Libros

“En México no hay profesión con más probabilidades de éxito que ser delincuente”

Jorge Zepeda se alzó este martes ganador del Premio Planeta.

Para alguien que llegó casi como de casualidad al periodismo, escribir un libro sobre lo aprendido en las dos décadas que lleva practicándolo no ha sido en absoluto una eventualidad azarosa. Después de mucho husmear en los cajones traseros del poder, de mirar lo que se esconde bajo la alfombra, de adentrarse, en fin, “en lo oscurito”, el mexicano Jorge Zepeda Patterson ha creado un libro, literatura que no es sino la prolongación de su profesión. Ficción puramente real. Los corruptoresLos corruptores (Destino), recién editado en España, escarba en la corrupción, el poder en la sombra y la impunidad desde el conocimiento en primera persona, a partir de las revelaciones e informaciones que ha ido acumulando a lo largo de los años y que, por no haberlas podido demostrar con pruebas, ha tenido que ir acumulando en el fondo de su memoria.

“En 20 años de ejercicio te das cuenta de los límites del periodismo, y de cómo las sociedades son opacas, y el secretismo es como una religión”, explica el reportero. “No se escuchan los arreglos: lo que importa no se resuelve en el Parlamento, sino en la zona no iluminada. El problema es que el periodista solo puede hablar de lo documentable, y eso es frustrante”. Con nombres y zonas geográficas cambiadas, Zepeda asegura contar en la novela, un thriller político, historias verdaderas ocurridas en su país. “Pero son iguales aquí y en China: todos gobiernan en lo oscuro”.

Como hilo conductor de la trama, el escritor ha imaginado a cuatro amigos, tres chicos y una chica que se hacen llamar Los Azules, que se conocen desde la infancia y que en su edad adulta llevan carreras y vidas desiguales. “Es también una historia de amistad, de lealtades y amores”, ilustra Zepeda. “Los cuatro se convierten en una especie de cofradía, se sienten blindados por esta relación, transitan por ella”. Todos ellos se rencuentran tras años de separación después del asesinato de una actriz de telenovela, amante de un gerifalte del gobierno, que ejemplifica la improbable y sin embargo intrincada relación entre la farándula (que no la Cultura) y el poder. “Mira a Sarkozy y Bruni: desde siempre los hombres del poder han abrevado a las fuentes artísticas; lo que es reciente el hecho de que esto pueda hacerse público”, señala el autor, que recuerda que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, está casado con una estrella de los culebrones,  Angélica Rivera. 

Identificados los restos mortales de uno de los estudiantes desaparecidos en México

Identificados los restos mortales de uno de los estudiantes desaparecidos en México

Aunque el libro fue redactado antes de la irrupción de Edward Snowden y sus revelaciones sobre el espionaje impune y desvergonzado de EEUU a sus ciudadanos y al mundo, la cuestión ya aparece tratada en la novela. “Existe una longeva y profunda cultura del espionaje en México por razones de proximidad con EEUU”, apunta Zepeda, quien recuerda cómo él mismo atestiguó en ocasiones este tipo de prácticas. Un amigo suyo, responsable del CISEN, el servicio de espionaje mexicano, con quien de vez en cuando se reunía para comer, iba siempre acompañado de guardaespaldas que le quitaban la batería a su móvil y colocaban las piezas a varios metros de distancia de donde se encontraban. “Eso es algo que te deja espantado: pero a él le fui sacando temas poco a poco”.

Para un periodista como Zepeda que, aun sin haberlo premeditado, ha ejercido con mucha alevosía –después de haber fundado varios diarios ahora dirige el digital Sin embargo- , no podía faltar como ingrediente de una novela inspirada en la actualidad el debate sobre la transición que vive la profesión. “Hay un drama con el periodismo, es evidente que hay una crisis, tanto en lo escrito como en la radio y la televisión, donde cada vez hay más entretenimiento, tertulia y pseudoinformación”, dice. “Pero el tema va más allá: los periodistas nos aferramos a la noción de que hay futuro, pero es una apuesta no comprobada, porque no hay modelo de negocio. Es una especie de acto de fe, es pensar que somos imprescindibles. Y es verdad que las sociedades requieren de una profesión que extraiga la información de contexto, se necesita un curador”.

Y hay más flecos: “La novela me permite presentar varios frentes, como la manera en que el Estado se ha impuesto a los ciudadanos; la discusión de lo frágiles que son muchas instituciones, lo que provoca una tensión de desencanto con la democracia por su ineficacia o las muchas tentaciones que hay para un ejecutivo”, dice Zepeda, que se declara “sorprendido” por la buena acogida de su novela, eminentemente mexicana, en el extranjero. De su país, percibe una sociedad sedienta de un “verdadero Estado de Derecho”. “Allá un 98% de los crímenes quedan sin resolver”, se lamenta. “No hay una profesión con más probabilidades de éxito que ser un delincuente”.

Más sobre este tema
stats