Documentales

Franco también soñó su utopía

'Los colonos del caudillo'.

Dietmar Post y Lucía Palacios, alemán y española, vivían juntos en EEUU. Aquello era a finales de los años noventa. Como él nunca había visitado la tierra de origen de ella, emprendieron entonces un viaje, destino La Mancha. Montados en el coche, en plena autopista, vieron pasar un cartel de esos que anuncian la entrada a un pueblo. Se llamaba Llanos del Caudillo. A Lucía, que nació a apenas 40 kilómetros de allí, aquel nombre jamás le había llamado la atención. ¿Cuántas calles, hospitales, colegios... han mantenido durante largo tiempo las denominaciones de fascistas? Pero a él, con su mirada de extranjero, aquello le chocó. Tanto que enseguida tomaron rumbo a esa localidad de menos de mil habitantes en la provincia de Ciudad Real. Y como documentalistas que son, empezaron a preguntar.

Quince años después -y previo intento de censura en su estreno en la Seminci de Valladolid de 2013 por parte de uno de los entrevistados- sacan de "gira ambulante" la películaque han creado en torno a sus descubrimientos en aquel pueblo que, dicen, “sirve para explicar el funcionamiento, el día a día de la dictadura”. Como un círculo que se cierra, Los colonos del caudillose proyectará este sábado en el mismo lugar del que surgió: Llanos. De ahí pasará a Avilés, San Sebastián, Bilbao, Madrid y Albacete, donde se podrá ver entre los días 13 y 22 de este mes (ver fechas abajo), además de pasarse paralelamente en varias localidades argentinas. 

Los pueblos de colonización franquistas

Pero estábamos en el pueblo. “Cuando llegamos, todo parecía artificial”, recuerda Palacios. “Todas las casas eran iguales, blancas, y había una iglesia con una torre gigante, demasiado grande para el tamaño del pueblo. Al preguntar, la gente que estaba en el bar nos dijo que formaba parte de un plan de colonización franquista, del que no sabíamos nada, así que nos pusimos a investigar”. Aunque las fechas coincidían justo con los primeros análisis de ADN en unas fosas de la Guerra Civil en Ponferrada, es decir, con los acercamientos iniciales a la recuperación de la memoria histórica, los cineastas se toparían pronto con el muro de la opacidad de las administraciones. Al menos de muchas. “El ministerio de Agricultura nos apoyó”, subraya Post, “también la Universidad y la Junta de Castilla La Mancha”, esta última la que les concedió una ayuda económica para sacar adelante el proyecto.

Pero algunos de los archivos locales y, sobre todo, los militares, les cerraron las puertas. “Y la Fundación Francisco Franco, que está financiada por el Estado y que guarda documentación que está en manos de sus adeptos, no de los ciudadanos”, subraya Post. “¿Te imaginas una Fundación Adolf Hitler?”. Con todo, consiguieron averiguar unas cuantas cosas: la primera y más evidente, la existencia de estos pueblos de colonización como Llanos del Caudillo, que aunque no son un secreto, tampoco han sido excesivamente publicitados. Construidos en los cincuenta a través de las gestiones del Instituto Nacional de Colonización del ministerio de Agricultura franquista (que conserva unas 10.000 imágenes de aquel “experimento social”, algunas de las cuales se incluyen en la película), hay unos 300 repartidos por toda España. En su día, llegaron a acoger a más de 50.000 familias. “¿Cuántos miembros tenían entonces las familias españolas?”, se pregunta Post. “¿Diez? Entonces había medio millón de personas…”.

Los testimonios que se presentan en el filme, enfatizan los realizadores, no se corresponden al clásico esquema víctimas-verdugos, sino que dejan desfilar por la pantalla a las tres generaciones de pobladores de la colonia ciudadrealeña, además de a otros personajes relevantes, como Felipe González. “Damos voz a franquistas como (el exministro José) Utrera Molina, al primer alcalde del pueblo, un ingeniero de colonización… y también a colonos que vivieron allí y cuya familia había estado en la cárcel”. El rodaje, que tuvo lugar en 2008, se limitó –aunque ellos visitaron más pueblos- exclusivamente a Llanos, el protagonista absoluto. “Nos sirve de hilo conductor para contar lo que pasó en España desde que Franco entró en el poder”. Dos años después, en 2010, el proceso se completó al estallar el escándalo de la suspensión de Baltasar Garzón. “Ese era el final de nuestra película: mostrar qué ocurre cuando un juez saca a la luz historias del franquismo”.

