Teatro

Contra los pinzamientos de la crisis, colchón de Gomaespuma

Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, Gomaespuma.

En torno a una mesa repleta de papeles, vasos, bolígrafos… dos hombres reflexionan sesudamente sobre el contenido de los documentos, informaciones de actualidad: que si Bruselas dicta sus órdenes, que si los adolescentes europeos viven enganchados a Internet… Las conclusiones a las que llegan, eso sí, muy serias no son.

Y es que esos dos hombres son Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, GomaespumaGomaespuma, ensayando el espectáculo con el que se van a subir por primera vez en sus vidas sobre un escenario, para hacer ni más ni menos que lo que han hecho siempre en la radio: desatar las risas.

Nadie sabe nada, dirigido por el presentador y humorista Andreu Buenafuente, se estrena el día 6 de junio en Madrid en el Teatro Calderón, donde actuarán en ocho sesiones durante dos semanas, de jueves a domingo. El show se trasladará a Barcelona el 3 de julio, donde se representarán en el Barts también durante dos semanas, de miércoles a domingo.

La dinámica de la función, ideada por Buenafuente y Berto, se divide en tres secciones, todas fundamentadas en la improvisación. “Es lo que hemos hecho toda la vida, así que nos va bien”, dice Fesser. En la primera parte, los dos humoristas se harán preguntas el uno al otro: “Buscamos temas comunes y vemos cómo funcionan”, explican. “Algunos temas ya están previstos, pero no sabemos cómo los vamos a contar”.

En la segunda sección, comentarán desde su particular punto de vista –como hacían en el ensayo-, las noticias más destacadas del día, y por último, satisfarán la curiosidad de los presentes contestando a cuestiones que estos habrán dejado en una urna a la entrada, para concluir con una canción inventada sobre la marcha sobre lo acontecido sobre las tablas. “Improvisamos pero nos sometemos a un formato”, dice Fesser. “Seguimos las órdenes de un supercicuta”.

El interfecto, que no es otro que Buenafuente, además de “llevarse el dinero”, como cuentan entre risas, les ha aportado como director algo de lo que ellos admiten carecer: “Teatralidad”. “Porque nunca lo hemos hecho”, señala Fesser, que reconoce que ambos están "muy nerviosos" ante el estreno. "Echa cuentas: 800 butacas en Madrid por ocho días, 6.400 tíos, y en Barcelona, 900 butacas por diez días, 9.000 tíos. Esos son muchos tíos". 

Aunque dejaron atrás su popular programa radiofónico hace un lustro, Fesser explica que “queríamos hacer cosas juntos, pero yo vivo muy lejos, en Nueva York, y hacer giras pequeñas facilita que pueda venir unos días”. Además de Madrid y Barcelona, la obra podría pasar por algún festival teatral este verano, una cuestión que se encuentran sopesando.

“Reírse de una cosa o de otra te lo da el sentido común”, dice Cano -también colaborador de infoLibre con un videoblog-, sobre el tono que mantendrá el espectáculo, que seguirá la línea de lo que ya han venido haciendo los últimos “25 o 30 años”. “Cierta dosis de positivismo no evita el drama, pero puede ayudarte a sobrellevar una situación”.

Sobre si volverán o no a colaborar de manera continua, los Gomaespuma ven la coyuntura “complicada”. “Queremos seguir trabajando juntos, pero sin yo destruir mi vida privada”, dice Fesser. “No quiero estar trabajando aquí y que cuando vuelva a EE UU a mis hijos ya les haya salido el bigote”. 

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