Miguel del Arco: “Cuanta más tecnología, más auge teatral”

A Miguel del Arco le produce un poco de vergüenza la avalancha de premios y distinciones que ha recibido en los últimos años y que ha culminado con las 16 candidaturas a los Max, los galardones del teatro español que se entregarán en mayo. Desde La función por hacer, una adaptación de la pieza de Pirandello Seis personajes en busca de autor, estrenada en 2009, este madrileño de Carabanchel no ha dejado de cosechar buenas críticas y de llenar los teatros hasta llegar a su obra Deseo, que está en cartel en Madrid con gran éxito desde el pasado enero.Deseo, “Me he ganado la vida como actor durante muchos años y mi trayectoria me ha llevado a tocar muchas disciplinas y a diversificar mucho mi trabajo. Ese rasgo me ha permitido conocer toda la carpintería teatral, disponer de una visión global”, comenta Del Arco.

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“Llegó un momento”, señala, “en el que pensé que me apetecía escribir mis propios textos y dirigirlos a mi aire. En una palabra, quería ver representado aquello que me atraía como espectador y verlo puesto en escena a mi manera. Supongo que eso me llevó a pasar desde la interpretación, que no echo de menos, a la dramaturgia y la dirección. Ahora bien, reconozco que soy incapaz de dirigir y actuar a la vez”. No se le puede negar a Del Arco que es un creador versátil que ha sido actor en teatro, cine y televisión, que ha escrito guiones y en la actualidad prepara una película sobre la familia, Las furias, que está escribiendo y que dirigirá. “El cine”, aclara el director, “me encanta, pero creo que depende de muchos factores de todo tipo mientras en el teatro resulta clave la labor de grupo”. Le gusta crear un buen ambiente en los ensayos, no acepta jerarquías ni malos modos y se compenetra a fondo con los actores. Esta filosofía de Del Arco explicaría que haya dirigido con maestría a actrices de la talla de Nuria Espert (La violación de Lucrecia) o Carmen Machi (Juicio a una zorra) (La violación de Lucrecia)(Juicio a una zorra)o a elencos como el de Deseo (Emma Suárez, Luis Merlo, Belén López y Gonzalo de Castro).

Está convencido Del Arco de que el teatro español vive una época de efervescencia “a pesar de que estamos sufriendo una crisis terrible en un país dominado por piratas”. El teatrero explica la aparente paradoja en estos términos: “Estamos todo el día conectados a los aparatos y las redes sociales, pero nos falta diálogo en vivo y en directo. El teatro es cultura en directo y no en soporte virtual. Por eso, cuanta más tecnología, más auge del teatro”. Con la perspectiva de sus 47 años, Miguel del Arco cree también que los profesionales de la escena se han aplicado más en los últimos tiempos, cuentan con una formación más completa y van más allá de esperar el apoyo de las instituciones. “Esta situación ha derivado”, afirma, “en un movimiento de creatividad y de más trabajo en equipo”.

Mientras aguarda la gala de los Max del 15 de mayo en Madrid y ultima el guión para su primera película, Miguel del Arco está satisfecho de llenar el teatro todos los días con Deseo, su apuesta más comercial hasta la fecha, y espera la reposición en los próximos meses de Juicio a una zorra y La función por hacer. “Los premios de compañeros son muy bien recibidos, pero en el teatro el auténtico premio es el público”. A Miguel del Arco no le falta ninguna de las dos cosas.