LA NOVELA DEL AÑO

“He escrito no tanto el libro que quiero, sino el que puedo”, explica Jesús Carrasco

El escritor Jesús Carrasco.

Un niño que aprende de un anciano, de la soledad y el sinsentido de la violencia muchas veces gratuita que define la existencia y a aquellos que la transitan; huye bajo el sol sofocante en un viaje iniciático a través de una vasta planicie. Vive y se hace mayor. Intemperie (Seix Barral), el debú del pacense Jesús Carrasco se ha revelado este 2013 como la gran sorpresa de las letras españolas.

Escrita con una monumental redondez, prolija en peripecias léxicas y retratando temas universales, traducida a 15 idiomas, la novela, a tenor de los muchos comentarios y halagos que ha suscitado, amén de haber sido coronada como el Libro del año por el Gremio de Libreros de Madrid, bien puede destacarse como el título más notable de este 2013.

“He escrito no tanto el libro que quiero, sino el que puedo”, confiesa vía telefónica el autor, hasta antes de la publicación del libro trabajador del mundo de la publicidad en Sevilla. Que en un mundo crecientemente urbanita su historia transcurra en unos paisajes rurales -explica- tiene que ver con que estos forman parte de un “imaginario, cultura, una forma de ser” personales. “Es más fácil tirar por un territorio conocido”.

Situada en un tiempo y un lugar indefinidos, la descripción de la llanura por la que transitan los personajes hace pensar, quizá, en tierras extremeñas. Carrasco no aporta más datos: “No digo cuál es el lugar en el libro ni lo he vuelto a decir después: no lo he querido revelar. Aunque sí se puede ver que es un territorio ibérico reconocible, que sirve para generar un ambiente ambiguo, extraño, nebuloso”.

El crimen de León: un juicio donde nada es lo que parece

El crimen de León: un juicio donde nada es lo que parece

Indefectiblemente comparado a Miguel Delibes por su prosa y Cormac McCarthy por su trasfondo, el escritor se reconoce a sí mismo más en la órbita del estadounidense, “aunque ambos forman parte de mis referentes”. “Delibes es un referente de la literatura rural. Es una asociación fácil, pero no me siento especialmente influido por él, sino más por McCarthy”.

Haberse proclamado revelación del año a sus 40 primaveras significa para Carrasco haber recibido un “regalo”. “No había presupuesto en este sentido, pero se traga muy bien. Lo vivo de la manera más natural posible, porque los regalos los aceptamos con toda la alegría del mundo. Me siento bien con ello”, dice el escritor, que explica que su “gusto por la palabra” fue el que encendió su pasión por escribir. “Es fundamental usarla de la manera más correcta posible porque es nuestra herramienta para comunicarnos y comprender bien el mundo”.

Dispuesto a seguir aprendiendo “hasta el día que me muera”, asegura no considerarse ejemplo de que los sueños, con el esfuerzo pertinente, sí pueden llegarse a cumplir. “He hecho mi trabajo, he seguido un camino en la vida, aunque lo normal es que esto no hubiera sucedido”, señala Carrasco, que ya prepara su segunda novela en estos tiempos difíciles “que todos padecemos”. “No todo vale en nombre de la crisis: es necesaria una apuesta por la Sanidad, la Educación y la Cultura, esta entendida no como el postre, como algo prescindible, sino como algo sustancial”

Más sobre este tema
stats