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Música

“El que no entienda que Lope de Vega fue el primer ‘rocker’ de este país no se entera de nada”

Loquillo y los Nu Niles.

El entorno es magnífico.  A la derecha de la estancia hay un bar presidido por un gran bodegón, y a la izquierda se despliega el salón barroco, con las paredes cubiertas de exquisitos grabados de Bacon o Chillida. Al fondo se atisba de espaldas al hombre que buscamos: le delata su característico tupé. Frente a él se despliegan en una vitrina en cuya tarima reposa el busto de un ángel que parece mirarle fijamente unas matrioskas, fotografías, discos y demás recuerdos de los Beatles.

Estamos en el hotel en el que los de Liverpool se hospedaron allá por 1965, en un viernes de eclipse en el que nos encontramos con otro astro de la música, en su caso española. José María Sanz, Loquillo, el Loco Loquillo(Barcelona, 1960), se levanta y levanta con él sus casi dos metros de puro rock. Acaba de estrenar disco, Código Rocker, en el que recupera 13 temas de su repertorio desde 1980 reinterpretados junto a la ya desaparecida banda rockabilly Nu Niles, de los que también se incluye una canción. Tan elegante como expeditivo, tan inmodesto como sincero, dispara respuestas que cosen sus verdades a base de metralla dialéctica. Él mismo lo dice varias veces: como en la música, como en la vida, no concibe una ética que no vaya de la mano de su correspondiente estética.

Pregunta. El disco se llama Código Rocker: ¿a qué hace referencia ese código? ¿Es un código de honor, un código que hay que descifrar?

Código Rocker

Respuesta. El Código Rocker es una actitud frente a la mediocridad. Y es aquello que une a personas que no necesitan en absoluto decirse nada. Es un código que se aplica cuando saltan las alarmas emocionales.  Eso, en el mundo de los rockers es así. Al fin y al cabo, los rockers son los últimos caballeros del siglo XX. Tiene mucho de código de caballería de Ramón Llull.

P. ¿Es por eso por lo que a pesar de las modas el rock nunca termina de morir?

R. Yo no hablo de rock, estoy hablando de rock and roll. Creo que es un término que se aplica a todo. Es como el repugnante insulto que nos dicen a veces llamándonos roqueros. No somos roqueros, somos rockers. Roquero es una palabra que se aplica a todo: a Joaquín Sabina, Antonio Orozco, a lo que caiga. No tenemos nada que ver. Entonces, ¿por qué? La ética y la estética deben ir unidas. El expolio que ha sufrido el rock and roll va desde el mundo de la canción de autor a los cantantes melódicos, pasando por los políticos, que quieren ser estrellas del rock and roll. Todo eso es un expolio directo a nuestro estilo de vida, a nuestra estética… Ya vale, ¿no?

En España, el rockabilly o el rock and roll, al igual que el heavy, son géneros denostados, incluso te diría denostados por la crítica musical inteligente, entre comillas. En cambio, han dado unos músicos que han conseguido vender discos en todo el mundo, y en el caso del rockabilly, del rock and roll español, de músicos que giran por todo el mundo. ¿Por qué no sale en los papeles? Entonces, Código Rocker no deja de ser una reivindicación de eso. Simplemente, lo que intenta es que Loquillo, que es un artista de rock español, realiza un disco de rock and roll, de rockabilly, con la mejor banda de género, y con los mejores músicos que ha dado este país. ¿Que a mí se me ha asociado siempre con ellos? Sí, pero yo nunca he hecho un disco de rock and roll rockabilly al uso, jamás. He hecho discos de rock español.

P. ¿Y si Loquillo hubiera hecho rock británico o estadounidense hubiera sido diferente?rock

R. Eso sería como decir: ¿por qué estamos buscando los huesos de Cervantes y no nos dedicamos a que los niños en todos los colegios sepan quién es Miguel de Cervantes? España es un país que ha despreciado siempre el talento, y siempre han tenido que ser otros los que lo dijeran. El talento que hay aquí, la creatividad que hay en España… somos nosotros nuestros propios enemigos. Despreciamos tanto la cultura que hemos estado durante muchos años comprándola en el suelo. Y nos encanta decir que pirateamos. Y nos reímos: que se jodan los autores, que son unos privilegiados. En cambio nadie ha preguntado a Alierta (presidente de Telefónica): señor Alierta, tenemos el ADSL más caro de Europa, ¿por qué se ha forrado con la piratería?

