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Ramón Lobo sobre 'Mare of Easttown': "Es una estupidez fijarse en el aspecto de Kate Winslet en lugar de en su interpretación"

Ramón Lobo es escritor, colaborador en infoLibre y en la cadena Ser, donde aporta sus más de cuarenta años de experiencia periodística –especialmente como corresponsal en destinos en conflicto en todo el planeta– a sus análisis de la actualidad. Recientemente escribió en su muy activa cuenta de Twitter (@ramonlobo) un elogio a la serie Mare of Easttown. Se trata de una miniserie de siete episodios que sigue la investigación de unos crímenes en una pequeña ciudad del estado de Pensilvania y puede verse en HBO

En su tuit, Lobo elogiaba la serie y a su protagonista, Kate Winslet, reivindicando su trabajo por encima de la polémica sobre su aspecto físico, y vuelve a hacerlo: “Me parece una intérprete descomunal, de estas actrices o actores que en el momento que salen nunca ves a la actriz o al actor, ves al personaje. Y siempre ha sabido elegir muy bien sus trabajos. Me indignaron un poco los titulares acerca de si tenía sobrepeso o patas de gallo, que si estaba desafiando a la industria de Hollywood por hacer un papel de persona mayor. Yo no la veo nada mayor. Tiene 45 años, no es esbelta pero no se le ve la tripa en ningún momento. Me pareció una estupidez que nos fijáramos en esto y no en la interpretación, en la serie en sí y en la América que muestra. Es una prueba de este mundo vacío, superficial en el que nos movemos y que afecta al periodismo, a la política y a todo”. Hubo también quien no entendió su crítica: “La gente no entiende la ironía en las redes, tampoco la entienden en la vida normal, las redes reflejan un poco este país sin humor. Sabemos reírnos mucho de los demás pero muy poco de nosotros mismos”.

Winslet interpreta a la policía que investiga el asesinato de una madre adolescente y que aún tiene pendiente de resolución la desaparición de otra joven en la localidad de Easttown. Comienza como un personaje arisco y episodio a episodio se van desvelando sus motivaciones. Para Ramón Lobo: “El personaje es muy interesante porque es complejo. Muchas veces por la calle vemos gente y no sabemos lo que hay detrás. Ella nos va mostrando en la serie un personaje con una crisis interna, la no superación de una tragedia, su vida matrimonial que se desmoronó, su trabajo, su conexión con el pueblo y también nos muestra una América que no es Nueva York, Miami, Los Ángeles, que no es San Francisco, que es la América real”.

El personaje de Mare vive a su pesar con su madre, interpretada por Jean Smart, con la que tiene una conflictiva y divertida relación, la favorita de la serie para parte de la audiencia, entre la que se encuentra Ramón Lobo: “La madre me ha encantado, creo que hace un papelón. Todos hacen buenos papeles, pero el suyo creo que es extraordinario, porque también refleja las tensiones con la hija, con el marido, también tiene su tormento interior”. Y añade, refiriéndose a la nada glamurosa mesa de la cocina en la que la madre y su hermano degustan sus cócteles: “Me gustan también esos Manhattan y cervezas que están alrededor de todo”.

La protagonista de la serie tiene un interés romántico, interpretado por Guy Pierce, que también lo fue en otra miniserie de éxito en HBO protagonizada por Kate Winslet, Mildred Pierce. En esta ocasión, el actor encarna a un escritor: “En realidad es un fracasado, solo ha escrito un libro con un poco de éxito. En un momento dado pensé que podía ser el asesino. Es que me caía mal. Es uno de esos personajes que desaparece y luego lo terminan ahí, pero también ocurre en las novelas, hay cosas que te distraen, que te confunden pero que luego desaparecen, son juegos de los autores”.

