La Academia sueca se rinde tras cuatro días tratando de dar con Dylan

La Academia sueca se rinde. Después de intentar dar con Bob Dylan durante cuatro días, sin éxito, deja la pelota en el tejado del músico, que el pasado jueves fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. "Ahora mismo no estamos haciendo nada. He llamado y he enviado e-mails a sus colaboradores más cercanos, y he recibido respuestas muy amistosas. Por ahora, eso es suficiente", ha declarado la secretaria permanente de la institución, Sara Danius, a la cadena de radio sueca SR este lunes. 

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El cantautor estadounidense no es conocido precisamente por su entusiasmo ante los premios recibidos. En 2012, cuando recibió la Medalla Presidencial de la Libretad, el mayor honor civil en su país, no pronunció palabra y se limitó a tocar levemente el brazo del presidente Barack Obama antes de volver a su asiento. Cuando se le nombró miembro honorario de la Academia de las Artes y las Letras estadounidense, en 2013, no acudió a la ceremonia. En la gala de aceptación de la Legión de Honor francesa, solo dijo: "Estoy agradecido y orgulloso, eso es todo". 

El mismo día del fallo del Nobel, Dylan dio un concierto en Las Vegas. No pronunció una sola palabra sobre el premio. Nada raro, sin embargo, teniendo en cuenta su tradición de sobrias actuaciones. 

"No estoy preocupada, creo que aparecerá", ha asegurado Danius sobre la cena que, cada 10 de diciembre, ofrece la Academia para entregar los premios. Es el momento en que los ganadores ofrecen su discurso de aceptación, y reciben la medalla y el cheque de ocho millones de coronas suecas, unos 825.000 euros. Las normas establecen que si el galardonado rechaza el premio, o bien si el cheque no se cobra antes del sigueinte 1 de octubre, el dinero regresa a las arcas de la Academia. "Si no quiere venir, no vendrá. Será una gran fiesta en cualquier caso, y el premio sigue siendo suyo", ha sentenciado Danius.