Adiós a Elmore Leonard

Elmore Leonard, un novelista muy peliculero

Elmore Leonard.

Manuel Florentín

“Si escribo algo y suena a escritura, lo reescribo”, solía contar Elmore Leonard sobre su estilo de narrar. Un estilo que se basaba en diálogos contundentes y precisos, que no podían sonar a escritura para el lector. Le gustaba ir al grano de una trama sin perderse en largas descripciones de lugares y personajes, porque su obsesión era “evitar las partes que los lectores tienden a saltarse”.

Elmore Leonard fue el puente, el eslabón vivo entre la época dorada de la novela negra estadounidense, la de Dashiel Hammet y Raymond Chandler, con la de las nuevas generaciones actuales. Uno de los máximos representantes de estas últimas, Dennis Lehanne, lo consideraba “el mayor escritor de novela negra de todos los tiempos”. Martin Amis incluso llegó a decir que superaba a aquellos maestros de antaño al considerar que su “estilo es más elegante” y que era “incapaz de escribir una sola frase carente de interés”.

Elmore Leonard se inició en la literatura por las influencias que tuvieron en él sus lecturas de Hemingway y por las historias que la prensa relataba en su juventud sobre los gangsters Bonnie and Clyde. Tras servir en la Armada en la Segunda Guerra Mundial y estudiar Filología en la Universidad de Detroit, a lo primero que se dedicó fue a la publicidad. Vivió en primera persona el mundillo de los Madmens en aquella época mítica de las agencias de publicidad de los años cincuenta y sesenta. Fue una actividad que alternó con la publicación de sus primeras novelas. Sus primeros éxitos no fueron novelas negras sino del Oeste. Algunas de ellas fueron llevadas al cine, incluso con guión del propio Leonard, como Los cautivos, dirigida por Budd Boetticher y con Randolph Scott de protagonista; El tren de las 3:10, con Glenn Ford y Van Hefflin en los papeles estelares; o El hombre, con Paul Newman.

El éxito le llevó a dejar la publicidad para volcarse por entero en la escritura, tanto de westerns, género que nunca dejó de cultivar, como de novela negra, con la que se hizo famoso en el mundo literario. Novelas estas últimas que también cautivaron a Hollywood y a directores como Quentin Tarantino, que basó su película Jackie Brown en su novela Rum Punch; a John Madden que llevó al cine su novela Persecución mortal con el título Killshot con Mickey Rourke y Diane Lane; o a Steven Soderbergh con Un romance muy peligroso, en la que George Clooney dio vida a Jack Foley, el atracador de bancos protagonista de varias novelas de Leonard Jackie BrownPersecución mortalUn romance muy peligrosocomo Perros callejeros, uno de sus últimos títulos publicados en España junto a Un tipo implacable, Persecución mortal, Mister Paradise y El día de Hitler.

Además de Raylan, en la que se basa la serie Justified que ya va por su tercera temporada televisiva. Y Djibouti, que será publicada en España en los próximos meses, basada en la piratería en el cuerno de África y sobre la que, según manifestó recientemente el propio Leonard, estaba también interesada la industria de Hollywood.

El atracador de bancos Jack Foley, el “marielito” Cundo Rey, la vidente Dawn Navarro -auténtica mujer fatal-, el sheriff Raylan Givens, el sarcástico inspector Frank Delsa o el policía mestizo Carl Webster son algunos de los muchos personajes que creó Leonard y a los que dio vida en distintas novelas en las que retrataba no sólo la complejidad humana, sino también los aspectos más sombríos de la sociedad. Casi todos tenían en común la ciudad de Detroit en la que Leonard estudió, vivió y murió. Ganó numerosos premios literarios a lo largo de su vida -el último, el que concede la National Book Foundation de Estados Unidos en reconocimiento a toda una obra literaria-, pero si de algo estaba orgulloso es de que la prensa le hubiera bautizado como el “Dickens de Detroit”.

Manuel Florentín es editor de Alianza Editorial, el sello que ha publicado las últimas novelas de Elmore Leonard en España.

Más sobre este tema
stats