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STREET ART

Color sobre el lienzo urbano

'Mo evolution / Movember', en la nave Palibex de Madrid.

El pasado mes de mayo, una treintena de artistas convirtieron los tristes muros de la Tabacalera de Madrid en rutilantes obras de arte, transformando así la grisura urbana en un nuevo espacio de convivencia. Uno de los participantes fue Okuda, un joven cántabro que lleva años modificando el envoltorio de las calles no solo de esta ciudad, sino de muchos otros lugares, desde su región natal a Barcelona, Valencia, Nueva York, Sao Paulo, Lisboa, Porto, Lieja, Nueva Dehli… Una de sus próximas incursiones en el street art le llevará a otras profundidades: las del metro, para el que realizará una intervención-homenaje a Paco de Lucía de 300 metros cuadrados en colaboración con Rosh333 en una estación madrileña de próxima apertura, que llevará el nombre del recientemente fallecido músico.

'Chaos star', Haus Khas Village. Nueva Delhi. India.

Si se ha cruzado en el camino con alguna de sus obras, seguramente se haya quedado con su estilo, fácilmente reconocible sobre todo por su brillante y viva gama cromática. Detrás de esa capa de alegría se esconde no obstante una reflexión más penetrante. “Mis trabajos, a menudo plantean contradicciones sobre el existencialismo, el universo, el infinito, el sentido de la vida, la falsa libertad del capitalismo, y muestran un claro conflicto entre la modernidad y nuestras raíces, en definitiva, entre el ser humano y uno mismo”, explica el artista (Santander, 1980). “Son composiciones donde estructuras geométricas y estampados multicolores se funden con cuerpos grises y formas orgánicas. Estas podrían catalogarse como surrealismo pop con una clara esencia de la calle”.

'Solid to liquid', Brooklyn, Nueva York, EEUU. 

Visualmente, esas ideas se traducen en jaulas, cielos, palomas, ladrillos, césped, ventanas, escaleras, animales con o sin sus correspondientes cabezas… Con esas imágenes el artista quiere espolear el pensamiento, pero también, simplemente agradar. "Los grandes murales, o cualquier intervención en el espacio público hace las ciudades más interesantes, modernas y cosmopolitas a todos los niveles, incluso turístico”, dice él, en conversación vía email con infoLibre. “Y sobre todo lo más especial es que el arte de la calle es para todos, sin ningún filtro ni censura, como puede pasar y creo que pasa en las grandes ferias de nuestro país, como es el caso del artista Eugenio Merino”, explica, en referencia al episodio que comenzó en la edición de ARCO de 2012, cuando el artista exhibió una escultura de Franco metido en una nevera, lo que le valió una serie de denuncias -infructuosas- por parte de la Fundación a nombre del dictador.

'R-evolución'. Ifema, Madrid. 

Atrapado por el dibujo “desde pequeño”, Okuda estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. “Estaba constantemente dibujando en todas las clases en la escuela, sin que me vieran los profesores”, recuerda el grafittero, que también realiza obras para compañías comerciales. En la facultad conoció el trabajo de pintores surrealistas como Magritte, Ernst o Dalí, que cita como influencias, “aunque mi inspiración viene sobre todo de mis viajes, experiencias personales, el día a día… Mis propios sueños”. Más allá del metro de Madrid le esperan proyectos inmediatos como unos murales en una isla en Túnez, una exposición colectiva en Moscú, la Affordable Art Fair en Hamburgo y proyectos en México, Hong Kong o la India, hasta llegar en junio de 2015 al Museo Tomás y Valiente de Madrid, con una exposición indivudual. Aunque él prefiere quedarse fuera. “El street art y mis trabajo en la calle son una comunicación directa entre el artistas y todo tipo de gente”, resume, “no solo los que les interesa el arte y acuden a las galerías o museos”.

'Signal series', Cuchía, España. 

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