‘La novia de papá’ va al teatro

Cuando, a tus treintaytantos, metida de lleno en tu profesión, encuentras de repente un novio, la vida te puede dar un vuelco. O no. Cuando es seguro que sí que lo hará es si ese nuevo amor tiene dos hijas en custodia compartida. Y tú te conviertes en la madrastra, esa palabra que asusta con solo oírla. Pero a la que tú das la vuelta.

Como de cambios va la cosa, también se ha transformado la historia que narraba estas y otras vicisitudes de la vida moderna, La novia de papá, de Paloma Bravo, que ha mutado de novela a función teatral. Con María Castro, Eva Isanta, Armando del Río y Rodrigo Sáenz de Heredia en la cabeza del elenco, la obra se estrena este viernes 16 en el Teatro Infanta Isabel de Madrid.

Las risas que ya estaban en el libro, esas sí, siguen garantizadas. Quizá se hayan vuelto, en todo caso, un poco “más gamberras”, porque como explica la autora, el texto se ha “actualizado”. “La novela estaba escrita en 2009, cuando la crisis, aunque ya había empezado, no era tan dura. En estos años hemos salido a la calle y la política ha entrado en nuestras casas”, algo que no ha podido ni querido obviar en su adaptación, que ha realizado mano a mano con el director de la pieza, Joe O'Curneen.

Ya de partida, en el momento de ponerse a escribir esta historia, basada en sus propias vivencias, Bravo, también periodista, se marcó dos objetivos: el primero, reivindicar la figura de la madrastra amable, “de la que no había referencias en la ficción”, explica, para añadir que ahora sí que las hay, por ejemplo, en la serie estadounidense Modern Family.

La autora de 'La novia de papá', Paloma Bravo.

El otro: apuntalar la idea de “ser tolerante, porque tienes que dar a gente que no es de tu familia, además de respetar el papel de la exmujer, que cuando hay hijos de por medio es para toda la vida, y entender que tú también te puedes convertir en ex”.

Mientras que Castro hace el papel de Sol, la protagonista, y aparece absolutamente todo el tiempo en escena, Isanta, esa antigua pareja de su actual pareja, va cambiado de papeles a lo largo de la función, lo mismo que Sáenz de Heredia, que da vida al mejor amigo. Y este ir y venir, dice la autora, le da a la función “un tono cómico y gamberro”.

“La obra se parece al libro en el espíritu de la protagonista”, agrega Bravo, “y lo que más me ha gustado es la oportunidad de actualizar cosas y meter conflictos que a lo mejor en la novela no te atrevías a poner, porque en la novela el autor es responsable cien por cien, y además no cuentas con la inmediatez del público”.

Esta no es la primera vez, en cualquier caso, que Bravo tiene la oportunidad de ver sus personajes modelados en carne y hueso. Su segundo libro, La piel de Mica, ya pasó por el circuito off de Broadway, y posiblemente llegará esta primavera a Madrid.

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También hay planes cinematográficos para ambos títulos, aunque todos están en el aire. De La novia de papá, recuerda la escritora, en su día ya “se vendieron los derechos para hacer una serie, pero al final no se hizo y los derechos prescribieron”.

Si en estas dos novelas Bravo se inspiró en su propia vida, en sus siguientes trabajos pensó que podía trascenderse a sí misma y cambiar de registro. Lo siguiente a La piel de Mica fue así una recopilación de cuentos para su hija, esta suya propia, y pronto publicará un libro de poemas.

"Creo que ahora puedo hacer más", afirma la escritora, que confiesa que, "aunque La novia de papá era más autobiográfica", en realidad, era en La piel de Mica "donde había más de mí".