Más de
700 profesionales de las artes escénicas y la cultura piden que en las
Naves del Matadero, "espacio teatral emblemático desde hace diez años y de fuerte arraigo ciudadano", puedan convivir
todo tipo de artes escénicas, consolidando así "un espacio único que, sin duda, pueda seguir siendo un referente nacional e internacional para la cultura". Por ello, están recogiendo
firmas que apoyen su solicitud.
Esta iniciativa surge a raíz de la
polémica desatada tras el anuncio el pasado marzo de la nueva programación del espacio. En ella, el nuevo gestor del mismo,
Mateo Feijóo, optó por un proyecto dedicado a las
artes escénicas de vanguardia —
performance, danza, música y el teatro más contemporáneo— y rompió con la anterior línea que había dedicado las Naves al teatro de texto más convencional.
Nombres de la cultura y la profesión como
José Sacristán, Juan Echanove, Concha Velasco, Lola Herrera y Pepe Viyuela, entre otros, exponen que
"no se trata de restar, sino de sumar" y defienden que la cultura "siempre ha paliado" los miedos y las carencias ancestrales que abocan al ser humano a defender "lo suyo" frente a "lo del otro", al dotarnos de "instrumentos de comunicación" que convierten al "otro" en tu igual, en
"un compañero de viaje a través de sentimientos universales". Y consideran, por tanto, que la cultura ha sido
"un puente imprescindible de respeto y entendimiento".
Los
firmantes quieren mostrar su
"respeto" y
"apoyo" a la decisión del Ayuntamiento de Madrid de
"dotar a la ciudad de un Centro de Creación de las Artes Vivas", un lugar "donde se podrá dar cabida a nuevas formas de expresión e investigación". Pero, al mismo tiempo, lamentan que la "estupenda" iniciativa conlleve la "
desaparición de dos espacios de exhibición de las artes escénicas tan emblemáticos como las Naves del Matadero".
Dos salas —
Max Aub y
Fernando Arrabal— que durante sus diez años de existencia habrían acogido "
172 espectáculos de producción propia, externa, o coproducciones,
2.909 funciones, con una media de
más del 60% de ocupación y una cifra total de más de
600.000 espectadores". En definitiva, un
"lugar consolidado" y
"reconocido internacionalmente" en el que "miles de profesionales del sector han podido desarrollar su labor profesional".
Por todo ello, los solicitantes se preguntan a qué se debe
"este paso atrás" y el porqué de restar oferta cultural a la capital cuando "
las cifras de estos diez años de trayectoria son patentes y claras". "Los madrileños han dado un
sí rotundo e incuestionable a las artes escénicas en las
Naves del Matadero" en un
"perfecto ejercicio de entendimiento y complicidad", sostienen. Y arguyen que no están defendiendo "lo nuestro" en contra de "lo de nadie", sino
"lo de todos", pues "la suma de posibilidades" beneficiará a los ciudadanos que "decidan que la cultura pueda ser la mejor de las alternativas".
Por lo tanto, los firmantes solicitan al Ayuntamiento de Madrid y a sus responsables que "reconsideren esta
penosa situación, que reparen este
daño profundo a nuestra profesión y a la ciudadanía". Ya que "el Matadero es un inmenso espacio de titularidad municipal que
puede albergar todo tipo de artes".
Todo el que desee adherirse a esta solicitud, "profesional o amante de la cultura", puede hacerlo escribiendo un e-mail a
teatroenmatadero@gmail.com, en el que manifieste su conformidad con el manifiesto —basta con un sencillo
"de acuerdo"—. En el correo debe figurar el nombre completo del firmante y su profesión.
La gestión de la cultura por parte del ayuntamiento de Madrid se merece un suspenso sin paliativos. Los desaciertos con muchos, graves y frecuentes. Y no parece que haya propósito de enmienda alguno, quizá porque en realidad no se trata de simples errores de gestión, sino que en el trasfondo existe una enconada lucha política entre las diferentes facciones que malconviven en Ahora Madrid. Ello es lamentable en sí, pero peor es que hayan escogido esta área, precisamente, para escenificar sus disputas.
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