Literatura

Biografías noveladas o cuando se unen realidad y ficción

Biografías noveladas o cuando se unen realidad y ficción

El mismísimo Eduardo Mendoza, uno de los grandes novelistas españoles de las últimas décadas, señalaba hace poco en un artículo que “la ficción biográfica es una variante de la novela y va en auge en la medida en que la ficción va perdiendo autoridad”. “Es un hecho”, añadía el autor de La ciudad de los prodigios o Una comedia ligera, “que hoy en día la novela está relegada al departamento de entretenimientos honestos.La ciudad de los prodigiosUna comedia ligera Para salir de ahí ha de estar conectada de algún modo con la realidad”. En línea con estas opiniones, la cultura francesa va marcando la pauta y así una novela como Peste y cólera ganó en el país vecino los premios literarios más prestigiosos en el año 2012.

Publicada en España hace unos meses, se ha convertido en un libro de culto, al igual que otro del mismo género: Limonov, de Emmanuel Carrère, también editada en Anagrama. Limonov es otro personaje muy atractivo y desconocido, como Yersin, que le permite al autor trazar un retrato de la Rusia de los últimos 50 años. En el caso del doctor Yersin, su peripecia vital atraviesa desde finales del XIX hasta la Segunda Guerra Mundial, a caballo entre Europa y la Indochina francesa en una alternancia de investigaciones científicas, luchas coloniales y descubrimientos geográficos.

Se trata de un género, la biografía novelada, que cuenta con ilustres antecedentes en español, con obras firmadas incluso por premios Nobel como Gabriel García Márquez (El general en su laberinto) sobre Bolívar o Mario Vargas Llosa (El paraíso en la otra esquina) sobre Flora Tristán.El general en su laberintoEl paraíso en la otra esquina Más cerca de casa, autores españoles de primera fila como Francisco Umbral también recrearon algunas vidas de escritores (Larra, Valle-Inclán o Miguel Delibes) en esa clave de mezcla de semblanza biográfica, pero con la libertad de un narrador de ficción. Anna Caballé, profesora de Literatura Española, responsable de la Unidad de Estudios Biográficos de la Universidad de Barcelona y autora de biografías, define de esta forma los rasgos de la biografía novelada. “Es un género”, comenta, “que se inspira en un personaje histórico, pero que no desea acogerse a las limitaciones del género biográfico, que tiene como requisito básico que te debes a las fuentes y ellas te limitan la escritura. El pacto de veracidad y comprobación de las fuentes no afecta a la biografía novelada. El relato, pues, incumbe a la ficción, aunque pueda resultar muy sugerente y atractivo para el lector. Para el novelista supone una fuente extraordinaria de posibilidades”.

Así pues, resulta evidente que, en los últimos años, editoriales de referencia, como Anagrama y Tusquets, o grandes sellos como Planeta, con su colección Memoria de la Historia, han apostado por las biografías noveladas. El catedrático de Literatura de la UNED José Romera, experto en el tema, ha llegado a decir que “las biografías noveladas afloran como hongos en España y las editoriales se han volcado, como ha sucedido con la novela histórica, y los lectores las han seguido de una manera muy fiel”. Cita Romera, entre otros, dos ejemplos de biografías noveladas que marcaron una tendencia y escritas por autores españoles de prestigio: Voltaire, de Fernando Savater, y Oscar Wilde, de Luis Antonio de Villena, ambas en Planeta.VoltaireOscar Wilde

En algunas ocasiones, como ocurre con el caso del médico Yersin de Peste y cólera, los autores de biografías se encuentran con la ausencia de obras, sean del género que sean, sobre personajes interesantísimos que marcaron toda una época. Esa fue la sorpresa del periodista cultural de El País y escritor Jesús Ruiz Mantilla al descubrir que Farinelli, el cantante castrado más famoso del siglo XVIII, era un personaje desconocido en España a pesar de su influencia cultural en nuestro país durante décadas. Ruiz Mantilla abordó en primera persona esta historia en Yo, Farinelli, el capón, una biografía novelada que está a punto de reeditar Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg. Yo, Farinelli, el capón “El personaje me pareció muy sugerente porque fue un divo de su época, un artista muy singular porque era una voz de mujer encerrada en un cuerpo de hombre. Pero, además, investigar y escribir sobre Farinelli, que introdujo la ópera italiana en España y tuvo un papel destacado en la Corte española durante el XVIII, me permitió novelar sobre ese siglo tan interesante cuando se produjo la transición entre una sociedad oscurantista y los nuevos tiempos de la Ilustración”.

Una vida como hilo conductor de una época, como paradigma de una sociedad, representa la base sobre la que se asientan las biografías noveladas en un abanico inmenso de personajes que pueden ir desde el famoso atleta checo Emil Zatopek de Correr, de Jean EchenozCorrer, (Anagrama) hasta dos trayectorias cruzadas, como las del dirigente comunista Leon Trotski y su asesino, Ramón Mercader, en El hombre que amaba a los perros (Tusquets), una obra cumbre del género escrita por el cubano Leopoldo Padura.El hombre que amaba a los perros

Esa combinación de realidad y ficción permitió y permite asimismo la irrupción histórica de periodistas en las biografías noveladas. Ahí están para demostrarlo novelas de maestros del nuevo periodismo como Tom Wolfe, con Elegidos para la gloria, (Anagrama)Elegidos para la gloria, o Gay Talese, con la muy reciente Los hijos (Alfaguara).Los hijos Ahora bien que nadie crea que la biografía novelada resulta una opción literaria fácil y Ruiz Mantilla lo resume así: “Has de inventar y fabular con el personaje, como en cualquier novela, pero a partir de un exhaustivo trabajo de documentación sobre el protagonista y su época”. O en palabras del crítico francés Nicolas Ungemuth a propósito de Peste y cólera: “Para escribir una ficción tan atravesada por lo real, hace falta, sin ninguna duda, ser un escritor excepcional como Patrick Deville”. 

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