Cultura

Las películas favoritas al Goya han sido vistas por el 1% de los espectadores

Javier Gutiérrez en 'El autor', de Manuel Martín Cuenca.

Handia, La librería, El autor, Abracadabra y Verano 1993 (Estiu 1993). Son las cinco películas favoritas a la próxima edición de los Premios Goya, de las 13 nominaciones de la primera a las ocho de la última. Si usted ha visto alguna de ellas, está entre el millón de espectadores raspado que lo ha hecho en 2017, el 1% de los casi 100 millones de espectadores que llenaron las salas españolas el pasado año, según la compañía de medición ComScore, que provee de datos al Ministerio de Cultura. A falta de las cifras de la última semana del año (que no debería andar lejos de los 100.000 espectadores, en el mejor de los casos), los 26 filmes nominados, lo más granado del cine español, alcanzan todos juntos solo el 8% de la taquilla total, 46,6 millones de euros. Eso sí, copan la mitad de la recaudación del cine español, que se planta en 97 millones.  

La escasa representación en taquilla de las candidatas a los premios de la Academia de Cine es, en cierto modo, endémica. Pero la situación ha empeorado desde el año pasado, cuando las cinco favoritas al cabezón recaudaron juntas seis veces más. La correspondencia parcial entre popularidad y galardones fue posible en parte gracias a Un monstruo viene a verme, el drama de J. A. Bayona que sumó unos 26,4 millones de euros y 4,6 millones de espectadores nada habituales en el cine español. Pero no estuvo sola: las otras cuatro películas más nominadas sumaron entre 1,1 (Tarde para la ira) y 2,6 millones de euros (El hombre de las mil caras). En 2017, la más exitosa, La librería de Isabel CoixetLa librería, no pasa de los 2,2 millones de euros, y la primera en nominaciones, Handia de Aitor Arregi y Jon Garaño, apenas supera los 500.000 euros.  

No hay ningún filme español que alcance este año el fenómeno de Bayona. Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas, es la única que se le acerca con 17,9 millones de euros recaudados. La película más exitosa del año posará en la alfombra roja, pero con una única candidatura en la categoría de animación que casi parece llevar su nombre. Es el único trabajo de los cinco más vistos que se ha hecho un hueco en los premios, junto a El secreto de Marrowbone, el filme de terror de Sergio G. Sánchez, que suma 7,2 millones de euros y, de nuevo, una sola nominación. Perfectos desconocidos, Es por tu bien y Señor, dame paciencia, que suman juntas 26,3 millones, no han obtenido el favor de la Academia (ni, en los últimos dos casos, de la crítica). Si las cinco películas españolas más nominadas apenas pasan de los 6,1 millones de euros, las cinco más vistas dejan atrás los 51. En 2016, gracias a Un monstruo viene a verme, la diferencia no fue tanta: 34 millones para las preferidas por los académicos, 49,8 para las de los espectadores. 

El divorcio entre prestigio artístico y popularidad se ve también si se sigue descendiendo por el pódium. Ni Toc toc (puesto 6 en ComScore), ni Contratiempo (7) ni El guardián invisible (8) han sido apreciadas por la Academia. Verónica, de Paco Plaza, tiene el honor de combinar el puesto 9 de las más vistas y siete relucientes candidaturas, incluyendo película y dirección. Pero más abajo aún se encuentran sus competidoras por el premio grande. Hay que descender hasta el puesto 13 para encontrar La librería, Verano 1993 cae hasta el 20, El autor no aparece hasta el 24 y Handia hasta el 27Handia . En el pasado ejercicio, cuatro de los cinco filmes nominados a mejor película estaban en los 10 primeros puestos del ranking, y solo Que dios nos perdone se caía hasta el 18. 

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La grieta entre de un lado el gran público y del otro lo que se acepta como el mejor cine nacional se ha agrandado en 2017. Y, sin embargo, esto tiene un revés mucho más luminoso. Sí, 2016 el 43% de las películas nominadas superaban el millón de euros en taquilla, y en 2017 solo lo ha hecho el 38%. Pero aquellas que superan los 100.000 euros llegan al 73%, 13 puntos más que el año anterior. El 85% alcanza los 50.000, 12 puntos más que en el anterior ejercicio. Es decir: hay menos dinero, pero está más repartido (y, además, entre nuevos autores). Un equilibrio que se refleja también a los filmes que se han quedado lejos de los Goya, que superan esas barreras psicológicas —y no tanto— en mayor proporción. 

En 2016, una gran distancia separaba a La reina de España (1 millón de euros) de Gernika (362.000 euros), la nominada que le seguía en taquilla. Este año, ese abismo está salvado por filmes como Zona hostil, La cordillera, Cantábrico, El autor e Incierta gloria. Otro síntoma: en la próxima edición de los Goya, los cuatro documentales nominados en su categoría (Cantábrico, Dancing Beethoven, Saura(s) y Muchos hijos, un mono y un castillo) sumarán casi 800.000 euros recaudados en taquilla, y eso en un género particularmente alejado del éxito económico. El año anterior, la cifra apenas pasó de los 124.000 euros. Mirando las cifras globales, y con una cuota de mercado de alrededor del 18%, el cine español quizás no haya tenido un año brillante en términos económicos. Pero en el detalle, se puede escuchar el suspiro de alivio de la clase media del cine, esa que pasa de los 100.000 euros y no llega a los cinco millones de recaudación y que tanto sufrió con la crisis. Otra cosa es que el suspiro llegue hasta el 2018. 

 

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