Cultura

¿Cansados de la autoayuda?

Una estantería repleta de libros.

¿Se venden menos libros de autoayuda? Me lo pregunté tras ver una lista de más vendidos, y comprobar que, en el momento de la consulta, entre los primeros sólo contenía una obra (Cómo hacer que te pasen cosas buenas, de Marián Rojas) encasillable en ese género. Eso sí, estaba colocada la primera posición. Luego, supimos que el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2018 colocaba entre los 10 primeros de su ranking de libros y autores más comprados a Albert Espinosa con Finales que se merecen una historia, una gavilla de "relatos terapéuticos".

Y casi al mismo tiempo, leí un tuit: "Estoy esperando a que el ministro @astro_duque [Pedro Duque, responsable de Ciencia, Innovación y Universidades] condene las pseudoterapias del coaching y toda la bazofia discursiva del emprendimiento personal, la autoestima, la resiliencia y la autoilusión del pensamiento positivo. Esas prácticas son las realmente dañinas".

El piante era Germán Cano, profesor de Filosofía Contemporánea (Universidad de Alcalá de Henares), con quien me puse en contacto para saber algo más. "Generan la ilusión de un voluntarismo invencible justo para evitar ver que esa libertad pende de un alambre y de una desaparición de las condiciones de protección de una vida buena. Cuanto más desaparece el tejido social, los derechos, la posibilidad de una vida protegida, más se hipertrofia la responsabilidad individual. Esa voluntad solo tiene sentido en una situación de shockshock. Se nos conmina al mantra 'si quieres, puedes', pero como normalmente no podemos, y aquí la frustración es directamente proporcional a las expectativas, alguien debe tener la culpa de que no pueda: es el parásito de las ayudas, el vago, el que no se esfuerza..."

La mala fama

Los libros llamados de "autoayuda" no tienen buena prensa, siempre han sido objeto de controversia. Un editor me dice que este tipo de "polémica" artificial entre pro y contra de la autoayuda aporta muy poco a los lectores, es terreno abonado para el simplismo y la generalización. "Y en fondo —me pregunta—, ¿qué es la autoayuda?"

Traslado la pregunta a Pilar Jericó, empresaria, conferenciante, consultora, profesora de escuelas de negocio… y autora. "En este terreno, hay varios tipos de libros: los de autoayuda, que se basan en relatos o experiencias personales para trasladar una idea; o los del desarrollo personal, los cuales se basan en investigaciones científicos. Mis libros pertenecen a esta última categoría. Respecto a para quiénes son útiles, lo que está claro es que su demanda ha crecido en los últimos años. Están destinados a todo aquel que tenga inquietud por mejorar su vida, ganar nuevos recursos y puntos de vista, encontrar respuestas o curiosidad en el autoconocimiento y conocimiento de las personas. Existen tantas opciones, que cualquiera pueda encontrar el estilo que más le gusta".

De hecho, lectores del mundo entero han venido haciéndolo, del éxito de este tipo de ventas nadie puede dudar, ni aquí ni en la China Popular.

Pero, ¿de verdad se venden tanto?

Las editoriales tienen sus cifras, que necesariamente han de ser buenas. Pero, ¿hay datos globales? En la esperanza de conseguirlos, me dirigí a la Federación de Gremios de Editores y allí reconocieron que con los libros de autoayuda tienen un problema, y es que aparecen en diversos subsectores del libro, tanto libros prácticos como divulgación general, lo cual impide tener información precisa porque en esos segmentos se incluyen otros libros de otras temáticas.

Saben, sí, que los libros prácticos facturaron en 2017 123,03 millones de euros frente a los 119,05 de 2016; y que los libros de divulgación general facturaron 135,26 millones de euros frente a 135,53 de 2016. ¿Títulos editados? Libros prácticos: 5.657 (2017) frente a 5.592 (2016); libros de divulgación general: 5.972 en 2017, algunos más que los 5.811 del año anterior. ¿Cuántos de eso admiten la etiqueta "autoayuda"? Eso, nunca lo sabremos.

"En su momento me sorprendí mucho porque es difícil buscar cuáles son las ventas reales de los libros de autoayuda. Hay muchas editoriales pequeñas, mucha autopublicación… es difícil saber cuánto se vende". Es Eparquio Delgado, psicólogo y autor de Los libros de autoayuda, ¡vaya timo!. "¿De capa caída? Creo que no, creo que es casi peor: a lo mejor no está de moda, no está todos los días en la prensa, pero se siguen publicando libros, siguen vendiendo, y se ha convertido en algo peor que una moda, en parte de nuestra cultura. Ya lo asumimos como una cosa normal, como una cosa que está ahí, que lleva toda la vida, de la que uno puede tirar… ha llegado a convertirse en algo hegemónico.”

