Cultura

Almudena Grandes, Premio Nacional de Narrativa

La escritora Almudena Grandes.

La escritora Almudena Grandes se ha hecho este martes con el Premio Nacional de Narrativa por su última novela, Los pacientes del doctor García (Tusquets). El título fue publicado hace un año como cuarta entrega de la saga Episodios de una guerra interminable tras Inés y la alegría, El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Con esta obra obra, ambientada en la posguerra española pero con lazos hacia las consecuencias internacionales de la Segunda Guerra Mundial, la escritora "ha conseguido un difícil y preciso equilibrio entre lo imaginado y la lealtad a la verdad histórica", en palabras del jurado.

 

El galardón, concedido cada año por el Ministerio de Cultura a la obra más destacada editada en el año inmediatamente anterior al de la entrega, está dotado con 20.000 euros. Pero en esta ocasión el jurado ha destacado también la serie de novelas en las que se enmarca el libro, que califica como "ambicioso proyecto narrativo". El comité que ha fallado el premio ha estado presidido por Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura, y formado por Inés Fernández Ordóñez, María Dolores Sánchez, Miren Karmele Azkarate, Damian Pons, Selena Millares, Mercedes Canales de la Vega, Fernando Valls, Carmen del Riego, Brigitte Leguen, Inés Martín Rodrigo y Fernando Aramburu, ganador de la pasada edición del premio por su novela Patria

Almudena Grandes (Madrid, 1960) es Licenciada en Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Al comienzo de su carrera trabajó durante varios años en el mundo editorial, en el que desarrolló diversas tareas, principalmente la redacción de textos por encargo. Su primera novela, Las edades de Lulú (1989), ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical y fue adaptada al cine por el director catalán Bigas Luna. Siguieron Te llamaré Viernes (1991) y Malena es un nombre de tango (1994), que también fue llevada al cine.

Atlas de geografía humana (1998), Los aires difíciles (2002), Castillos de cartón (2004) y El corazón helado (2007) continúan su obra novelística. En 2010 comenzó la serie Episodios de una guerra interminable con Inés y la alegría, título que ha merecido varios premios como el de la Crítica de Madrid, el Sor Juana Inés de la Cruz de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o el Premio Iberoamericano de novela Elena Poniatowska. El segundo título de la serie fue El lector de Julio Verne (2012); el tercero, Las tres bodas de Manolita (2014), y el cuarto, el premiado Los pacientes del doctor García (2017). Entre este y el anterior título, publicó Los besos en el pan (2015), que recopilaba y ampliaba sus textos publicados semanalmente en El País Semanal a lo largo de los últimos años, ligados por el efecto de la crisis en un barrio del centro de Madrid. 

Una reivindicación contra "el relato oficial"

La saga de Episodios de una guerra interminable nacía con un propósito, en palabras de la propia autora: "Escribo esta serie porque los militantes antifranquistas molestan en el relato oficial de cómo llegó la democracia". Siguiendo los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós —que relee desde hace años—, Grandes construye un mosaico a través de distintas experiencias de la resistencia. En Los pacientes del doctor García, se fija en la red de evacuación de nazis construida en España tras la Segunda Guerra Mundial, auspiciada por el régimen franquista y por buena parte de la alta sociedad. Pero también en los republicanos comprometidos que siguieron, desde el exterior o incluso como agentes de inteligencia, trabajando por el regreso del Gobierno legítimo. 

La estructura de la novela alterna una trama de ficción que sigue a dos amigos, Guillermo y Manuel, burgueses republicanos separados y reunidos por la convulsa historia española, y píldoras de no ficción que describen la red construida por falangistas y simpatizantes del Gobierno alemán. En esta última parte tiene especial peso Clara Stauffer, personaje real, una de las fundadoras de Sección Femenina, que articulaba el plan desde su residencia en la calle Galileo, 14, próxima hoy a la casa de la propia novelista. "No siento que haya más ambición en esta novela, he sido igual de ambiciosa en todas", decía Grandes en una entrevista sobre el libro, "pero es verdad que aquí ha habido personajes históricos, [el presidente de la República Juan] Negrín y [el diplomático Pablo de] Azcárate sobre todo, que he tenido que absorberlos y convertirlos en personajes de ficción".

Pero estas acciones diplomáticas y de inteligencia no fueron las únicas llevadas a cabo por la resistencia para tumbar a Franco. En Inés y la alegría, la escritora seguía a un grupo de militantes comunistas que, tras la caída del Gobierno nazi, prepara y aguarda con esperanza una Reconquista republicana de España que finalmente nunca se produjo. Lo que si sucedió fue su intentona: la invasión del Valle de Arán por 4.000 guerrilleros en 1944, el gran esfuerzo bélico contra el régimen fascista tras la Guerra Civil. En El lector de Julio Verne, ya en 1947, Grandes se acercaba a la lucha armada desde el interior, con esos guerrilleros escondidos en los montes, a la que se acerca a través de Nino, hijo de un guardia civil —y aficionado a las novelas de aventuras— de la Sierra Sur de Jaén. 

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En Las tres bodas de Manolita, la escritora regresaba a Madrid, esta vez en los años cincuenta, para seguir a un grupo de mujeres y hombres que, además de sufrir la represión fascista, la combatía. Era el turno de la propaganda, de los pequeños núcleos de resistencia del Partido Comunista —y algún otro—, del papel de las mujeres en el antifranquismo y de los presos en las cárceles del régimen, como la de Porlier o el campo de trabajo de Cuelgamuros, que resultaría en el Valle de los Caídos. "Para escribir novelas como estas hay que llegar a un compromiso entre la libertad y la lealtad", reflexionaba la autora en una entrevista con este periódico. "La libertad es fundamental para cualquier autor y sin ella no escribes libro bueno, pero hay que ser también leal a la historia".

Los Episodios de Grandes nacen ya con una estructura fija y, aunque la novelista escribe ahora el quinto tomo de la saga, se conocen su título y trama desde hace tiempo. La madre de Frankenstein se construirá sobre la figura de Aurora Rodríguez Carballeira, personaje real que quiso dar a su hija Hildegart la educación habitualmente reservada a los varones. La niña acabó convirtiéndose en la abogada más joven de España, activista de UGT y el PSOE, y muy combativa por la reforma sexual, pero acabó siendo asesinada por su madre en 1933. Aurora Rodríguez cumpliría su condena de cárcel en el centro psiquiátrico de Ciempozuelos. Ahí es donde recoge Grandes a su personaje, a través del cual observa la década de los cincuenta, una "tremendamente dura y asfixiante, sobre todo para las mujeres", en palabras de la novelista

 

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