La fuerza de las cineastas latinoamericanos conmueve en la Berlinale

El destino y los programadores de la 64 Berlinale han provocado un enfrentamiento directo, este miércoles, entre las dos películas iberoamericanas a concurso dirigidas por mujeres, la argentina Celina Murga, y la peruana afincada en España (principal país productor) Claudia Llosa, con La tercera orilla y No llores, vuela / Aloft respectivamente, cintas ambas bien acogidas por crítica y público y que podrían tener opciones en el palmarés que se anunciará este sábado próximo, especialmente la primera. La tercera cinta en competencia fue la china Bai Ri Yan Huo, un film policial detectivesco que ha dejado más fríos a los espectadores.

Tanto Murga como Llosa pisan Berlín de nuevo. La primera presentó el documental Escuela normal en un apartado paralelo, mientras que la sobrina del Nobel peruano Vargas Llosa fue premiada con su anterior película, La teta asustada. Los mismos productores, los hermanos Morales (Wanda Films) han sido su principal apoyo en No llores, vuela / Aloft, un drama familiar que contiene elementos comunes con su galardonada previa cinta, y eso que ahora no hay personajes latinoamericanos ni se desarrolla en América del Sur, sino en la de mucho más al norte, las nevadas tierras de Canadá. Sin embargo, subsiste una protagonista principal femenina (la bellísima Jennifer Connelly, posible candidata al Oso de Plata de interpretación), y la faceta mágico-legendaria o de los mitos humanos que impregnaba también La teta asustada.

Para Claudia Llosa, afincada en Barcelona desde hace años, en realidad hay mucho más en común entre esta historia norteamericana con su anterior muy suramericana de lo que la gente pudiera imaginar, porque la naturaleza humana, su comportamiento ante lo inexplicable y mágico, su manera de aferrarse a la vida, son lo mismo, se hable en español, inglés o cualquier lengua indígena. La humanidad es un todo diverso, en el que las diferencias son sobre todo de matices secundarios, pero las esencias resultan idénticas.

No llores, vuela / Aloft, que el mes próximo abrirá Málaga (con tal vez la presencia también de Connelly, según adelantó el productor Miguel Morales a NOTICINE.com) habla de maternidad, de capacidades extrasensoriales, de perdón y reconciliación. Tal vez haya decepcionado a algunos por carecer del exotismo tercermundista de La teta..., y por ciertas veleidades "autorales" de su autora, que ocasionalmente roza la pretenciosidad en algunos diálogos, pero sigue siendo un trabajo estimable y sensible.

Por su parte, Celina Murga coincide en el género con Llosa, el drama familiar, orientado en este caso a la predestinación, y la rebeldía de una adolescente frente a su padre –un prestigioso y respetado médico que tiene su familia "oficial" y otra alternativa (con la madre del muchacho)–, quien desea que este primogénito siga de alguna forma sus pasos. Ante esto, el joven de 17 años elige el camino de la rebeldía. La cineasta argentina, que ha contado con su exmentor en la beca Rolex Martin Scorsese como productor ejecutivo, culmina en Las tres orillas su obra más madura, y seria candidata para estar en el palmarés final.

Algunos podrá ver en esta tercera obra de ficción de la entrerriana Murga una metáfora sobre el paternalismo de la elite imperante en la política argentina, y la necesidad de buscar un camino propio, para el cual se impone una resistencia activa.

Finalmente, también este miércoles, participó en la competencia berlinesa el thriller chino de Diao Yinan Bai Ri Yan Huo, cine negro con una pátina autoral, sobre un policía que se vio implicado cinco años atrás en un asesinato múltiple, el cual decide volver a investigar tras ese lustro, cuando ya ha dejado el cuerpo.