lo que fue su pasado, los guionistas decidieron recuperar ese pasado e insertarlo desde el principio, de forma que del capítulo uno al cinco van en paralelo las vidas de los dos, pero separadas y, a partir de entonces, ya van hacia el final mano a mano. Ahí ha estado la variación, y yo creo que tiene toda la razón desde el punto de vista audiovisual porque hay cosas que los libros sostienen bien y después es un poco complicado hacerles ese trasvase o traducción a otros lenguajes. Creo que ha sido una decisión muy acertada”.

En lo que respecta a la colaboración entre novelistas y los guionistas que adaptan sus obras no existen normas, cualquier fórmula aceptada por ambas partes puede ser válida. En el caso de La templanza, María Dueñas sí ha tenido relación con los guionistas encargados de la adaptación, Susana López Rubio y Javier Holgado, según refiere: “Voy viendo el guion paso a paso, capítulo a capítulo, me reúno con ellos, charlamos, vienen a casa, nos vemos en cualquier sitio, es una relación muy cordial y muy cercana, si se puede transformar la obra en algo distinto son muy considerados, lo hablamos todo y no hay ningún problema”.

“Propongo constantemente cambios en guion, muchos se aceptan, otros no”

Eso no quiere decir que Dueñas tenga la última palabra, como aclara: “Hay otras capas por encima de los guionistas que también tienen algo que decir. Tienen otras miradas distintas, todas con su sentido y su razón de ser y tienen que intervenir también, pero yo con los guionistas sí que tengo esa relación, me lo van comentando, me pasan los capítulos enteros, yo los reviso, puntúo, corrijo, cambio y luego eso se puede aceptar o no. Muchas veces sí y algunas otras no puede ser. Pero propongo constantemente y ellos son muy respetuosos y están cercanos. Intento intervenir también en las otras decisiones a veces, pero son cuestiones que pueden afectar incluso al presupuesto, o son más técnicas”.

Ver por primera vez la novela en imágenes es un momento especial para su autora. Así recuerda el primer visionado de La templanza Dueñas: “Yo soy un poco menos tranquila de lo que parezco en según qué momentos. Siempre hay cosas en el último instante que ‘ah, esto no tendría que ser así’ pero al final son cosas pequeñas. La base es tan buena, es tan potente, el andamiaje sobre el que se instala todo es tan bárbaro que lo que yo puedo ver de otra manera es meramente un detalle y muchas veces ni siquiera la audiencia lo percibe. Lo percibo yo porque estoy detrás y porque he escrito el libro y sé lo que hay. O alguien muy versado en historia mexicana o mexicano de naturaleza, pero son cosas muy mínimas. Siempre está la incertidumbre de qué va a pasar, pero yo creo que aquí la apuesta era tan fuerte y estaba tan bien hecha que era un poco difícil que algo fallase y al final el resultado ha sido excelente”.

“Ni he leído ni visto ‘El tiempo entre costuras’ antes de escribir ‘Sira’”

Dueñas se ha embarcado en un proceso también interesante, resucitar a la protagonista de una novela que ya se encarnó en una serie. Es el caso de su última obra, Sira, que se centra en la popular costurera y espía que interpretó Adriana Ugarte. María Dueñas aclara si le influyó la versión televisiva: “Como ha pasado tanto tiempo desde que se estrenó la serie en 2013, y desde la publicación de la novela El tiempo entre costuras en 2009, ahora yo ya lo veía con una cierta distancia y sopesé si debía ver otra vez la serie, leer otra vez el libro y decidí que no, que me iba a quedar con lo que yo tenía en mi cabeza entonces. Me he aislado, he empezado la novela de cero, me he dejado llevar solo por vagos recuerdos de entonces pero he preferido que no hubiese esa intervención. Obviamente, está todo en mi cabeza, pero he preferido tenerlo alejado”.

¿Puede haber cambiado Dueñas su forma de escribir tras su contacto con las series? “Conscientemente no, pero supongo que algo, de alguna manera, se inserta. De manera consciente estamos el texto y yo en solitario sin tener en cuenta imágenes, sin tener en cuenta lectores… Intento concentrarme al máximo solamente en mi parcela, pero seguro que algo debe de haber después de tantas horas de distintos formatos audiovisuales”.

“Hay muchas ganas de hacer una serie de ‘Sira’, pero ahora es el momento del libro”

Sira todavía no es un proyecto de serie, como explica su autora: “Para Sira hay ganas alrededor, muchas, pero prefiero esperar un poco, porque ahora creo que es el momento del libro, de que llegue a los lectores, de que lo disfruten, que lo hagan suyo, evoquen la historia dentro de sus mentes sin la intervención de qué va a pasar después, quién va a ser la protagonista, cómo se va a hacer el rodaje. Ahora es momento libro, momento novela, yo creo que hay que dejarlo fluir así. Pero más adelante seguramente habrá algo, además, con cómo funcionó El tiempo entre costuras es normal que haya ganas, y es una novela también muy visual y muy impactante en muchas de sus escenas y yo creo que sería también una magnífica obra audiovisual”.

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En cambio, la escritora explica en qué punto está la adaptación de Las hijas del capitán, su cuarta novela, y libro más vendido en España en 2018, por encima incluso de Patria, de Aramburu. “Están en la fase de guiones. Yo voy a entrar en cuanto empiece la cosa a avanzar y ya hemos estado hablando y en contacto en múltiples ocasiones. Ahora mismo yo estoy un poco fuera porque estoy en lo mío y porque en esta fase yo no intervengo tanto, pero entraré más adelante”.

Si hasta ahora María Dueñas asesoraba en guion, pero no tenía voto al elegir al elenco o en la producción ejecutiva, las cosas pueden ser distintas ahora: “Creo que a partir de Las hijas del capitán va a cambiar un poco la tónica y voy a poder tener un poco más de intervención. Se están abriendo un poco más los nuevos formatos de participación para los creadores originales y no sería la primera que interviene un poco más y tampoco creo que la última. Pero siempre desde el respeto a los que de verdad conocen todas las parcelas”.

La escritora recibe ahora las opiniones tanto de lectores como de espectadores. Prioriza claramente: “Para mí es muy importante que los lectores originales de las novelas no se sientan defraudados al ver sus historias trasladadas al lenguaje audiovisual. Por delante pongo a los lectores. Siempre hay algunos aferrados a ese libro que les encandila en su imaginación. Pero casi todo el mundo dice de momento que las adaptaciones están a la altura, yo cruzo los dedos para que sigamos así”.

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