P. ¿Entonces, la piratería no tiene justificación ninguna?

R. No, robar es robar. Punto. Vamos, yo no voy a una panadería y robo un trozo de pan. Creo que hay trabajo hecho ahí, ¿no?

P. Pero, con un sueldo mínimo de en torno a 600 euros, ¿la gente se puede permitir comprar un disco?

R. ¿Cuánto cuesta un disco? ¿Cuánto cuesta Spotify? ¿Debería atracar la gente los bancos o las perfumerías porque no tienen colonia? Es que entramos en una dinámica que es absurda. El autor tiene que tener derecho a cobrar por su música, que es su trabajo, regalarla o compartirla. Ese deber ser su derecho, y debe poder elegir entre las tres modalidades. Pero tienen que dejarle elegir. Yo tengo discos que he regalado en la Red, y otros por los que se paga. Yo decido lo que hago con mi obra.

P. La Ley de Propiedad Intelectual, que ha sido reformada recientemente para intentar atajar este tema, ¿está bien planteada? ¿Es esta la solución?

R. No. En absoluto. Claro que no (se ríe).

P. ¿Y qué se puede hacer? Porque Internet está aquí para quedarse, ya no hay vuelta atrás.

R. Ya le han puesto redes, ya le han puesto fronteras, no seamos ingenuos. No seamos nunca ingenuos. Todo siempre forma parte de un equilibrio de fuerzas. Derecho a la Red. Estupendo. Derecho al autor a sus derechos. Punto. Son dos cosas muy distintas, lo que no puede haber es gente que se esté forrando con esto.

P. O sea, que si las cosas no se solucionan es por los intereses de esta gente que se forra.

R. Naturalmente. Vamos a ver, tú vete a una tienda de discos grande. Busca música folclórica, a ver si existe. Por ejemplo. ¿Por qué no existe? ¿Por qué no puedes comprarte un disco de música folclórica de una parte de tu país? Solo lo puedes encontrar en la Red porque eso hace mucho tiempo que fue retirado. Cada vez se irá absorbiendo más, y un día te encontrarás con que el acueducto de Segovia estará patrocinado por Endesa. España no es Inglaterra ni Francia, donde se ama la cultura, donde se nace con la cultura. En España nos han educado a despreciarla, ese es el problema. Y sobre todo, se ha querido dar una imagen de privilegiados por parte de un sector amplio de privilegiados. Entonces, ese es el problema. Cambiar esa educación es difícil.

P. ¿Y esa es la palanca que lo cambia todo, la educación?

R. La educación es la que nos hace libres. Es muy fácil vivir en la ignorancia, y seguir muy bien en la ignorancia.

P. En tu música has incluido mucha poesía, probablemente el género literario más complicado, o si quieres menos accesible. ¿Cómo has conseguido que la gente no salga corriendo?

R. Pues porque yo creo que la poesía es el último reducto de insurgencia que hay en la literatura. Así de claro. Y porque la poesía ha sido maltratada. Yo soy muy fan de Manuel Machado: durante mi adolescencia no existía, solo existía Antonio. Hasta en la poesía hay guerracivilismo. El que no entienda que Lope de Vega fue el primer rocker que dio este país, no se entera de nada.

P. O sea, que esto de ser rocker tiene mucho más que ver con la actitud que con la música. rocker

R. Naturalmente. Se basa en jugársela. Básicamente. Yo tengo la suerte de tener fans que son realmente seres espectaculares, y eso, en el mundo de la cultura desgraciadamente la gente se calla, por miedo. Porque aquí nos encanta pasear a la gente, señalarles por la calle, decir que estos son buenos y estos son malos… Va de ese palo. A mí, sin embargo, me gusta que la gente sepa de qué voy. Considero a mi público inteligente: lo suficientemente inteligente y preparado como para respetar mis opiniones políticas, sociales o las que sean aunque no estén de acuerdo con ellas. Parto de esa base. Yo lo que estoy haciendo es delimitar. Podría ser como Fito, Manolo García… y quedar bien con todo el mundo, pero es que no puedo quedar bien con todo el mundo. Yo exijo también del público que viene a verme el mismo compromiso que yo tengo.

P. ¿Cómo encaja en esta sociedad que cada vez parece más polarizada entre eso que hoy llamamos la casta, el establishment, y una sociedad de base que busca el asociacionismo, la unión para hacer la fuerza? ¿Qué puede aportar ahí un espíritu libre?

