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Álex de la Iglesia, cuya película 'Las brujas de Zugaramurdi' tiene 10 nominaciones

Álex de la Iglesia: “No concibo estar con una mujer que no me asuste”

El cineasta Álex de la Iglesia.

NOTICINE.COM / INFOLIBRE

Brillante, hiperactivo, con la sonrisa o la carcajada a flor de piel, a Álex de la Iglesia se le ve feliz. Después de dos películas de perfil comercial medio-bajo, La chispa de la vida y Balada triste de trompeta, la acogida en Toronto y en San Sebastián de Las brujas de Zugarramurdi Las brujas de Zugarramurdiparece augurar tiempos bastante mejores. Sin embargo, por dentro -asegura él mismo- la camisa no le llega al cuerpo. Dice y repite que el resultado en taquilla de su nueva comedia de terror, que se estrena el viernes, le quita el sueño. El caso es que si no funciona esta, ¿qué otra película española podría funcionar? Ha tenido un elenco de primera: Carmen Maura, Mario Casas, Hugo Silva..., una historia muy divertida y una producción irreprochable. Debería dormir mejor... ¿o no?

Dicen que su película es profundamente misógina, pero también ridiculiza a sus personajes masculinos. Son bastante patéticos...

Yo sufro más que de misoginia de misantropía, es decir, estoy de acuerdo con mis detractores, es cierto que las mujeres me parecen crueles, perversas y muy brujas, pero es que también creo que los hombres somos tontos, lerdos y nos dejamos dominar, de manera que la cosa queda bastante equilibrada.

Las odiamos pero no podemos vivir sin ellas...

Eso dicen.. Es terrible cuando te siguen y cuando no te siguen. Lo que ocurre es que lo bueno de la vida, las cosas que más te hacen disfrutar, son las que más miedo te dan. O sea, no concibo estar con una mujer que no me asuste. Me tienen que asustar ser lo suficientemente poderosas como que diga qué va a pasar hoy. Eso hace la vida más feliz. Yo intento convencer a la gente de que esto es una comedia romántica, tipo Sandra Bullock, pero desde otro punto de vista. Entonces, en el momento en que Carolina se enfrenta con Hugo, ahí está la clave de la historia. Están a punto de matarse. Los dos se odian. El mosqueo que lleva Carolina es tan terrible que se resquebrajan las paredes. Yo eso lo he vivido. Y en ese instante de locura, en lo que lo único que falta es que se tiren los platos a la cabeza... se besan. Y las cosas funcionan. La felicidad está en esa trabazón retrotensa, en el arco que se estira y se confronta. Dos polos opuestos que se sostienen gracias precisamente a esa tensión. Y ahí es donde surge el amor, ahí o en una carcajada. Esas son las dos únicas oportunidades de que haya amor verdadero.

En San Sebastián posiblemente tenía al público ganado con antelación, pero... ¿no le sorprendió que también gustara en Toronto?

La verdad es que allí la acogida fue extraordinaria. La gente se reía muchísimo y la mejor crítica que he leido en mi vida me la hizo un periodista español que estaba en Toronto y el titular era el mejor que he tenido nunca: Descojone general en Toronto. Me ha hecho feliz esa frase...

No deja de ser curioso que funcionara allí con todas las claves y guiños vascos que tiene la película, lo cual debería dejarles un poco descolocados...

La película es muy vasca, porque el matriarcado es tan importante en la historia y en la película, ya que define y de alguna manera justifica lo que está pasando. ¿Dónde podría haber un grupo de mujeres capaces de derrocar el reino del hombre? ¿Dónde podríamos acabar de una vez con el falso profeta y volver a imponer el reino de la diosa madre? Sólo en Euskadi. Es un sitio donde follamos muy poco, poquísimo... casi lo justo para que se mantenga la raza. ¿Y por qué? Porque estamos muy dominados. Pero nos gusta... nos gusta un montón.

Me pareció que con Las brujas... está usted diciendo matriarcado en la sociedad vasca, ese mito, en realidad es algo que ocurre igual en Madrid, porque sus personajes masculinos de allí están igual de acogotados por las mujeres... Las brujas...

(Ríe)... Exactamente. Es un problema internacional. Yo creo que no tiene nada que ver dónde naces o cómo naces, sino cómo sobrellevas el peso de saber que eso que deseas y necesitas no va a hacer exactamente lo que tu deseas y necesitas.

¿Y en cuanto a proyectos? ¿Hay algo en perspectiva?

Sí, tenemos varias comedias. Es lo que más me apetece. Quiero hacer comedias, hacer reir a la gente, o intentarlo al menos. Tenemos dos o tres temas Jorge (Guerricaechevarría, su habitual cómplice en la escritura de guiones) y yo en la cabeza. Estamos pensando en una película de tramposos, al estilo de las de Tony Leblanc. Siempre nos ha gustado el tema. Y, bueno, será eso u otra cosa. Estamos dándole vueltas. Hay otros proyectos más ambiciosos, pero a ver si somos capaces de llevarlos a cabo.

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¿Y qué pasó con algunos de los que en su día quedaron en el camino, como la adaptación del cómic Blake & Mortimer o la resurección de Fú Manchú?Blake & Mortimer

Te lo voy a decir muy claro: para Blake & Mortimer en un momento determinado conseguimos 27 millones y necesitábamos 32. Fíjate que tontería.... No se consiguió levantar el proyecto por eso. Y ya teníamos actores. Habíamos conseguido que Kiefer Sutherland hiciera de Blake. Habíamos diseñado los decorados e íbamos a construirlos en la Ciudad de la Luz. Pensábamos montar Piccadilly Circus allí, en un estudio gigantesco. Era un proyecto ambiciosísimo, pero se nos ha caído como tantos otros... Como Fú Manchú. Quería hacerlo en las mismas condiciones.. y tampoco conseguí levantarlo. Estoy abocado a estrujar a mi equipo para conseguir grandes resultados con presupuestos pequeños. En el caso de Fú Manchú hemos perdido ya los derechos del personaje y sería muy difícil, pero en el de Blake & Mortimer todavía podríamos hacerla.

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