Hay arte después del desconcierto

Antes del concierto va el desconcierto. Así es el arte, que antes de guiar, desorienta, y “que tiene mucho de mestizaje, de acompasar lo que en principio no está equilibrado”. Lo ilustra el poeta Luis García Montero quien, junto a la pianista Rosa Torres Pardo y la cantaora Rocío Márquez, ofrecerá un recital con ese nombre, Desconcierto, en el que cada una de las partes aportará lo suyo para crear algo de todos, una sola voz lírica y musical por el arte popular. El espectáculo, que tendrá lugar este domingo 10 en los Jardines de Sabatini de Madrid, como parte de los Verano de la Villa, se repetirá el próximo 11 de octubre en Toledo en el marco de los fastos organizados por el 400 aniversario de la muerte de El Greco.

A las palabras de García Montero, que leerá varios de sus poemas -algunos escritos expresamente y otros recuperados de sus libros- se superpondrá el flamenco de Márquez, ambos caminando despacio pero con tino sobre las melodías de autores clásicos españoles, Manuel de Falla y su Amor Brujo, Enrique Granado y sus Tonadillas y sus Goyescas, Isaac Albéniz, Joaquín Turina, Federico García Lorca y Antonio Soler, todas interpretadas por Torres Pardo. La tradición clásica de la pianista se entrelazará así con los mimbres populares del cante jondo y el flamenco de la cantaora, confluyendo en la obra de aquellos autores, todos conectados por su hibridación de lo culto con lo popular, las dos caras de la moneda del arte.

 

“Es algo llamativo por la situación en la que está la cultura: los artistas nos quejamos del tratamiento que se le da, y no solo por el IVA o la falta de inversiones, sino por lo desatendida que está dentro de las prioridades de la sociedad: hay una liquidación de la cultura popular”, se lamenta el poeta, también colaborador de infoLibre. ”La relación que esta aporta con la vida, la muerte, el amor, ha sido sustituida por la telebasura y la zafiedad”. Como un alto en el fluir de los trabajos y las costumbres, ellos reivindicarán en su recital una pausa para disfrutar de la belleza y la sensibilidad, relegados por todas las obligaciones de una vida cada vez menos reflexiva y más superficial.

Antes que este recital hubo otro hace unos años, Suite Albéniz, en el que el poeta y la pianista homenajearon al músico catalán. De allí surgió parte de lo que se podrá ver este domingo, aunque ha habido cambios. En el camino entre aquel entonces y ahora, Torres Pardo se cruzó con la voz de Márquez. “Al principio lo vi muy alejado de mí, pero el proceso ha sido súperbonito”, recuerda esta. “Tendemos a poner etiquetas, pero la música es música, y el mensaje es el mensaje”, dice en referencia a lo dispar del arte de cada uno que, como agrega Torres Pardo, "en realidad eso ha ayudado a desencorsetarnos, a salirnos de lo que estábamos sujetos cada uno, con libertad y sin servidumbres”.

Sabedores del “lujazo” de haber hecho vida de su vocación, los artistas instan a deleitarse con las propias dedicaciones diarias y, con ellas, a disfrutar del tiempo. De eso hablan precisamente algunos de los poemas que recitará García Montero a quien, junto a las músicas, dirige sobre el escenario Enrique Viana. “Vivimos con la lengua fuera, sin tiempo para mirar a los ojos a nuestra pareja o tener una conversación con un amigo”, dice el poeta. “ante este vértigo que degrada la sociedad, es importante pedir a la gente que tenga tiempo para pensar en lo que de verdad importa”.