Los dos engaños de la dictadura

A través de los archivos guardados por las instituciones, así como un buen número de documentos que se encontraron en Llanos del Caudillo, los cineastas, asegura Post, han conseguido “probar dos cosas”. “Una es el engaño económico: las instituciones de colonización funcionaban como empresa y explotaban a los campesinos”. El trato era que estos pobladores –la gran mayoría en la cuerda del franquismo- debían entregar al gobierno el 51% de la cosecha con la promesa de recibir sus casas en escritura a los 15 años. Y la promesa, efectivamente, se acabó cumpliendo. Solo que en el año 2003. “La segunda cosa que probamos es que había una vigilancia terrible: la gente no podía hacer nada por su cuenta, había espías en el pueblo y se hacían informes diarios, como la Gestapo. El los cincuenta llegó a haber nueve millones de fichas personales, donde ponía en qué bando habías luchado, lo que significaba muchas veces que lo ibas a tener difícil para conseguir un trabajo. Era un país completamente controlado”. 

La censura y sus consecuencias

La cuestión evidente que se desprende de lo que cuentan los cineastas es: ¿por qué todo esto no se enseña en las escuelas? “No todo fue malo en la Transición”, empieza a responder Post. “Fue necesario llegar a un acuerdo, pero hubo temas que se quedaron de lado, como la memoria histórica. Pero ya han pasado 40 años, y por fin se puede hablar de los fracasos de la Transición, porque ser demócrata significa poder criticar. Sigue habiendo muchas cosas que no se han investigado, como que en la democracia hubo tres intentos de golpe de Estado: el del 81, otro en el 82, días antes de las elecciones generales, y otro en el 85, antes de la entrada en la UE. Ese ha sido el fallo de la Transición: no hablar”. El “miedo”, dicen, es el gran acicate de este manto de silencio. Y su sombra sigue siendo alargada.

“Hubo una doble censura”, recuerda Post sobre lo vivido en la Seminci de 2013. “No me sorprendió la carta de amenaza del entrevistado, del que nuestro abogado nos ha pedido que no revelemos el nombre, pero sí me sorprendió la reacción del festival, que no salió a defender la libertad de expresión, sino que prefirieron mantenerlo callado. Ellos invitan a participar a películas prohibidas de otros países, como Irán, pero si es algo español… El miedo sigue existiendo en España”. Para aplacarlo, están las personas que han contribuido a la distribución –en asociaciones, centros culturales…- a través de una campaña de micromecenazgo todavía abierta, cuyos fondos les han permitido organizar su gira, ampliable si se consigue más dinero.

Más allá de dar a conocer facetas más o menos silenciadas del franquismo, la película también pone de relevancia otra cuestión. Para Post, quizá la más importante: “la contradicción de todo un país”. “Aquellos pueblos se fundaron para crear al nuevo hombre fascista, pero en las primeras elecciones municipales, en 1979, en todos ganó la izquierda. Sin embargo, en 2004 hubo una votación para decidir si se cambiaba el nombre del pueblo, y salió que no. Cada capítulo del documental lleva a otra pregunta, y la pregunta final es: ¿Por qué un pueblo lleva ese nombre de un asesino? Esa es la gran cuestión pendiente de España, porque está comprobado que no fue una dictadura blanda, sino que fue, después de la de Hitler, la más violenta de Europa. Una en la que mataron casi hasta el último día”.

Proyecciones de 'Los colonos del caudillo'

  • Llanos del Caudillo: sábado 12 de abril, a las 19 horas, en el Salón Cultural de la localidad.
  • Avilés, domingo 13 de abril, a las 20:30 horas, en el Centro Niemeyer. Panel con el historiador Ramón García Piñeiro y el periodista y director de la revista Atlántica XXII Xuan Cándano.
  • San Sebastián, lunes 14 de abril, a las 19:30 horas, en la Sala Arrasate de Kutxabank.
  • Bilbao, martes 15 de abril, a las 19:30 horas, en el Paraninfo de UPV/EHU. Invitados: el director de Aulas de la Experiencia, profesor Iosu Txueka y la directora de Proyección Universitaria, profesora Miren Gabantxo.
  • Madrid, miércoles 16 de abril, a las 20:30, en la Cineteca del Matadero. Mesa redonda con la abogada Ana Messuti, del equipo de abogados de la querella Argentina en España, el sociólogo y experto en colonización Cristóbal Gómez y Rául Herrero.
  • Madrid, jueves 17 de abril, en el Club de Amigos de la UNESCO (invitados por confirmar).
  • Albacete, martes 22 de abril, en el Cine Capitol. Presentación por parte del decano de la facultad de derecho Diego Gómez Iniesta y del vicedecano Tomás Vicente Ballesteros; debate con el profesor Fernando Rovetta Klyver y el historiador Isidro Sánchez Sánchez.
  • Los realizadores asistirán a todos los pases.
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