En su opinión, cuando analizamos un fenómeno social como el éxito de este tipo de libros, a veces tiramos de explicaciones simplistas. "La pérdida de ciertos referentes, sobre todo de carácter ético o moral como pueden ser las religiones, tiene un papel, la gente confía menos en las religiones que eran las que establecían cómo debías comportarte. Ahora hay una especie de expertocracia donde los antiguos curas han sido sustituidos por expertos que nos dicen como tenemos que hacer las cosas en cada ámbito de nuestra vida: como cuidar a los hijos, como alimentarlos, que debemos comprar y qué no". También se trata, dice, de que te sientas mejor, de la felicidad, y probablemente eso tiene que ver también con el sufrimiento, y la ruptura de lazos comunitarios, y la crisis económica...

En esto coincide con Cano: "Son prácticas que surgen de un discurso construido como contragolpe frente al Estado de Bienestar y tuvieron su momento dulce en la crisis de 2008. Se invita a 'vivir peligrosamente' y hacer de los golpes una oportunidad, pero se trata de un círculo vicioso".

Recuerdo al profesor que un psicólogo danés denundió que los libros de superación personal hacen a sus lectores más deprimidos y estresados, y en algunos casos hasta crean minipsicópatas. "Estos libros enseñan que todos los problemas del individuo pueden solucionarse al seguir unos simples pasos —sostiene Svend Brinkmann—. Y cuando fallan, sienten que ellos son los únicos culpables". Y en apoyo de su tesis, menciona a Anthony Robbins, que define el éxito como "hacer lo que quiere, cuando quiera, donde quiera, con quien quiera y por el tiempo que quiera". Tomar este consejo al pie de la letra podría conducir a una personalidad antisocial.

"Totalmente de acuerdo —dice Cano—: no solo muchas de las psicopatologías contemporáneas (ansiedad, vacío, apatía) se originan por este imaginario competitivo, que además se refuerza por la necesidad de estar conectado full-time; es que se trata de una subjetividad expresiva que carece de límites".

Al cabo, como ya dijera Aldous Huxley, "no hay mayor negocio que vender a gente desesperada un producto que asegura eliminar la desesperación". Encontré la cita en un artículo datado en 2011 y firmado por Borja Vilaseca, que se define como comunicador, emprendedor y creador de sistemas pedagógicos y firmaba ese texto en una sección de El País Semanal titulada Psicología.

El plagio como una de las malas artes

El plagio como una de las malas artes

"A lo largo de la última década se ha multiplicado exponencialmente el número de personas interesadas en conocerse mejor y potenciar su inteligencia emocional. Y como consecuencia directa ha emergido con fuerza un nuevo sector profesional: el de la autoayuda. Debido al malestar generalizado, no solo se ha puesto de moda, sino que se ha consolidado como un negocio muy lucrativo", escribía. Denunciaba la proliferación de supuestos expertos, apuntaba que se daban las circunstancias para la proliferación incontrolada de presuntos "expertos", y admitía que la autoayuda se podía ridiculizar y ser considerada como una "pseudociencia" llena de "charlatanes" y "vendedores de humo", "sin títulos oficiales que acrediten su competencia y profesionalidad".

Eso sí, "más allá de la opinión que tengamos al respecto, la autoayuda es un movimiento psicológico cargado de buenas intenciones" (que es el material utilizado para empedrar el camino del infierno, podrían señalar algunos) y alberga una contradicción en sí misma: "'Autoayuda' quiere decir 'ayudarse a uno mismo'. Si bien los demás pueden escucharnos, apoyarnos y compartir con nosotros lo que han aprendido de sí mismos, nadie más puede resolver nuestros problemas y conflictos existenciales. Cada uno de nosotros está llamado a recorrer su propio camino".

Porque, como explica Eparquio Delgado, si alguien te ayuda es terapia. Más allá de lo cual. "No se puede entender este fenómeno, ni ninguno de este tipo, al margen de una visión antropológica, cuál es la idea de ser humano y como nos constituimos como sociedad", dice Delgado. En su opinión, es evidente que "hemos importado o se nos ha impuesto una forma de ver la sociedad cada vez más individualista". Apunta además que la autoayuda es una cosa tremendamente heterogénea y ecléctica, "de hecho, hoy hablamos de los libros de autoayuda como una cosa tremendamente antigua, casi hablamos de la autoayuda como una ideología".

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