Karen Souza, 'cool' en las venas

Karen Souza proyecta hacia el exterior una verdadera imagen de cantante con clase. Su doble álbum The essentials se perfila como una de las apuestas con más glamour del año gracias a la recopilación de sus exquisitas versiones de los años 80 y 90.

La cantante norteamericana de origen argentino rivaliza con los franceses Nouvelle Vague y se atreve con éxitos como Do you really want to hurt me?, de Culture Club; Creep, de Radiohead; Every breath you take, de Police; Personal Jesus, de Depeche Mode; Wake up and make love with me, de Ian Dury; New Year's Day, de U2; Billie Jean, de Michael Jackson…

Con un toque jazzy en todo momento. Con la elegancia por bandera. Con la mesura como socia. De la misma forma en que se explica para infoLibre en vísperas de sus dos conciertos en España: el martes 16 de junio en la sala Luz de Gas de Barcelona y el miércoles 17 en el Galileo de Madrid.

“Comencé con otros pseudónimos o proyectos hace unos 15 años, cuando se gestaba el movimiento chill y el deep house, junto con otros géneros similares agrupados dentro de lo cool. Creábamos canciones que luego llegaban a sagas como los recopilatorios del Hotel Costes parisino. Allí me escucharon algunos músicos de jazz y nuestro rumbo cambió”, dice.

“Vivo un poco en Buenos Aires, otro poco en Nueva York”, confiesa mientras argumenta: “Aunque no soy porteña, creo que me va muy bien esa melancolía de arrabal tan propia del tango porque yo canto jazz y bossa nova. Amo mi país, y es tan inmenso que no llego a conocerlo todo. Lo haré cuando tenga tiempo para ello, es mi asignatura pendiente”.

Karen Souza despunta en medio de las vocalistas estereotipadas que pueblan los 'hit parades' de hoy. Su inspiración reúne más sentimiento de lo habitual. Nada extraño teniendo en cuenta sus raíces: “El tango es un género increíble, cada vez me sorprende más. Me emociona mucho en lo personal porque son unos relatos muy gráficos. Te ves como inmerso en historias acompañadas por una orquestación perfecta”.

The essentials, con un largo recorrido en otros países, es la confirmación sin paliativos de lo que apuntaba en Hotel Souza, con la diferencia de que este álbum se concentraba en canciones propias.

El concepto de club humeante se despliega en su voz sedosa, de forma que su easy listening se prolonga en cada nota, con la sofisticación en justas dosis.