R. Estás hablando como hablaba Felipe González en el año 78 (se ríe). Es un déjà vu. Esta película ya la he visto. Con diferencias: el guion del 78 era peor, más patatero. Se notaba que estaba hecho con prisas. Este, en cambio, es súperinteresante: estamos a mitad de película y todavía no sabemos cómo va a acabar. Esta es la sensación que yo tengo. Yo me imagino cómo va a acabar: El gatopardo de Lampedusa. Cambiemos todo para que todo siga igual. Yo he conocido a tanta gente que me ha hablado de cambiar el mundo, de la revolución, la paz mundial, los nosequé… y han terminado teniendo unos chalets acojonantes, que ya no me creo absolutamente nada de todo eso. Creo más en la acción individual, no en la colectiva. Yo soy de una generación que ya nos tomaron el pelo con Nicaragua, y antes se lo habían tomado a otros con Cuba. Entonces, ¿cuál es la nueva Cuba y la nueva Nicaragua? No te preocupes, que seguro que se la inventan. El mundo siempre se basa en lo mismo: unos radicales que quieren el poder y el poder que no quiere que se lo quiten. Y nosotros estamos en medio. Y ya está.

P. Es decir, pesimismo total.

R. No: supervivencia. Pesimismo no, qué va. Tengo 54 años, me las han metido dobladas 20 veces. Yo también estuve con los Verdes de Mendiluce, el PSOE, Izquierda Unida… Si todo eso ya lo tengo de background. ¿Y?

P. Ahora sin embargo sí que hay mucha gente que habla de ilusión.

R. Me parece cojonudo. Pero a mí me tomaron el pelo. Ya tengo demasiados años. Bienvenidos sean si lo consiguen. Ahora, me parece que escuchando a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez no creo que lo consigan. (Se ríe) Básicamente, por esos para mí son la casta. O lo fueron en su momento. Creo que hay otros tiempos, hay otras fórmulas, y a veces no puedes acusar a alguien de rancio cuando tú lo eres. Yo tengo muchos amigos en Podemos o en Ciutadans que salen de IU, del PSOE… gente joven que quería hacer cosas y no les dejaron, y han encontrado en un partido y en otro su lugar. Cojonudo. Pero eso también es un bipartidismo, ¿no? Por eso digo que esta película ya la he visto. Y ojalá se cambien las cosas que hay que cambiar, porque yo no he votado la Constitución, supongo que tú tampoco. Es como cuando tienes un ordenador: reinicias y actualizas. Pues actualicemos, ¿no? Nos estamos rigiendo por cosas del siglo pasado, y eso sí que no tiene sentido.

P. Googleándote antes de venir a la entrevista, he visto que una de las primeras noticias que sale dice algo así como 'Loquillo vuelve a encender las iras de los nacionalistas por promocionar un vino de la Ribera del Duero'. ¿Cómo llevas esto de encender tantas iras?Googleándote

R. Me importa un bledo (se ríe). Que hablen mal aunque sea bien. Pobres los de la Ribera, ¿no? Encima de que son educados…

P. Antes que me hablabas de que a lo mejor un día el Acueducto de Segovia lo patrocinará Endesa, tú también has promocionado este vino, o la cerveza Mahou…

R. A mí me pagan por hacer un trabajo. Cualquier sponsor sirve. Quiero decir: yo no vivo del dinero público, a mí no me subvenciona nadie. Por tanto, los proyectos que yo hago, me busco la vida para conseguir el dinero para financiarlos. Entonces, a veces lo consigo y a veces no. Yo patrocino un equipo de baloncesto cadete. Sencillamente porque no hay dinero para el deporte base. Pues eso lo hacemos todos los que podemos hacerlo. Cuando tengo que hacer una gira necesito financiarme, así que me busco la vida para buscarme sponsor. Pero eso es lo normal, es así, no te lo voy a pedir a ti, ¿no? Hay que buscarse la vida.