“Menos mal que no vi el tuit en que Stephen King adivinó el final”

Ramón Lobo ha jugado a tratar de averiguar quién podría ser culpable: “Yo tenía varios candidatos a asesino, siempre en las series buenas te dan varias opciones. Menos mal que, aunque yo sigo a Stephen King porque me gustan mucho sus tuits anti-Trump en estos cuatro años, no le he seguido en esta serie porque desveló el final. Acertó con el final antes que nadie. Yo en cambio no, tenía otro candidato y me llevé una sorpresa. Después hay algunos cabos sueltos, me he quedado pensando si están sueltos porque no los han cerrado bien o porque yo no me he enterado bien, con lo cual hay una deuda con la serie, quizás volveré a ella con el tiempo”.

Pero Ramón Lobo insiste sobre todo en lo interesante del retrato de un Estados Unidos nada cosmopolita, que se articula de una manera muy diferente a la de las grandes ciudades: “Esa América pequeña, entre lo rural y la pequeña ciudad es la que vota a Trump, aunque esto es Filadelfia —Winslet ha tenido la gran dificultad de imitar el acento, que es muy especial—. En esta zona son mujeres muy duras. Y me gusta que muestre esta América real porque es la que no vemos en los medios de comunicación, la que se está moviendo a la extrema derecha, la que ha renunciado a la verdad, que tiene miedo por los cambios laborales o generales que se están produciendo, miedo a la robótica, a la inmigración. Creo que es una serie que muestra mucho de la América que va a dar que hablar en los próximos años porque el trumpismo no ha muerto para nada”.

“La América que no solemos ver se dirige a un escenario en el que la democracia está en peligro”

Este Estados Unidos es muy distinto a la forma en la que se agrupa la población en Europa según Lobo: “Esta comunidad está muy bien reflejada, aquí en torno a una iglesia católica, pero en otras partes de América es en torno a una iglesia metodista u otro tipo y todo se reúne en torno a esta comunidad. En estas ciudades y pueblos hay un valor muy fuerte de la comunidad, por encima incluso del individuo. En Nueva York no, pero en estas localidades sí. Es ese el tono de la América que no solemos ver, la de Kansas, de Iowa, del centro, la que ahora está cambiando las leyes para que no puedan votar las minorías, o lo último, para que no puedan votar los minusválidos, o la gente con retraso. Es una América que en realidad solo quiere que voten los blancos, un país que se está dirigiendo a un escenario en el que la democracia está en peligro, como decía hace poco Hillary Clinton”.

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“Estoy suscrito a todas las plataformas para no tener que ver la televisión generalista”

Lobo es una persona comunicativa y sociable, pero la pandemia ha cortado de cuajo su actividad. “Estoy un poco paralizado —desvela—, empezando a coger el ánimo social porque llegué a tener un poco de fobia social al ver a demasiada gente”, señala refiriéndose a actitudes imprudentes. En estos meses la ficción televisiva ha cumplido su objetivo de acompañamiento: “La televisión es una de las ventanas, ahora que no se puede ir al cine. Yo por lo menos, tengo miedo de ir a las salas, aunque sea con mascarilla, o al teatro o a conciertos y demás. Ya descubrí hace mucho Netflix, HBO, Disney... estoy suscrito a casi todas para no tener que ver Tele 5. Perdón, no sé si debería decir esto, para no tener que ver las televisiones generalistas y tener que llevarte sorpresas constantemente. Nunca he puesto especial atención a las series. A veces estoy con amigos que han leído el último libro, han visto la última serie y digo: ‘¿Estos cuándo duermen?’”.

Él por su parte tiene varios proyectos: “Empecé a escribir una novela muy mala, una distopía, pero ahora lo revolucionario es escribir una utopía. Sí quería escribir un libro sobre la muerte, continuación del de las ciudades y la soledad”, señala sobre su último título, Las ciudades evanescentes, publicado en octubre pasado. A la vez, tras haber investigado tiempo atrás sobre su familia española, ahora indaga en el otro lado: “Estoy con una rama que es francesa por mi abuela, luxemburguesa por parte de mi abuelo. Vivían en unos cien kilómetros a la redonda. Los alemanes les invadieron tres veces, ahora entiendo que a mi abuelo no le hicieran gracia. No sé si saldrá un árbol genealógico que se remonte hasta el siglo XVII, si será un libro de viajes, o una historia de la muerte. Me siento muy a gusto con los muertos porque ya no te pueden fallar”.

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