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Obituario

El hombre que hizo vanguardia del flamenco

Paco de Lucía.

Al artista la muerte le ha pillado bajo el sol. Rodeado de los suyos, de sus hijos, sus nietos. En una playa de Cancún se marchaba hoy el hijo de Lucía, uno de tantos Pacos que tomó por su madre el nombre con el que se ha encumbrado al olimpo de la música.

Renovador del flamenco, genio de la guitarra, Paco de Lucía ha fallecido según las primeras estimaciones de un súbito infarto en México, camino del hospital tras sentirse indispuesto. Las autoridades de Algeciras, la ciudad que le vio nacer hace 66 años y de la que era hijo predilecto, ya han puesto en marcha los mecanismos para repatriar su cuerpo, y han declarado tres días de luto oficial. 

Con una guitarra como extensión de su mano desde la infancia, Francisco Sánchez Gómez (Algeciras, Cádiz, 1947) se forjó con tenacidad y mucha práctica en el prodigio de una familia tocada por el duende de la música. Junto con Camarón de la Isla y Enrique Morente, los otros dos grandes puntales del flamenco de las últimas tres décadas, elevó el género para llevarlo a todos los rincones del planeta, adonde llegó casi antes que a su propio país.

Aliado con Camarón en un viaje que arrancó a finales de los sesenta en el flamenco más puro para después tomar los derroteros de la experimentación, el andaluz pulsó el botón de reinicio en diversas ocasiones. “Es una figura fundamental del flamenco”, sentencia el experto José Manuel Gamboa Rodríguez. “No conozco a nadie que, como él, haya cambiado sus rumbos hasta en tres ocasiones”.

Entre dos aguas, el mítico disco de 1975, marcó el inicio de sus grandes hitos. “Fue entonces cuando se produce el primer cambio en la armonía flamenca”, explica Gamboa. Poco después, en 1981, funda su Sexteto, con el que introduce instrumentos hasta entonces nunca oídos en el flamenco, a los que posteriormente añade una aportación clave: el cajón. “En esta segunda revolución introduce ritmos como la bossa nova para armonizar”.

Flamenco y modernidad, fusión y ‘chill out’

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Mano a mano con el pianista Chick Corea o en trío con los guitarristas John MacLaughlin y Al di Meola, De Lucía generó una tercera oleada de cambios. Otra “vuelta de tuerca” más, con sonidos jazz que se concretan en álbumes como Siroco, de 1987. “Él cambió la manera de tocar las bulerías, las alegrías, los tangos”, señala el flamencólogo. “Y como guitarrista pasará a la historia: ya no tenemos ningún maestro”.

Paco de Lucía -que en los últimos años vivía en Palma de Mallorca- despuntó no solo como compositor, sino también como músico. “Él ha dado al guitarrista una nueva consideración, ya que hasta entonces era un secundario. Nadie ha tocado como él, y como compositor trajo un nuevo concepto de armonía”, ilustra Gamboa, que subraya cómo el músico tuvo que dar la vuelta al mundo antes de ser reconocido en España.

“Es muy difícil estar en la vanguardia permanentemente", resume Gamboa sobre el valor del músico, que publicó más de 30 álbumes a lo largo de su carrera. "Por ejemplo, los Beatles estuvieron solo ocho años. Paco llevaba desde el 64”.

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