P. En otro orden de cosas, te llevas muy bien con la televisión. Aceptaste el reto de presentar American Chopper y dijiste que no a una oferta que te hicieron desde La voz. En ese sentido, parece que a día de hoy casi la única programación musical de la tele pasa por este tipo de formatos. ¿Cómo lo ves? American Chopper La voz

R. Las emisoras privadas pueden hacer lo que quieran, porque son privadas. Las que no pueden hacer lo que quieran son las emisoras públicas. Se tienen que dedicar a promocionar la cultura y a potenciar la cultura de un país. Es su obligación. Si no, no son públicas. De las privadas no puedes decir nada, porque son privadas. A las privadas sí les tienes que exigir eso, y eso no se cumple desde hace un montón de años.  

P. Sin embargo las privadas contribuyen en buena medida al embrutecimiento del que estábamos hablando antes.

R. Bueno, la gente tiene que poder decidir lo que quiere ver. Es un tema de educación, volvemos a lo mismo. Si la gente estuviera educada, igual no veía esos programas, digo yo. O les parecería que no son adecuados. Las cosas no hay que prohibirlas, jamás. Lo único que hacer prohibiendo es darle importancia. Simplemente, hay que mostrar, y que cada uno elija, simplemente. Así de fácil.

P. Después de tu experiencia en la tele, ¿te atreverías a meterte a tertuliano?

R. No. Yo no defiendo ningún interés de nadie. Yo creo en la prensa libre, que es algo que ya no existe, desde hace tiempo. Hay periódicos con cierta libertad de expresión, pero como te metas con alguno de sus sponsors te han jodido bien. Hay cierto margen de error, pero no lo repitas varias veces, porque entonces te echan. Yo llevo escribiendo desde el año 78, he escrito en los mejores periódicos del país y me han echado de uno por escribir algo que no debía. Me prohibieron el artículo y yo me largué, que es lo mismo que echarte. 

P. Yo vengo de un periódico, infoLibre, que vive de los suscriptores, y hay más ejemplos de prensa independiente en Internet, así que parece que sí que hay ciertos brotes verdes, como lo llaman…

R. Sí, no lo dudo. Desgraciadamente, la prensa escrita lo tiene difícil. La prensa digital es otra cosa. Pero tampoco es lícito que cualquiera pueda hablar de la obra de Einstein. Habrá que estar preparado, ¿no? Es que Internet tampoco puede ser esto de puedes decir lo que quieras, de quien quieras, cuando quieras. Tienes que tener una formación, no puedes jugar a ser periodista si no lo eres. Aquí todo el mundo se cree que puede ser periodista por un día, y hay un oficio. Desgraciadamente la prensa escrita depende demasiado de los sponsors, de las subvenciones… y por lo tanto, hay cierto tipo de cosas que no puede decir, y eso coarta totalmente. El fair play.

P. El año pasado sacaste un disco en directo que se llamaba El creyente, y decías que en lo que creías era en ti mismo. ¿Cómo se puede mantener esa coherencia y esa creencia en uno mismo?El creyente

Blur y la herencia de Bowie

Blur y la herencia de Bowie

R. A mi edad ya no se puede hacer lo contrario (se ríe). Siempre he sido así, no hay vuelta de hoja. Igual con los años uno se modera, pero no sé otra manera de hacer las cosas. Sería bastante más aburrido: vivir en el filo también tiene lo suyo. Es excitante. La vida sin peligro no tiene sentido.

P. Has tenido tus más y tus menos con la SGAE en el pasado. En esta época de cambios tecnológicos y de todo tipo, ¿crees que llegado la hora de cambiar el modelo de gestión de derechos de autor?

R. Yo soy partidario de que puede haber varias SGAES. Yo soy partidario de que el Estado haga una investigación a fondo de lo que ha sido la SGAE, y una vez se limpie y ante los ciudadanos eso quede limpio, se hagan unas elecciones que demuestren que la SGAE está fuera de todo tipo de dudas. Lo que no puedo entender es cómo hay más de 40 miembros de la Junta Directiva. ¿40? ¿En qué empresa hay 40? ¿No puede haber 20? ¿Dónde van todas las dietas? Vamos, yo no estoy nada de acuerdo. Nada. ¿Esto qué es? ¿Un club privado? ¿Cuántos de ellos tiene estudios superiores? ¿Cuántos de ellos son juristas, abogados, economistas? Se trata de eso, ¿no? Yo no lo soy, y a mí no se me ocurriría ser directivo de la SGAE, porque no tengo estudios para eso. A mí me encantaría que hubiera un gabinete jurídico de la hostia, un gabinete económico de la hostia, y una figura –llamémosla popular- que aglutinara eso como imagen.

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