Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias. Si continúa navegando, entendemos que acepta su uso. Consulta nuestra Política de cookies para más información.
El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, una de las grandes figuras de la cinematografía europea, con obras como El último tango en París, Novecento o El último emperador falleció en Roma a los 77 años, informaron los medios de comunicación italianos
A lo largo de su trayectoria, el cineasta despertó grandes debates y mucha controversia. Fue galardonado en 2007 con el León de Oro al logro de toda una vida en el Venecia y recibió el mismo reconocimiento en 2011 con la Palme d'Or honoraria en el Festival de Cine de Cannes.
Bertolucci también fue Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana y Medalla de Oro para el meritorio de la cultura y el arte.
Bertolucci entró en el mundo del celuloide con veinte años de la mano de Pier Paolo Pasolini, a quien asistió durante el rodaje de Accattone (1961). Su primera producción cinematográfica fue La commare seca (1962), poniendo así el punto de partida a una fulgurante carrera como cineasta que le ha situado entre los más importantes de la historia italiana, siembre en búsqueda del intimismo y en continuo análisis de la juventud.
Tras esta cinta dirigió Prima della rivoluzione (1964) o El conformista (1970), obras con las que se consagró como un director que trabajaba en la introspección de sus personajes. Su carrera internacional llegó con El último tango en París que le supuso dos nominaciones al Premio Óscar como Mejor Director y Mejor Actor en 1973 y, en ese mismo año, también recibió otras dos nominaciones en los Globos de Oro, a la Mejor Película y al Mejor director.
No consiguió ninguno de estos galardones, pero Bertolucci ya se había situado en la primera plana del cine internacional. Continuó su éxito internacional con Novecento (1974-1976), dividida en dos actos, que retrata la vida campesina de la Italia de la Gran Guerra y del fascismo. En 1987 estrenó la película que le granjeó un mayor reconocimiento, El último emperador, que acabó reconocida por cuatro Globos de Oro y nueve premios Óscar, y que recupera la figura de Puyi, el emperador de China derrocado por la revolución de 1911.
Seis años después, en 1993, estrenó otra recordada producción, Pequeño Buda, la historia de un niño estadounidense en quien unos monjes budistas creen ver la reencarnación de uno de sus lamas. En 2003 dirigió Soñadores, tras la que se vio obligado a quedar postrado en silla de ruedas por un grave problema en la espalda. Su última película es de 2012, Io e Te, en el que volvió a tratar el tema de los jóvenes.
Novecento es una película maravillosa y solo por eso ya merece estar entre los grandes del cine
Responder
Denunciar comentario
1
1
Argaru26/11/18 17:15
Grande entre los grandes. Descanse en paz.
Responder
Denunciar comentario
3
1
Merm26/11/18 16:44
En lugar de cerdo podría llamarle violador o defensor de la violencia contra la mujer o mejor defensor de los violadores o cualquier otra cosa. Pero cerdo me parece que le define pertinentemente.
Responder
Denunciar comentario
3
2
EAJ49radio26/11/18 12:54
Para opinar sobre este director no hace falta insultarle. En Novecento retrató muy bien la gran gran generosidad y esfuerzo de la resistencia italiana y como pago a ese sacrificio la entrega de las armas que es todo un símbolo de su misma derrota para los años venideros, como se ha demostrado. Con esta sola película merece todos los respetos. El Último emperador a mi me gustó y El último tango en París no estuvo mal, El pequeño Buda no me interesó verla y hasta ahora
Responder
Denunciar comentario
3
3
Merm26/11/18 12:02
Será el cerdo director italiano. Lo de grande sobra bastante. Salvo Novecento el resto de las películas de este cerdo son realmente mediocres.
Novecento es una película maravillosa y solo por eso ya merece estar entre los grandes del cine
Responder
Denunciar comentario
1
1