Política cultural

PSOE y Podemos, unidos por las propuestas en Cultura

Sala de proyección del Cine Europa, en Lisboa.

La lucha por el voto les ha enfrentado en la eterna campaña iniciada en las últimas elecciones autonómicas, pero el programa, aún a medio construir, les acerca. Voluntariamente o no, las propuestas presentadas por PSOE y Podemos en Cultura hasta el momento no son tan distintas como puede sugerir el enfrentamiento nueva política-vieja política. En la mesa redonda sobre gestión cultural pública celebrada el martes en la SGAE, que reunió a estos dos partidos —además del PP, Ciudadanos, IU y Convergència Democràtica de Catalunya—, sus portavoces se descubrieron de acuerdo en propuestas como la bajada del IVA cultural a un 10%, el regreso a un Ministerio de Cultura autónomo y la creación de un órgano formado por miembros del sector que haga de intermediario entre este y el Estado. 

El acuerdo existe mientras los dos partidos ultiman sus respectivos programas. Podemos no ha hecho aún público el suyo, mientras que el PSOE avanzó la pasada semana un borrador. Sin embargo, a estas alturas las dos formaciones presentan numerosos puntos coincidentes, mucho más cercanos entre sí que a los demás contendientes. Ciudadanos apuesta por un modelo empresarial, apoyado en una ley de mecenazgo; IU aboga por una clara intervención estatal en Cultura siguiendo el ejemplo francés; y el PP se limita, por ahora, a defender su gestión. 

Eso no significa que no haya enfrentamientos entre PSOE y Podemos. "No se puede tener un discurso dependiendo del público ante el que hablamos", reprochaba a Podemos Iban García, responsable socialista de Cultura, que critica su "falta de compromiso con los derechos de autor" y una cercanía a movimientos que los discuten. Ellos replican afeando la marcha atrás de los socialistas en el tema del IVA, que prometieron bajar al 5% para finalmente dejarlo en un 10%. "Llaman a Podemos el partido populista, pero ellos están redefiniendo el término", critica Manuel Guedán, responsable del sector del libro. 

La campaña en esta materia se esboza ya como una carrera por ver cuál de los dos se convierte en el favorito de los creadores. "El PSOE ya no es el único 'partido de la cultura", sugieren fuentes de Podemos, que prometen dedicar varios actos exclusivamente al sector durante la campaña, como planean hacer los socialistas, e incluso anunciar algún nuevo fichaje para las filas del partido. Estos son los puntos coincidentes de una lucha por el favor de la industria.

Un IVA cultural al 10%

A estas alturas, todos los partidos ofrecen una bajada del IVA cultural. Incluso el PP: el martes volvió a prometerlo en la SGAE en boca de Beatriz Rodríguez-Salmones, que recibió las risas del público. Pero PSOE y Podemos coinciden en la cifra, un 10%, y en la promesa de defender en Bruselas un tipo superreducido para todo el sector. El PP, por motivos obvios, no ha ofrecido un número exacto y tampoco IU. Marta Rivera, candidata de Ciudadanos al Congreso, explicaba que aún no hay nada decidido en su programa: "Llevamos dos tramos únicos del IVA, el 7% y el 18%, y no sabemos en cuál iría", ha explicado a la salida de la mesa redonda. 

Un Ministerio de Cultura independiente

Ambos partidos apostaron por el regreso a un Ministerio de Cultura autónomo, estatus que tuvo entre 2004 y 2011 (antes de la llegada de Rajoy) y entre 1977 y 1996 (antes de la llegada de Aznar). Podemos, establece una ligera diferencia convirtiéndolo en Ministerio de Cultura y Comunicación, incidiendo en la necesidad de añadir esta pata a la gestión cultural. 

Un órgano formado por creadores y gestores

Le llaman de distinta forma, pero el Consejo independiente que propone el PSOE y la Asamblea profesional de la que habla Podemos son, en realidad, muy similares. El borrador de los socialistas habla de "un Consejo independiente y participado por el sector, que permita aunar voluntades entre el sector y las administraciones". Podemos considera que la organización de profesionales sería una "correa de transmisión" entre el sector y el Gobierno. 

Un Estatuto del artista

Las dos formaciones proponen mejoras fiscales para los artistas (a los que Podemos añade a los "trabajadores de la cultura"). Los socialistas hablan de "mecanismos coherentes de cotización, contratación, de contingencias de salud, maternidad, jubilación y desempleo" para los creadores. Podemos lo concreta en un estatus parecido al de los trabajadores intermitentes en Francia y proponen un régimen específico de la Seguridad Social para que los profesionales del sector "no tengan que contemplar altas y bajas constantes", una cuota de autónomos adecuada a los ingresos y el pago del IVA cuando se produce el cobro, y no la emisión de la factura. 

Ley de Mecenazgo y LPI, con matices

Podemos y PSOE apuestan por una Ley de Mecenazgo (la propuesta estrella del PP que quedó en una reforma fiscal) y por una nueva Ley de Propiedad Intelectual, propuestas que comparten con otros partidos. La Ley de Mecenazgo socialista habla de "desgravaciones a la ciudadanía en el IRPF y a las empresas en el impuesto de sociedades", mientras que Podemos apuesta por una "casilla cultural" en la declaración de la renta, además de rebajas fiscales. 

A la caza del voto cultural

A la caza del voto cultural

En materia de derechos de autor, la diferencia parece ser terminológica. El PSOE habla de "lucha contra la piratería", haciendo hincapié en las medidas punitivas, y Podemos apuesta por un "desarrollo de la cultura digital" que apoye a las empresas que ofrecen productos culturales de manera legal en Internet. "[La plataforma de cine en streaming] Filmin ha podido hacer más por los derechos de autor que la ley Sinde-Wert", defendía Manuel Guedán. 

Aumento en los presupuestos, por concretar

PSOE y Podemos inciden en recuperar gradualmente la cuantía perdida en los recortes de los últimos años. Los socialistas prometen “incrementar de forma sostenida” las partidas, y Podemos no baraja aún un porcentaje concreto, aunque apunta a una cifra cercana al aumento del 20% que llevaba en el programa de la Comunidad de Madrid. En las próximas semanas tendrán que fijar estas y otras ideas. Si esas concreciones no les llevan a un enfrentamiento más duro, las dos organizaciones se encontrarán compitiendo por la misma bolsa de votantes con programas curiosamente similares.

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