U2, macroespectáculo en estado puro

U2 no vive precisamente su mejor momento creativo, con su inspiración bajo mínimos desde que Bono apostó por un mesianismo político que no ha hecho sino diluir su inspiración, a juzgar por los flojos resultados palpables en sus álbumes All that you can’t leave behind y, especialmente, ese último y sonrojante Songs of innocence.

Pero la banda irlandesa arrastra una leyenda tan grande que ni siquiera le hace falta seguir componiendo discos tan espectaculares como los de sus inicios para llenar estadios o, como en el caso de su nueva gira, recintos cerrados de considerables dimensiones.

Los artífices de himnos como With or without you, New Year’s Day, I still haven’t found (what I’m looking for), Where the streets have no name o Mysterious ways desembarcan en España para ofrecer cuatro actuaciones consecutivas. Pero todas ellas sin moverse del mismo lugar: el Palau Sant Jordi de Barcelona.

El aforo de 18.000 personas (tope del pabellón próximo al Estadio Olímpico, en la montaña de Montjuic) se quedará pequeño para recibir a estos dioses del rock contemporáneo los días 5, 6, 9 y 10 de octubre.

A su legión de fans no le importa en absoluto que sus últimas grabaciones sean infinitamente más mediocres que las de los innumerables grupos a los que han influido posteriormente, caso de Editors, de vuelta con In dream.

Y les da igual porque saben perfectamente que el repetorio de su macroespectáculo suele hacer hincapié en sus mejores canciones, al estilo de I will follow, Sunday, bloody sunday, October, Desire o Who’s gonna ride your wild horses.

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A última hora, todavía quedan (pocas) entradas a la venta: sólo las que la organización está obligada a reservar hasta el último instante y… a un precio nada asequible, pues la más barata cuesta 106 euros.

Entre los devotos, más de uno deseará echarle un ojo al volumen U2 en España, recién publicado por Xavier Balart en Quarentena Ediciones. Una aproximación más a la parafernalia que rodea a los millonarios rockeros. También acaba de llegar a las librerías Los tesoros de U2, de Brian Boyd.

Lo que parece muy evidente es que los directos de U2 se han convertido en el fastuoso modelo al que aspiran sus dos principales competidores en el panorama musical de hoy: Muse y Coldplay. Más aún los primeros, empeñados en imitar su megalomanía pero no la brillantez de sus melodías en los años 80.