Entrevista

Gonzalo Hermo: “Todas las lenguas del Estado deben jugar en igualdad de condiciones”

Gonzalo Hermo, Premio Nacional de Poesía: “Es necesaria una apuesta de futuro, porque puede perderse mucho talento poético”

Nació en Rianxo (A Coruña) en 1987. A sus 28 años, Gonzalo Hermo da clases de literatura gallega en la Universidad de Santiago de Compostela, colabora como crítico literario en revistas especializadas y participa puntualmente en conferencias sobre poesía y literatura. Su vocación poética comenzó a aflorar gracias a Rosalía de Castro, cuando siendo apenas un adolescente se dejó atrapar por Follas Novas. Desde entonces, dos libros publicados y una trayectoria llena de reconocimientos. Y un futuro prometedor. Porque de eso se trata, de construir futuros.

Su última obra, Celebración –íntegramente en gallego–, acaba de ser galardonada con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de poesía joven Miguel Hernández. El jurado valoró del poemario "la apuesta por abrir nuevos caminos para la expresión poética apuntando un lenguaje arriesgado e innovador".

El libro es el primero de la colección Cera labrada, creada por la editorial gallega Apiario, un proyecto literario recién nacido que apuesta por la calidad de las obras a través de un sello editorial independiente

Celebración es una obra gélidamente cercana, donde se entrelazan la memoria con la creación de futuro; el vacío, las ausencias, con la necesidad de avanzar. El frío y el calor, la pureza y la imperfección. La celebración de la muerte como parte de la vida.

PREGUNTA. En Celebración está muy presente la idea de cambiar como paso necesario para avanzar. Uno de los primeros poemas, "Después de Crac", hace alusión a tu primer libro: una etapa pasada muy diferente de la actual. Aludes en cierto modo al cambio.Celebración

RESPUESTA. Ahora, visto en perspectiva y tras reflexionar sobre mi trabajo, creo que es un libro sobre la pérdida. Sobre la pérdida de los lugares que uno habitó y ya no habita, sobre las personas que quiso y ya no están en su vida. En el caso de Galicia tiene que ver también con la pérdida de una cultura, de una identidad que se va desvaneciendo poco a poco. En esa pérdida se pueden adoptar dos posiciones: una nostálgica, que desde mi punto de vista es inmovilista, o bien podemos apostar por seguir adelante, por construir algo nuevo y aceptar esa pérdida para continuar. El libro intenta situarse en esa última perspectiva de afrontar el cambio como una posibilidad de modificación para mejorar.

P. Relacionada con la idea de avanzar, como tú dices, se encuentra la nostalgia de tiempos pasados. De hecho llegas a hablar de la saudade como obstáculo.saudade

R. También está un poco por molestar. Porque la morriña, la saudade, teóricamente define a los gallegos, pero a mí es un sentimiento que no me gusta porque inmoviliza. Uno se sienta a tener nostalgia y no hace nada por avanzar. En cierto modo sí que va con la intención de meterme con ese emblema, porque no me acaba de convencer como sentimiento definitorio.

P. También hablas de librarse de cargas y aprender a fallar, de la impureza y de los defectos. Dices que "non queremos un corpo que non saiba estragarse" ("no queremos un cuerpo que no sepa estropearse"). Tengo la sensación de que Celebración reivindica de algún modo la imperfección, superar el miedo a ser imperfectos.Celebración

R. Vivir, avanzar, y escribir poesía como una parte de la vida, es fallar. Aspirar a la perfección, en la misma medida que la nostalgia, nos puede inmovilizar, porque si aspiramos a hacer algo perfecto probablemente acabemos por no hacer nada. Es necesario asumir esa impureza, esa imperfección, para poder avanzar.

P. Otro elemento constante en el poemario es el frío. De hecho, ese iba a ser el título, pero finalmente lo descartaste.

R. Precisamente porque el frío es un símbolo que remite a esa inmovilidad. En el libro se establece un juego simbólico entre el frío y el calor. El frío como eso que nos inmoviliza y el calor como lo que nos activa.

El título de un libro tiene mucha importancia, y me di cuenta con este libro. Si lo hubiera llamado Frío, probablemente la gente lo leería en clave de recreación en esa inmovilidad, en ese frío. Pero Celebración es más optimista, y pone énfasis en la parte de activación, la parte más vinculada en el libro con el símbolo del calor. El calor aparece en medio de ese frío, y pone a funcionar la voz poética. Rechacé Frío por eso, para evitar lecturas que no me interesaban.

