Festival de San Sebastián

Arranca la competición con los primeros aplausos al cine español y “La isla mínima”

Arranca la competición donostiarra con los primeros aplausos al cine español y “La isla mínima”

NOTICINE.COM / INFOLIBRE

El talento que subyacía en Grupo 7 se reafirma en La isla mínima, un thriller del andaluz Alberto Rodríguez con el que el cine español abre con muy buen pie la competencia del 62 Festival de San Sebastián, este sábado. A su lado, tras los pasos de la Concha de Oro, estuvieron la francesa de un repetidor en este certamen, François Ozon Une nouvelle amie y la danesa Stille hjerte, del aún más veterano Bille August, esta última único estreno mundial de un realizador extranjero reconocido en el concurso de 2014, ambas también calurosamente reconocidas por la audiencia.

Tras el éxito de Grupo 7, Rodríguez repite género, época (los años 80) y parte del elenco en La isla mínimaLa isla mínima. También tenemos a policías al frente de una historia asentada en la época de la Transición tardía, cuando la democracia aun no esta totalmente asentada en España, y quedan restos de esa mentalidad franquista y cerrada del pasado.

El primer acierto está en la elección de los actores principales, Raul Arévalo y Javier Gutierrez, quienes interpretan a una pareja de policías de paisano que investigan la desaparición de dos hermanas adolescentes hijas del barquero( Antonio de la Torre) en una localidad marismeña del Guadalquivir. Ahí está esa isla pequeña, mínima, perdida en el mapa, insignificante y asfixiante, como un mundo aparte, donde han desaparecido y muerto mas chicas de la misma edad.

Atmósfera sórdida

El film refleja y hace partícipe al espectador de esa atmósfera gris y sórdida, en la que todo el mundo puede ser culpable hasta que se demuestre lo contrario, en una sociedad hermética donde se tapa y se esconde hasta lo mas cruel, unas veces por miedo y otras por costumbre.

La isla mínima es sin duda alguna un thriller muy bien llevado, que engancha totalmente al espectador desde el primer momento, y que cuenta ademas con el añadido de la presencia del nuevo galán del cine español, Jesús Castro (El niño), que aunque acaba de empezar se prodiga en papeles de chico guapo malote.

La investigación que llevan a cabo los dos detectives (poli bueno y democrático, junto a poli facha y malo), irá destapando actividades ilícitas llevadas a cabo por muchos de los habitantes de ese pueblo, que en ocasiones aparece como un lugar fantasmal, del que todas las chicas quieren escapar a un mundo mejor, y al final acaban muertas...

Alberto Rodríguez juega mucho con la ambiguedad moral, "es una materia prima desde donde partir", comentaba en la posterior rueda de prensa, una cita con los medios distendida y divertida en las antípodas del tema que trata la película.

Puntos en común con True Detective

Raúl Arevalo y el director, comentaban cómo al iniciar el rodaje descubrieron una serie estadounidense con puntos en común con lo que ellos estaba rodando, el vestuario ochentero, los personajes que también eran policías, es True Detective, y la protagonizaron en su primera temporada Matthew McConaughey y Woody Harrelson, y Raúl Arevalo bromeaba con el parecido físico entre Mathew y él. El actor también subrayó el parecido casual en el paisaje mostrado, no tan distinto de algún lugar del Mississippi.

Muy contento con la acogida en el festival, todo el equipo estaba pletórico y soñando con nominaciones en los Goyas, como pasó con Grupo 7 y -por qué no- mucho antes una presencia en el palmarés final donostiarra.

La obra de François Ozon ha tenido una amplia presencia en el Festival de San Sebastián a lo largo de años, con la guinda de una Concha de Oro hace dos años por En la casa / Dans la maison, que como ahora Une nouvelle amie pasó antes por Toronto. Como ya nos tiene acostumbrados, ha vuelto a cambiar de registro, para sumergirnos en los secretos de un personaje que no parece lo que es, o viceversa. Calificada por la crítica como una mezcla entre cintas hitchcockianas y almodovarianas, el ecléctico cineasta galo brinda una historia totalmente distinta no exenta de morbo y controversia. A partir de un relato corto de diez paginas de Ruth Rendell, que fue lo que le inspiró, cambió totalmente el final, y por supuesto el meollo de la historia.

Ozon siempre escarba en lo oculto y en lo escondido, para que luego salga a la luz a de forma resplandeciente, en principio sutilmente para finalmente acabar a lo bestia.

Sorpresa desde el inicio

Laura y Claire son amigas desde la infancia, se casan y la primera tiene una niña. Su marido David y ella son felices, pero pronto todo se desmorona cuando ella fallece después de una larga enfermedad.La cinta sorprende al espectador desde su primer segundo, con un plano corto del féretro de Laura donde aparece vestida de novia.

Claire prometió a su amiga que cuidaría de su hija si algo le ocurriera a ella, y decide visitar a David a ver como esté lleva el duelo, y la crianza en solitario de la pequeña bebe. En ese momento la historia da un vuelco, tras la visión del marido de su amiga, al que se encuentra vestido de mujer dando el biberón a su hija adoptando el rol materno.

La cinta según su director comenzó siendo un melodrama, pero más tarde fueron apareciendo componentes cómicos en ella, hasta el punto que el espectador ríe en muchos momentos. Romain Duris, ha sido el elegido para interpretar este rico y complicado papel, doble y ambiguo, en el que ni él mismo se aclara mucho de cuál es su orientación en un principio, y se va encontrando y descubriendo poco a poco a sí mismo.

El director galo eligió a Romain -es su primera colaboración- porque en Francia es un gran sex symbol, y en honor a la verdad, además es versátil y le sobra talento para ser considerado para la Concha de Plata al mejor actor. En el reparto esta muy bien acompañado por otro de los chicos guapos del cine francés y heredero según muchos del adorado Alain Delon, Raphaël Personnaz, quien encarna al sufrido marido de la dulce Anaïs Demoutier (Claire).

Evolución del personaje

Ozon comentó en el posterior encuentro con los periodistas que los elementos físicos eran muy importantes en el personaje de David/Virginia, que va evolucionando poco a poco, en principio con torpeza, para acabar reafirmándose como lo que realmente quiere ser.

La actualidad copa el Festival de cine de San Sebastián

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Esta vez será mejor dejar que el espectador destripe y descubra la trama que nos regala Ozon, que puede que se quede sin sitio en su vitrina de premios de seguir así.

La jornada se cerró con el estreno mundial de Stille hjerte (Corazón silencioso), del danés ganador del Oscar Bille August, un intimista melodrama familiar en torno a la decisión de una madre madura, aquejada de una enfermedad terminal, que en principio recibe el apoyo de sus hijas para poner fin a su vida antes que su mal se convierta en doloroso, pero cuando la familia se reune para el adiós florecen las contradicciones y las inseguridades.

Tras el fracaso del europuding Tren de noche a Lisboa / Night Train to Lisbon, August recupera cierto brío con esta claustrofóbica historia de reproches y secretos, que también ha gustado como las otras dos primeras concursantes donostiarras.

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