Desde Polonia con amor (al arte)

Polonia se proyecta a través de sus destellos artísticos. La GK Collection se muestra por primera vez fuera del país de Kantor y Zulawski, con Penderecki portando la batuta de lo sublime y Gorecki acechando majestuoso. Ahora es la mecenas Grazyna Kulczyk quien se afana en exhibir sus tesoros en la Fundación Banco Santander de Madrid hasta el 15 de junio de este 2014.

No, no es un cúmulo de excentricidades, sino una reunión coherente de piezas muy contemporáneas para unos tiempos convulsos. Creatividad polaca confrontada con figuras internacionales. Una exposición que tiene en el noruego Timothy Persons (residente en Finlandia) a su avispado comisario.

Los universos estéticos de los locales Wojcieh Fangor, Magdalena Abanakowicz, Roman Opalka, Katarzyna Kozyra o Zbigniew Libera se citan con propuestas cuidadosamente seleccionadas de Tàpies, Sam Francis, Donald Judd, Sam Francis, Olafur Eliasson o Jenny Holzer.

El resultado es una legitimación del arte polaco actual, toda vez que artistas como Miroslaw Balka (habitual de la Galería Juana de Aizpuru) ejercen como punta lanza en la patria renovada de Walesa y Kapuscinski, donde Michal Witkowski representa el desparpajo con novelas tan audaces como Lovetown o El leñador, sendos desafíos a los convencionalismos en clave homosexual.

Asegura Timothy Persons que su objetivo es “resaltar la singularidad y profundidad de la colección de Grażyna, pues no olvidemos que el arte es un lenguaje universal, una ventana abierta donde mirar desde diferentes perspectivas”.

Las criaturas adquiridas por Grazyna Kulczyk suelen desplegarse en la fastuosa Arts Foundation de Poznan y en los pasillos del Hotel Blow Up en esa misma ciudad. De ambos lugares proceden las piezas representadas en la localidad madrileña de Boadilla del Monte.