Música

Damon Albarn se convierte en 'crooner' electrónico

El cantante británico Damon Albarn.

Francisco Chacón

Días señalados para Damon Albarn. Su primer álbum en solitario, Everyday robotsEveryday robots, ve la luz el mismo día que se cumplen 20 años de Parklife, su obra maestra pop al frente de Blur. Y justo en vísperas de que su Chelsea se la jugara en Stamford Bridge ante el Atlético de Madrid.

Sus adicciones confesas ya no cabalgan a lomos de la heroína, una fuente de inspiración que parece haber quedado atrás. Así se presenta, renovado y dispuesto a colaborar hasta con su ex enemigo, Noel Gallagher (con quien compartió escenario en 2013). Cosas del estrellato británico.

Lo cierto es que Damon Albarn se desnuda en este brillante Everyday robots, inmersión en el sonido indietronica con toques lánguidos, que la melancolía le invade a sus 46 años. La única fecha española para ver su nueva puesta en escena se celebra este viernes 2 de mayo en el festival SOS 4.8 de Murcia.

Composiciones tan acertadas como Lonely press play,Heavy seas of love o Mr. Tembo testimonian su momento de sosiego, sin las urgencias del pasado y con una apuesta por los matices de corte electrónico.

Está claro que su etapa en la banda virtual Gorillaz da paso a su proximidad hacia la introspección de Paul Buchanan (líder de los escoceses The Blue Nile), Matt Bianchi (cabeza visible, desde San Francisco, del proyecto Her Space Holiday), Jay-Jay Johanson o el emergente australiano Chet Faker, al que podremos ver en el BBK Live Festival de Bilbao este verano.

Aparcadas quedan sus pulsiones africanas, similares a las de Peter Gabriel o David Byrne, y su sorprendente excentricidad al sacarse de la manga dos óperas chinas.

Ahora prefiere ensanchar su lenguaje pop siguiendo las claves que él mismo había apuntado en el último (y extraño) disco de Blur, Think tank (2003), cuya portada firmó el mismísimo Banksy.

Y todo bajo el paraguas del ecologismo, su flamante religión. Quién lo diría en el atribulado cantante, que acompaña todas las mañanas a su hija al colegio, algo impensable en los días de sexo y drogas, cuando compartía cama con Justine Frischmann, vocalista del desaparecido grupo Elastica reciclada en pintora abstracta.

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