Cine

El Tren de la libertad prosigue su viaje

Asistentes al preestreno de la película en Gijón.

De la Tertulia feminista de Les comadres, en Asturias, la iniciativa saltó a todo un país. Y más allá. Miles de personas llegadas de todos los puntos cardinales se sumaron el pasado 1 de febrero a la protesta en Madrid en contra de la reforma de la Ley del aborto del ministro Alberto Ruiz-Gallardón, que posiciona a España como uno de los entornos más restrictivos en esta materia de toda la UE. La multitudinaria manifestación tuvo réplicas en otras ciudades de Europa y América Latina, desde Edimburgo a París, Roma o Buenos Aires, que quisieron adherirse en apoyo a las mujeres y a toda la sociedad española, que ven cómo el PP quiere dinamitar unos derechos conseguidos tras décadas de lucha. 

Aquella reunión de las comadres, que se propusieron viajar a la capital para expresar su indignación ante lo que consideran un retroceso histórico en lo que se refiere a la independencia y las libertades de las mujeres, llegó a oídos de la socióloga Pilar Aguilar Carrasco y la cineasta Chus Gutiérrez, quienes reaccionaron rápidamente. "Propongo que rodemos el evento entre todas las que se sientan identificadas y que puedan acceder a una cámara”, rezaba el correo que envió la directora a sus contactos, y que en solo unas horas ya se había materializado en un equipo de trabajo que inmediatamente recibió el ofrecimiento de apoyo de CIMA, la asociación de mujeres cineastas. “Podemos organizarnos y rodar algo interesante. En este mail he incluido a todas las mujeres cineastas de las que tenía el correo. Os propongo que lo difundáis entre vuestras colegas. Veinte cámaras ven más que diez".

El resultado de aquella convocatoria espontánea se ha materializado en Yo decido. El tren de la libertad, una película de alrededor de 40 minutos que, tras su preestreno el pasado lunes en el Teatro Jovellanos de Gijón, al que asistieron 1.200 personas, se proyectará este jueves 10 en un centenar localidades de todo el país. Al día siguiente, el filme –que se ha convertido en el proyecto cinematográfico colectivo más amplio de la historia de España, con más de 200 personas involucradas en las distintas fases- se colgará en Internet con licencias Creative Commons para su libre visionado y distribución. El mismo viernes, la película se podrá ver también en la web de infoLibre

“El retroceso es brutal”

“El retroceso es brutal”

“Queremos que la película sea una herramienta de debate y activismo, que tenga una vida larga. Una vez en Internet, cualquier colectivo o asociación lo podrá proyectar y organizar un debate, porque lamentablemente, creo que de la reforma del aborto vamos a tener que seguir hablando”, explica Georgina Cisquella, una de las profesionales participantes, que documentó el viaje del tren desde Gijón, así como la noche anterior. "Como la reforma va a entrar en el Congreso en julio, no podíamos esperar a estrenarla más tarde". Junto a Cisquella, han colaborado en el documental directoras como Icíar Bollaín, que se encargó de la parte grabada en Edimburgo, Inés París, Patricia Ferreira, Gracia Querejeta, Ángeles González-Sinde, Almudena Sánchez, Juana Macías, Almudena Carracedo, Isabel Coixet, Teresa Font… y varias decenas más.

Junto al viaje en tren y la multitudinaria manifestación celebrada en la capital, el filme recoge también otras actividades paralelas, como la agencia de viajes ficticia que se creó para informar de cómo abortar en el extranjero; una divertida iniciativa en la que unas chicas se disfrazaron de azafatas en un tren en Barcelona, o las largas colas que se formaron con mujeres que inscribieron su cuerpo en el Registro mercantil a modo de protesta.

Se aportan además distintos testimonios de mujeres y hombres, de diferentes edades y procedencias, que coinciden en denunciar lo innecesario, peligroso, discriminatorio y puramente ideológico de esta iniciativa de Gallardón. Entre estos se incluyen rostros conocidos como el de la escritora Rosa Montero, que recuerda cómo en su juventud tuvo que acompañar a amigas a Londres a abortar e incluso a una a urgencias, dado que se le practicó en España un aborto clandestino que estuvo a punto de acabar con su vida. "Se ha creado una inercia brutal" a raíz de la iniciativa de las comadres, concluye Cisquella. "En el cine ha prendido la indignación". 

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