P. "Non tememos á morte / Levámola dentro / Celebrámolo" ("No tememos a la muerte / La llevamos dentro / Lo celebramos"). ¿Esta llamada a perder el miedo a la muerte es una forma de celebrar la vida, presente a lo largo del libro?

R. Supongo que tiene que ver con eso, porque la muerte la llevamos inscrita dentro. Cuando nacemos lo único que sabemos seguro es que vamos a morir, y quizá lo más vitalista que podría hacerse es asumir la muerte como una parte. Esa muerte puede ser no sólo física, sino también la muerte en el sentido de las pérdidas que vamos teniendo; vamos muriendo a medida que nos vamos transformando, vamos habitando otros lugares, vamos perdiendo personas que queremos, y eso también son pequeñas muertes que tenemos que asumir para continuar adelante.

P. A priori parece que un libro en gallego tiene menos posibilidades de ganar un premio a nivel estatal. ¿Finalmente crees que fue un plus?plus

R. No lo tengo muy claro, pero desde luego ese premio no lo ha ganado nunca ninguna obra que no fuese en castellano. Quizá eso fue un motivo, aunque la información que me llega es que lo que tuvieron en cuenta fundamentalmente fue que la obra tuviese cierta repercusión, y que fuera a durar de alguna forma. No sé si el tema de la lengua intervino, lo que sí sé es que es fundamental que en los premios nacionales, del Estado, se reconozcan obras en otras lenguas, porque formamos parte del mismo Estado, así que deberíamos jugar en igualdad de condiciones.

P. Dices que la reivindicación del idioma está en el propio hecho de escribir en gallego. Quizá esa sea el mayor acto reivindicativo, no renunciar a la lengua materna...

R. A mí desde luego no me gusta nada hacer proselitismo, es algo que no me interesa, igual que no me interesa tampoco decirle a los demás lo que tienen que hacer. Yo decidí no renunciar a la que es mi lengua materna, la lengua en la que me desenvuelvo en mi vida, especialmente a la hora de crear, de hacer un producto artístico literario. Además es una cuestión estética, no sólo ideológica: creo que escribo mejor en gallego, por lo tanto me parece lo natural. Lo artificial para mí sería escribir en castellano. En mi poesía no trato el tema de la lengua, no es una poesía autorreflexiva constante sobre este tema, lo asumo de una manera natural y busco hablar de temas universales a través de una lengua.

P. El libro está editado por Apiario, una editorial en gallego que destaca por el especial cuidado en su trabajo. ¿Cómo crees que la existencia de proyectos como este pueden servir para visibilizar y fomentar la cultura y la lengua gallega?

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R. Son fundamentales, porque todas las editoriales sufrieron los embates de la crisis, y además géneros como la poesía o el teatro, que son minoritarios, han sido los más azotados. Apiario es una apuesta de riesgo en términos empresariales, porque busca una calidad en las obras. Los libros de Apiario son relativamente caros porque también son caros de producir, y el margen de beneficio es pequeño. Pero creo que es una apuesta de futuro en la medida en que los lectores de poesía son siempre reducidos pero exigentes, y no quieren un producto cualquiera, valoran también que el poema llegue a través de un vehículo bueno que esté a la altura de los textos, y a mí me parece inteligente darles lo que piden. Creo que la fórmula de trabajo en un futuro debe ser esa, el trabajo artesanal, el trabajo apostando por lo que crees y ofreciendo un producto de calidad.

P. El premio está destinado a escritores menores de 31 años. Tú tienes un recorrido importante, y tu trayectoria ha sido reconocida, pero ¿cómo ves el panorama para la gente joven que quiere dedicarse al mundo de la poesía?

R. Muchas veces no hay posibilidades de publicación. Hay quien tiene unos discursos más arriesgados, que se alejan un poco de lo que dictan los premios y las editoriales a nivel estético, y tienen dificultades para entrar en el panorama editorial. Creo que eso debería hacernos reflexionar a todos. En Galicia la situación es especialmente preocupante, porque las posibilidades de publicar en gallego para una persona joven son muy reducidas. No fue así en otro tiempo, pero actualmente sí. Y eso se puede extrapolar a la literatura en castellano o en otras lenguas. Es necesaria una apuesta de futuro, porque puede perderse mucho talento poético por la carencia de esos canales entre el autor y el público, que son las editoriales, puede haber gente que desista.

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